En Argentina hay un presidente electo por las elecciones llevadas en días pasados en esta nación. Alberto Fernández es un presidente con un toque peronista y como el presidente López Obrador, tiene aversión al neoliberalismo que en su opinión es lo que ha destruido las economías de América Latina.

Alberto Fernández ganó la elección con un 48.10% de total de los votos contra 40.37% de su más cercano rival, el conservador Mauricio Macri. Pareciera que el país se divide como en el futbol, donde la población argentina la va como el 50 más uno por ciento al Boca y el resto le va al River y muy pocos a los demás equipos.

Con una participación del 80.86% del padrón electoral, la votación en Argentina es una de las que más afluencia tuvo en Latinoamérica.

Hablando con un argentino el sábado pasado me contaba que hubo también una gran respuesta de los argentinos en el extranjero para la votación para presidente de su país. Me contaba que la mayoría del voto extranjero apoyaba a Macri pero que los que vivían en Argentina pensaban de una manera diferente y por eso ganó Fernández.

El estilo de gobierno que le espera argentina tiene raíces peronistas. Dicho de otra manera, tiene el estilo de Andrés Manuel López Obrador y es algo a lo que el presidente electo de Argentina le quiere sacar ventaja.

Su primera visita como presidente electo será a México para hablar con el presidente López Obrador.

 

El presidente Fernández ve en AMLO un aliado para fortalecer las fuerzas de izquierda en la región. Después de años de que la izquierda ha querido llegar a América Latina, parece que es la primera vez que lo hace de la manera correcta. Y de la izquierda que habla Fernández es de la izquierda progresista y no de la que se está llevando a cabo en Venezuela que ha destruido al país sudamericano.

 

El pasado mes de julio, se reunieron en la ciudad de Puebla en México más de 30 líderes políticos de la región bajo la bandera del progresismo. En su página web   declaran: 

“Nuestra región experimenta una nueva ola de gobiernos neoliberales, que insisten en promover los intereses y privilegios de una élite socioeconómica, a costillas del desarrollo de nuestros pueblos, frustrando sus posibilidades de desarrollo y bienestar social, a la vez que debilita nuestra soberanía, nuestras instituciones democráticas, el Estado de Derecho, la vigencia de los derechos humanos y el ambiente”.

El presidente electo argentino es uno de los principales impulsores de este grupo que tiene como objetivo la reflexión, acción y articulación política transparente, según lo que declaró el excandidato a la presidencia de Chile Marco Enríquez-Ominami.

La intención de este grupo es contener el “avance de la derecha conservadora” lo que lo convierte en un grupo abiertamente de izquierda.

Argentina será anfitriona de la próxima reunión de este grupo que será llevada a cabo del 8 al 10 de noviembre en Buenos Aires. La intención es planificar la integración regional.

 

"Nuestra mayor obsesión es reconstruir la integración regional en América Latina, con México incluido, porque, desde la llegada de López Obrador, México ha vuelto a mirar a América del Sur", expresó Fernández en septiembre una entrevista con C5N.

Además de esto el presidente electo busca aprovechar la buena relación que tiene AMLO con el presidente Trump para establecer lazos con los americanos. Tener a México como mediador para resolver las negociaciones que Argentina tiene con el FMI es importante.

Y si esto no se pudiera, México es un buen aliado comercial para los argentinos y a el presidente López Obrador le conviene diversificar y aumentar la presencia del país en otros países.

 

Brasil es el país natural para hacer el primer viaje de cualquier político argentino. El tamaño de su mercado, la cercanía y la relación ancestral hacen que este viaje sea casi obligado.

El presidente brasileño Jair Bolsonaro dijo que los argentinos habían elegido mal y que no estaba dispuesto a saludar al presidente electo. Cuando esté en funciones lo tendrá que saludar pues son socios del Mercosur y hay una gran dependencia económica entre ambas naciones.

 

En México tiene, al menos es lo que Fernández piensa, un aliado ideológico. AMLO se ha dedicado a destituir todas las políticas y prácticas que apuntaban hacia el neoliberalismo, cosa que Fernández quiere hacer también en Argentina.

 

Aunque Nicolás Maduro se haya auto adherido al frente que busca construir Fernández con AMLO, parece que el Grupo de Puebla busca mantenerlo aparte. Este grupo sabe que lo que pasa en Venezuela es una malformación de la izquierda que buscan AMLO y Fernández por lo que buscan no meterse en los procesos que buscan una intervención en Venezuela. Buscan algún tipo de salida con base en el diálogo y no interferir con lo que pasa en Venezuela como lo hizo México.

 

La reunión del grupo de Puebla en Argentina busca obtener un documento con las ideas generales para contener el avance del neoliberalismo. Este es el punto principal de la reunión. Ahora teniendo un miembro recién electo presidente le da fuerza al grupo- Fernández será la estrella de la reunión. Si logra acuerdos con México, haría que su participación fuese más importante aún.

Si AMLO buscaba alguien con un pensamiento similar al suyo, lo encontró en Alberto Fernández. Si Fernández buscaba un apoyo internacional, AMLO siempre fue la primera opción. Esperemos oír en las próximas mañaneras los resultados de esta visita y lo que viene de la posible unión comercial entre México y Argentina.