Como ya todos saben, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, sacó los viejos muebles de una las secretarías desaparecidas para verse mucho más retro en el combate a la corrupción política en nuestro país.
Pero, ¿cuáles fueron los verdaderos motivos para resucitar a la Función Pública desintegrada en el 2012 por el Congreso?
Tan mal estamos que ni la súper fuerza del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) nos puede salvar de una desgracia sistemática en la malversación de los fondos públicos. Pero ello, no significa un motivo para recrear algo que ya no servía de por sí.
Uno de los principales objetivos por el cual decidieron nuestros legisladores rebajar a la Secretaría fue que no estaba dando con sus objetivos principales ? llámese dirigir, ordenar, coordinar, vigilar y realizar? y sólo era un gasto innecesario que dependía de presidencia y que de acuerdo con los artículos transitorios del Diario Oficial de la Federación del 2 de enero de 2013 el ?despacho? se tenía que convertir en un ?organismo autónomo?.
Julián Oliva Ugalde fue el encargado durante todo este tiempo de atender dicho ?despacho?, sí, como si fuera un buffet clientelar, y no precisamente de abogados.
El chiste, es que el nuevo asignado, Virgilio Andrade Martínez, ex consejero del IFE en 2003, ejercerá un presupuesto de mil 483 millones 947 mil pesos.
El motivo por el cual el presidente quiere a la SFP tan cerca cómo le sea posible, es decir, quiere ser juez de sus acciones, ¿cuántos mexicanos se autoevalúan para saber si son corruptos y de serlo se sancionen económicamente para el bien común? Dudo mucho que lo hagan. Así que no se tengan ilusiones de que por fin van a encontrar conflictos de intereses dentro del gabinete presidencial o en ?La Casa Blanca?, eso sí, que tiemble la izquierda mexicana, principalmente el PRD, porque ya ven que les encanta vivir en El Pedregal cuando dicen que vienen de hogares humildes.
Así que si están verdaderamente en contra del desvío de fondos y los conflictos de intereses, ¿por qué no crean un verdadero sistema anticorrupción autónomo e independiente con la capacidad y fuerza política para someter a los tres niveles de gobierno?