La expansión de la epidemia de Coronavirus en México ha causado hasta el día de hoy 35,006 que es uno de los índices de letalidad más altos del mundo y que solo está por debajo de dos naciones europeas.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nos indican que la tasa de letalidad global que es el número de muertes por COVID-19 divididas entre personas confirmadas con la enfermedad es de 5.4 por ciento y los países que tienen este indicador más alto son Italia 14.5 por ciento y Reino Unido 14.0 por ciento, seguidos de México 11.67 por ciento.
La mayoría de las personas que han muerto por coronavirus en México se concentran entre la población de bajos niveles de estudiosy que se desempeñan como amas de casa, trabajadores públicos o conductores de vehículos, detalló un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El estudio de la máxima casa de estudios indicó que el 71 por ciento de las personas fallecidas por Coronavirus en México tenían como escolaridad máxima la primaria o ningún grado de estudios.
La epidemia de COVID- 19 ha dejado al descubierto la desigualdad que existe en el país, en donde el 84 por ciento de la población mexicana no tiene seguridad laboral o un sueldo que les permita satisfacer las necesidades de su familia, además de bajos índices de escolaridad y un gran porcentaje de los habitantes viven en pobreza.
En México, 56.7 por ciento de la población labora en condiciones de informalidad, a estas personas les es complicado poder seguir las medidas sanitarias de confinamiento para no expandir la epidemia, ya que necesitan salir a la calle para tener ingresos para satisfacer sus necesidades básicas, lo que lo hace más vulnerables a contagiarse.
Los factores de riesgo asociados con la progresión y complicaciones de la enfermedad en pacientes hospitalizados por SARS-Cov-2 destacan personas de la tercera edad, con antecedentes de sobrepeso, diabetes, e hipertensión arterial; estos factores son muy comunes entre la población mexicana lo que ha provocado la alta letalidad en el país.
La obesidad, el sobrepeso y la diabetes aumentaron en México en adolescentes y adultos, e incluso en niños, pero en este último caso en menor medida, por lo cual podríamos afirmar que el país enfrenta una “pandemia”.
El número de adultos con diabetes pasó de 6.4 millones en 2012 a 8.6 millones en el 2018, lo que significó un aumento de 10.3 por ciento en ese periodo, y el problema se acentuó en las mujeres, con 11.4 por ciento comparado con 9.1 por ciento de los varones, según la encuesta elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de Salud Pública.
Especialistas hablan de que el gasto directo en salud del gobierno para la atención de la población afectada por diabetes es aproximadamente del orden de 19 mil millones de pesos, lo que representa hasta 30 por ciento del presupuesto destinado a salud.
Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el sobrepeso y obesidad que es el principal factor de riesgo para desarrollar diabetes reduce el Producto Interno Bruto del país en un 5.3 por ciento.
El Gobierno de la Cuarta Transformación heredó un sistema hospitalario en condiciones desastrosas por parte de las administraciones neoliberales, pero a pesar de esto el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha podido enfrentar con cierta solvencia la demanda de camas y respiradores para la atención de la pandemia de COVID-19.
La actual administración, tiene ante sí un reto de seguir atendiendo enfermedades como la diabetes e hipertensión arterial que están asociadas casi siempre al sobrepeso y mala alimentación y hacer frente a la epidemia de Coronavirus, lo cual podría significar gastos extraordinarios que podrían colapsar el sistema de salud del país y dañar a la economía en su conjunto.
En mi opinión urge una campaña nacional para combatir el sobrepeso y la obesidad que son causantes en gran medida del aumento de la diabetes en el país.
Aeroméxico restablece su conectividad con República Dominicana
Grupo Aeroméxico informó que a partir del mes de julio reactivó sus operaciones en Santo Domingo, República Dominicana, con dos vuelos semanales desde la Ciudad de México.
La noticia de la aerolínea que dirige Andrés Conesa Labastida, fue celebrada, por las autoridades del Aeropuerto Internacional de las Américas que realizaron el tradicional baño del avión cuando se encontraba en la calle de rodaje.
La línea aérea del caballero águila inició operaciones a ese paradisiaco destino del Caribe desde hace cuatro años, ya que esta isla ofrece grandes atractivos para el turismo y durante la contingencia por la pandemia del COVID-19, se suspendieron los vuelos comerciales a ese destino, pero República Dominicana se convirtió en un centro de acopio de insumos esenciales para el Caribe y Aeroméxico contribuyó a dar el servicio con vuelos cargueros con su Boeing 787.
La reanudación de vuelos directos desde la Ciudad de México a la isla caribeña es un gran noticia y resalta el espíritu de la línea aérea mexicana por seguir trabajando y conservar el mayor número de empleos de su planta laboral a pesar de la actual crisis sanitaria que ha mermado la economía del mundo entero.