Ayer, Alfonso Durazo anunció su salida de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana para contender por la candidatura de Morena al gobierno de Sonora en las elecciones de junio de 2021. En reacción de lo anterior, el expresidente Vicente Fox escribió en Twitter que las "ratas" son las primeras que saltan cuando el "barco se está hundiendo", e hizo un llamado a los ciudadanos de Sonora a rechazar la candidatura de Durazo , llamándolo  un "inútil" y "descalificado".

El extitular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana respondió casi de inmediato, asegurando que él fue una excepción en un "gobierno de ratas generalizadas"; sí, el de Fox. Dijo, además, que hasta el momento había decidido abstenerse de responder a las críticas del exmandatario debido a que considera se ha convertido en una pena para sí mismo y para el país. No obstante, aclaró que no podía permitir el calificativo de "rata", por lo que aclaró que no tomó un "sólo quinto de su gobierno, ni de ningún otro.”

Evidentemente, Fox juega políticamente a descalificar a un importante contendiente de las filas de Morena en aras de favorecer las candidaturas y prospectos de Acción Nacional el próximo año. Hasta allí lógico, natural y aceptable dentro de las pautas democráticas. Utiliza, además, el momento a su favor siendo que su administración terminó hace más de 14 años y, en cambio, las responsabilidades y actuación de Durazo al frente de la Secretaría de Seguridad apenas concluyen. La memoria del ciudadano, finalmente, es de muy corto plazo, particularmente en lo que a política interna se refiere.

Justamente por ello es que habría que recordarle a los mexicanos y comunicarles a aquellos que hace más de tres sexenios aún no participaban en la política nacional, que Alfonso Durazo se desempeñó como secretario particular de la presidencia de la república durante el gobierno de Vicente Fox. Eso hasta 2004, año en el que presentó su renuncia a dicho cargo.

Y que una de las razones más poderosas para presentar su dimisión fue que la entonces primera dama, Marta Sahagún, interfería desde Los Pinos para impulsar SU candidatura a la Presidencia de la República y suceder a su esposo. Así lo expresó Durazo en su renuncia, el 22 de junio de 2004:

√ “No llegué a este proyecto por casualidad ni quiero quedarme por inercia. Tengo una visión diferente para entender los acontecimientos y mi razonamiento está cada vez más fuera de toda lógica al interior de Los Pinos..."

√ "La alternancia rompió el molde de esa vieja cultura política. No lo reconstruyamos, particularmente en la conducción del proceso de sucesión presidencial. El ciudadano rechaza instintivamente aquellos viejos modos políticos y reclama las reglas de un juego limpio... Por ello es rechazable la eventual participación del gobierno en el proceso de sucesión, porque va a contra pelo de la ética del cambio. Pretender decidir desde el gobierno quién será el próximo presidente como quién no debe ser el próximo presidente fue el pecado original del viejo régimen".

√ "El peligro principal del proceso de sucesión no está, pues, en quién llegue a la Presidencia de la República sino en cómo llegue. Por el bien del país, el presidente de la república no puede tener proyecto político después de gobernar. El presidente debe salirse del campo de juego y tomar el silbato de árbitro; debe desplazarse completamente hacia su condición de Jefe de Estado y asumir el rol de conciliador que corresponde a tal condición".

"En ese contexto, no puedo hacer abstracción de las implicaciones de la incursión de la primera dama en el inventario de eventuales aspirantes a la candidatura presidencial de Acción Nacional. Valoro que si bien hay condiciones para lograr la continuidad del PAN como partido en el poder, no existen, en cambio, condiciones propicias para la candidatura presidencial de la primera dama. Ciertamente el país ha avanzado políticamente; tanto, que está preparado para que una mujer llegue a la presidencia de la República, sin embargo, no está preparado para que el presidente deje a su esposa de presidenta.... De hecho, las reacciones más agudas contra el gobierno están conectadas con lo que muchos consideran una actitud permisiva del presidente a las eventuales aspiraciones presidenciales de su esposa, cuyos apoyos al titular del Ejecutivo vulneran, contradictoriamente, su autoridad.”

En otras palabras, lo que el ex presidente no desea aclarar a la opinión pública y jamás aceptaría públicamente es que su enojo con Durazo no es su honorabilidad o su desempeño ni de hoy ni de antes como servidor público, sino que este político de Morena le haya renunciado y haya abiertamente rechazado que Fox buscara imponer a su mujer en el poder.

Todo lo anterior sin todavía hacer mención de los casos de corrupción documentados en los que ha sido involucrado Fox, su señora Martita y los hijos de esta mujer,

Las cosas como son.