Seguridad es todo aquello que no representa peligro, daño ni riesgos que afecten la calidad de vida de las personas, y es el Estado el encargado de promover y proteger dicha seguridad, conforme a lo señalado en el artículo 4° de nuestra Constitución.
Etimológicamente la palabra ?seguridad?[1] proviene del latín sine cura (sin cuidado, sin preocupación). De ahí su importancia para hablar de la seguridad humana.
Seguridad humana es un término que se adopta por primera vez en 1994 en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y se define como la ?necesidad de avocarse a la seguridad de la gente, en lugar de la seguridad nacional; de darle mayor énfasis a la seguridad sustentada en el desarrollo humano, en vez de la seguridad por medio de las armas; y de procurar la seguridad alimentaria, laboral y ambiental, en lugar de la seguridad territorial?[2].
Al ser una preocupación universal, al tener componentes independientes, prevenir de manera temprana y estar centrada en el ser humano, como se señala en el Informe sobre Desarrollo Humano 1994, del PNUD, la seguridad humana significa trabajar de manera conjunta, tanto individuos como comunidades, a fin de vivir en un mundo mejor en donde reine la paz y la armonía, en donde todos los seres humanos logremos vivir libres de cualquier temor (llámese pobreza, analfabetismo, salud, criminalidad, miseria), y en donde la protección y el desarrollo del individuo nos lleve al progreso humano.
Recordemos las palabras del entonces Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, cuando dice: ?Seguridad humana? se basa en tres componentes: ?Libertad para vivir sin temor?, ?libertad para vivir sin miseria? y ?libertad para vivir en dignidad?.
Esa libertad que nos permite aislarnos del peligro y de vivir libres de privaciones buscando la protección y promoción de nuestros Derechos Humanos consagrados en el Artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
La seguridad humana implica defendernos, no de las armas ni de la guerra, sino del temor por perder un empleo, de la amenaza del hambre, las enfermedades, de la pobreza y de la violencia. Los seres humanos deseamos vivir en un mundo donde las amenazas ambientales y la escasez del agua no se conviertan en la destrucción del planeta.
No hay, ni habrá, políticas públicas capaces de mejorar o combatir en su totalidad todas estas amenazas, si no existe el interés de los individuos por cambiar y mejorar nuestra actitud.
Flor de loto: Más allá de todo aquello que esperes recibir y no obtengas, está todo aquello que tienes y que no siempre es apreciado.
Twitter: @drarmandohdz
[1] Javier Rodríguez Alcázar, ?La noción de ?seguridad humana?: sus virtudes y sus peligros, en Polis. Revista Latinoamericana, núm. 11, 2005, párr.. 2, disponible en http://polis.revues.org/5805
[2] Leal Moya, Leticia. ?Seguridad Humana. La responsabilidad de proteger?. Boletín Mexicano de Derecho Comparado. pp. 2-3. Biblioteca Virtual. Disponible en http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/boletin/cont/114/art/art5.htm