Faltan tres lunes, contando el de hoy, para la mega manifestación del 9 de marzo donde habrá un día sin mujeres. No veremos a mujeres en las calles, en los mercados, en las escuelas, en los trabajos en muchos lugares. Nosotros, los que biológicamente somos hombres, deberíamos de hacer un conteo de cuántas mujeres hacen parte de nuestra vida diaria.

Hace días empecé el conteo y al menos yo me rindo. Mi vida diaria no puede estar exenta de mujeres. En los transportes escolares, por lo general, hay una mujer que ayuda al chofer del transporte a manejar a los niños. Se puede decir que ella es la capitana de autobús. En la educación, desde las guarderías hasta las primarias, casi siempre los niños tienen maestras, además que muchas escuelas son directoras. Solo aquí, en la mañana ya van mas de 6 mujeres que no están a más de 2 grados de relación de mi persona y en el día todavía no dan las 8 de la mañana y estas mujeres ya nos están ayudando.

Después, empiezo a contar a médicos y enfermeras que nos apoyan. La guardia del hospital, 3 turnos de enfermeras y doctoras. Solo con ellas ya tengo otras 10 mujeres que tienen que ver con mi vida de estos días. Sumo y todavía no son las 9 de la mañana y ya son 16 mujeres las que hicieron que mi día fuera funcional.

En lo que escribo en SDP Noticias, hay otras tantas mujeres que me ayudan, directa o indirectamente a que esta columna llegue a la plataforma digital. Si las sumo, son al menos 5 mujeres más, la suma va en 21 mujeres y todavía no dan las 9:30 am.

Y sigue la lista, si sumo a mis dos socias, son 23 mujeres que están en mi vida diaria.

Y si sigo con las horas, más mujeres se van sumando a la lista de personas que tienen que ver con lo hago, necesito, trabajo o vendo. Más o menos, la cuenta llega a 30 en un día común y corriente y ninguna de ellas es parte de mi familia, falta mi esposa.

Si se hiciera algo como la película “Un día sin mexicanos” que buscaba reflejar que pasaría en Estados Unidos si no hubiera mexicanos trabajando en el vecino del norte, mi día sería realmente un desastre. La suma de mujeres que estoy poniendo tiene que ver directamente con mi vida, 31 mujeres. Si a esto le sumo todas las que tienen que ver indirectamente con mi día, seguramente la suma al menos se triplicaría.

Este tipo de reflexiones son las que se tienen que aparecer el lunes 9 de marzo. Nos debemos de dar cuenta lo importante que son las mujeres en nuestra vida diaria, aun y cuando seguimos viviendo en una sociedad misógina y donde en muchos lados se desprecia la labor de las mujeres y no nos damos cuenta de lo importantes que son para que nuestra sociedad funcione.

Entendamos el día como lo que es, una protesta, una demostración, una manera de darnos cuenta lo importante que son.

Sorprendente la declaración del alcalde de San Nicolás de los Garza en Nuevo León, Zeferino Salgado: “Estamos a favor de un movimiento nacional como ese, pero se tendrá que platicar con ellas. Tal vez falten ese día y lo repongan con algunas horas extras durante el mes, a lo mejor se quedan una horita más durante la semana y ya pagan su día”. Este tipo de ideas son las que desvirtualizan la idea principal de la manifestación.

El día sin mujeres, o el Paro Nacional de Mujeres, no es un día festivo. Es una manifestación de lo que sería un día sin mujeres en el país. Cada empresa, compañía y oficina tendrá sus reglamentos diferentes pero el apoyar la manifestación y luego “cobrar” la falta en forma de horas extra es incongruente.

Esperemos que ese día nos haga reflexionar a todos y nos demos cuenta de lo importante que son las mujeres para que la sociedad pueda funcionar. ¿Qué frutos esperaría de esta manifestación? Darnos cuenta de cuantas mujeres nos ayudan a que la vida sea funcional, el valor real del trabajo femenino y lo mal pagado que esta, reflexión sobre la violencia de género y sobre los feminicidios, entre muchas más.

Si usted es hombre, haga una cuenta de cuantas mujeres hay en su vida para que sea funcional diariamente. Si usted es mujer, haga cuentas también y revise a cuántas de estas mujeres discrimina pues también las mujeres discriminan la labor de otras mujeres.

Los que somos biológicamente hombres, por favor no nos “subamos al carrito” y dejemos que la manifestación sea solamente de ellas. Apoyemos la manifestación y entendamos cómo lo que hacen las mujeres todos los días es importantísimo.

Yo esperaría que, al menos en el sector salud, las mujeres se manifestaran de otra manera. Aunque en todas las profesiones, oficios y trabajos son importantes, las mujeres en el sector salud son importantísimas en este momento de mi vida. Un día sin doctoras y enfermeras si pudiera ser extremadamente peligroso para muchos que se encuentran en los hospitales. Esperemos que la manifestación que suceda en esos lugares sea de una manera donde se piense en la humanidad de su labor antes que en el género.