Autoridades, papás, escuelas y sociedad vivimos en una dinámica de la sanción y la censura que es urgente cambiar. Cuando se cometen errores o delitos se nos ocurre un catálogo de castigos pero no soluciones que transformen el problema de raíz.
El método del castigo si bien es una estrategia para modificar ciertas conductas, es limitante e ineficaz como medida, por ejemplo, para cambiar las bajas calificaciones de un hijo o bien para combatir la delincuencia en una sociedad.
Con esta visión se atendió la lamentable tragedia de la última semana en Quintana Roo ya que entre las primeras acciones que conocimos de las autoridades ante la violencia en Playa del Carmen fue la posible clausura definitiva del evento musical y de otros más. Pero acaso, ¿Censurar eventos masivos de entretenimiento y culturales soluciona el problema? ¿Creemos en realidad que disminuir todavía más los espacios sociales de convivencia nos hace más pacíficos? ¿No sería más efectivo modificar los procesos de seguridad, enfrentar de raíz las estructuras del crimen organizado y sanar el tejido social?
Desde mi perspectiva este es un debate que debemos abrir y por eso presenté en la Cámara de Diputados un Punto de Acuerdo para exigir a las autoridades que realicen planes concretos con objetivos a corto, mediano y largo plazo para transformar la violencia que se siente cada día más en las calles del Estado de Quintana Roo.
Quiero destacar que la petición no es únicamente aumentar los policías, las cientos de cámaras o los 400 federales, militares y gendarmería que llegaron al estado. La exigencia es, además, que exista una estricta estrategia de prevención social o prevención comunitaria del delito en donde se invite a participar a la sociedad y gobiernos.
El Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad nos dice que en las ciudades donde más se ha logrado reducir la violencia y el delito es en aquellas donde ha habido una gran participación de la gente en actividades comunitarias de convivencia y seguridad. Es conocido el caso de Medellín y Bogotá, Colombia, donde se registró que en 10 años de participación activa de la sociedad los homicidios disminuyeron de 381 a 29 por cada cien mil habitantes.
Este mismo Centro advierte sobre la importancia de anticiparnos al delito aumentando los lugares y situaciones donde la comunidad conviva, se conozca y se apoye y, por otro lado, invita a limitar la aplicación de medidas represivas hacia la sociedad.
Por lo anterior, para poder disminuir el grave sentimiento de inseguridad que aumenta hoy a un 74% (según la última encuesta del Inegi), promovamos la recuperación del espacio público seguro, realicemos eventos públicos de entretenimiento para todos los sectores donde haya un equilibrio entre el sano esparcimiento y la integridad de las personas. Además de seguir construyendo parques, deportivos, plazas donde podamos a conocer a nuestros vecinos.
La paz se teje haciendo comunidad, viéndonos unos a los otros, conociéndonos, compartiendo el lugar donde vivimos. Es aquí, en la unidad donde está la raíz del problema… o la solución.
Conoce mi Punto de Acuerdo y abramos el debate entra a www.chanitoledo.com
Diputado Federal por Quintana Roo
Secretario de la Comisión de Turismo y de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción