¿Para el entonces candidato Peña Nieto o para Carlos Salinas de Gortari?
Desde los años sesenta se formó una verdadera triada, no la que comenta Raymundo Riva Palacio y Salvador García Soto en sus columnas, ésta estaba formada por tres personajes que les decían los Toficos, haciendo remembranza al anuncio de un “chicloso” que decía “ah qué ricos son”.
Estos personajes fueron tres economistas destacados y con herencia política y financiera muy importante, pero también con una ambición de poder pocas veces vista: Carlos Salinas, hijo, de quien con López Mateos fungió como secretario de Industria y Comercio, Raúl Salinas Lozano; el otro era el padre del hoy inculpado ex director de Pemex, Emilio Lozoya Thalmann, hijo de un militar y ex gobernador interino de Chihuahua, quien tuvo su esplendor con Salinas al convertirse en secretario de Energía; y el tercero, Manuel Camacho Solís, hijo de un militar y que durante la administración salinista fue uno de los hombres más poderosos que aspiró por la candidatura presidencial, que ganó Luis Donaldo Colosio.
A esta triada se sumaron otros personajes como Raúl Salinas, hermano del ex presidente, Alberto Anaya, fundador y dueño del PT, que hoy se alinea con AMLO y MORENA, el tamaulipeco, Hugo Andrés Araujo y José Francisco Ruiz Massieu, padre de la actual secretaria general del PRI, Claudia Ruiz Massieu Salinas.
Todos ellos se nombraban pomposamente, como lo dijera Manuel Camacho a Héctor Aguilar Camín, como el “Grupo Compacto”, el cual sus propias ambiciones de poder y dinero los ha ido destruyendo poco a poco.
Los acuerdos de principio de sexenio Peña – Salinas
Al principio de la administración de Enrique Peña Nieto el salinismo impuso a sus piezas en el sector energético. En CFE a Carlos Rojas un salinista que se oponía a la reforma energética y por lo cual fue destituido y en su lugar se colocó al hoy dirigente del PRI, Enrique Ochoa; y en Pemex, al vástago de su gran amigo Emilio Lozoya. De hecho, Peña Nieto no conoció a Emilio Lozoya hasta finales de su administración como gobernador del Estado de México.
Al parecer Lozoya Austin no pudo oponerse a que se diera a la reforma energética, pero sí pudo orientar algunas negociaciones a favor de su grupo político amigos y socios de su padre, por cierto, contrario al presidente Peña.
Lozoya Junior, títere de su padre
Para aconsejar y dirigir al junior, el padre le impuso a Víctor Díaz Solís, quien había sido su secretario particular en la Secretaria de Energía, Minas e Industria Paraestatal, en una de las posiciones claves de Pemex, como Director Corporativo de Administración.
El grupo Salinas siempre ha estado dentro de los grandes negocios de Pemex, los más recientes, Oceanografía que toca personajes como Martín Díaz Álvarez, tío del ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz y el propio Pedro Aspe ex secretario de Hacienda de Carlos Salinas; otra fue la empresa Oro Negro, que nació en 2012 del cual Reporte Índigo publicó un importante reportaje donde daba cuenta de cómo Lozoya Austin y otros se beneficiaron de las plataformas portátiles que traían desde Singapur, como el hijo de Francisco Gil Díaz, Luis Ramírez Corzo, ex secretario de Energía, Juan José Suárez Coppel ex director de Pemex.
Otro de los entramados que ya salió y que ahora nuevamente resurgirá, dada las investigaciones de la Auditoría Superior de la Federación y de la cual ya dio cuenta Reporte Índigo en 2014, es la licitación de Ramones Fase II Norte, a través de una red conformada por holdings y compañías con un solo socio que construyó Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB), que pasó a ser Pemex Transformación Industrial, para realizar alianzas con empresas como Sempra Energy o TAG Pipelines, S. de R.L. de C.V.
De acuerdo a la ASF y del que dio cuenta una investigación de Reporte Índigo: “La autorización se dio a la compañía Gasoductos del Noreste, una filial de Gasoductos de Chihuahua, que integran al 50 por ciento Sempra y Pemex Gas. TAG Pipelines -otra compañía conformada fuera de México- recibió la autorización para operar la fase II Norte del gasoducto… esta empresa fue constituida el 2 de marzo de 2012 por MGI Supply Ltd. y MGI Enterprises Ltd., sociedades offshore creadas por PGPB en el paraíso fiscal de las Islas Caimán. Estas compañías aportaron 686 millones de pesos de capital social para la creación de TAG Pipelines, recursos provenientes de sus flujos y operaciones que realiza PGPB en el mercado mundial del gas natural. Jesús Rodríguez Dávalos, primo político de Jordy Herrera, era su apoderado legal.
Yucatán, la próxima víctima
Y como la mata sigue dando, pareciera ser que para la península de Yucatán se fragua otro golpe que, si bien favorece a los inversionistas ligados a las redes de la CFE y Pemex que acabarán subsidiando un combustible muy caro para producir la energía eléctrica que requiere la Península de Yucatán.
Al igual que los otros negocios que mencionamos anteriormente, este sólo favorece al grupo de inversionistas que lo promueve. El secretario de Fomento Económico de Yucatán, Ernesto Herrera, anunció que en unos días dará a conocer al ganador de quien construirá y operará una planta recalificadora en Puerto Progreso para llevar gas natural licuado y así alimentar con precisos del hidrocarburo tres veces más caros que si lo llevaran por ducto, además que esta opción dejaría fuera al estado de Campeche.
Aquí ya lo habíamos advertido
El 22 de febrero, con todo el escándalo que ya se tenía del caso Oderbretch escribí y hoy lo reitero: “Finalmente, este asunto no es una vendetta política como algunos piensan hacerlo ver, y que se busca cobrar factura a ex funcionarios de la administración Calderón. Al parecer este tema es un acto brutal de corrupción que toca a personas ligadas entre sí que colaboraron en el Gobierno de Calderón y en el de Peña Nieto”.
Lo reitero, porque tal parece que algunos analistas y columnistas dejan de ver el tema de corrupción y de las investigaciones que se han llevado, no sólo por la PGR, sino por instancias internacionales, tanto en Estados Unidos como en Brasil y pretenden exonerar a los funcionarios de Pemex involucrados con asociaciones perversas sobre el desvío a la campaña del candidato del PRI. Si realmente eso se dio, primero hay que hacer lo que las instancias de procuración de justicia están haciendo: seguir la ruta del dinero y hasta el momento, sólo se tiene el testimonio y las pruebas juramentados de los funcionarios de la empresa brasileña.
La noticia que se dio a conocer el pasado 13 de agosto, parecer ser un misil tierra-aire sobre Mexico que hará explosión de magnitudes insospechadas sobre la política nacional.