En la grabación difundida por El Universal sobre los pormenores de la cena celebrada en la casa de Luis Creel, ya conocida popularmente como “LA CHAROLA DE LAS LOMAS”, el uruguayo Luis Costa Bonino (versión izquierdista del terrorista de la derecha Antonio Solá) suelta a bocajarro una consideración que efectivamente pone en la realidad el asunto del dinero de las campañas presidenciales en México.

Este personaje, Bonino, que dicen que vino por una hora a dar una consulta a los “estrategas” de AMLO y se quedó de plano toda la campaña, consideró que es aceptable que falte dinero en una elección por la jefatura de un Departamento hondureño, pero no en una campaña presidencial de un país de las dimensiones, demográficas, territoriales, económicas y con tres mil kilómetros de frontera con los Estados Unidos como es México.

Y Bonino tiene razón. México no es en ningún aspecto algo siquiera parecido a un lamentable departamento hondureño donde regularmente las condiciones de sobrevivencia de la gente le hacen tener como una de sus últimas prioridades, si es que la tiene entre ellas, aportar algún dinero para la campaña de un candidato.

En lo que se equivoca Bonino es en tres elementos claves para este tipo de pases de Charolas.

1.- El monto.

Con 6 millones de dólares, aunque como dijo Luis Carlos Ugalde es una cifra que excede lo estipulado por el COFIPE, que permite una aportación personal de un millón de pesos, que al precio actual de la moneda verde los 6 solicitados serían como 84 millones de pesos mexicanos, cantidad que viola el precepto señalado porque los asistentes que pudieran ser aportantes no fueron 84, sino mucho menos.

Y en una campaña presidencial en México 84 millones de pesos se gastan en el puro estado de Veracruz en 15 días. Y más si los maneja un pillazo como el panista Miguel Ángel Yunes que suele contratar trasvestis a cualquier precio, como los que le engatusó en el Puerto al Ing. Cárdenas en su primera campaña presidencial.

2.- La Discreción.

Con el antecedente de Ahumada y Bejarano, ya calificado por el imaginario colectivo de los mexicanos como “el señor de las ligas”; evento en donde lo grabaron y luego aseguran que le vendieron esos videos a Carlos Salinas y este se los pasó a TELEVISA; la reunión la Charola de Las Lomas debió llevarse a cabo con extremos márgenes de confidencialidad  y en un lugar más discreto que la casa del primo de Santiago Creel, quien seguramente se enteró a tiempo del evento y hasta pudo mandar a Solá a que lo grabara.

Novatazos.

3.- Las tesis.

Los empresarios no van a comprar la esperanza de mejorar sus escenarios de seguridad para invertir.  Sus aportaciones son solo para apoyar la posibilidad, solo eso, una posibilidad, de que AMLO llegue construir un eventual cambio en México.

Lo que nunca quedó claro quien fue quien manejaría los 6 millones de dólares que pidieron Bonino y Creel (cuyos apellidos suenan muy parecido a los Bonny and Clyde) y con los que se ganarían las elecciones.

Bonino es el nuevo señor de las ligas?

El primo de Creel tendió una celada para volver a subir a Josefina al segundo lugar de las encuestas?

Son dos cuestiones que quedan sensiblemente como dudas en el ánimo de los electores mexicanos.

En este evento, La Charola de las Lomas, existe un elemento altamente rescatable. Es la carta enviada refiriéndose al caso de los exabruptos del protagónico anciano Javier Sicilia, financiado por Marcelo Ebarard (Ver columna del respetado Carlos Ramírez al respecto) por la esposa de López Obrador.

Sicilia ya es conocido como  el de los besos de Judas. Besa a Peña, a Josefina, a AMLO y al sorpresivo Gabriel Quadri y luego los apalea inmisericordemente con premeditación alevosía y ventaja.

Tarugos los candidatos que se le ponen de modo a este farsante.

Esa carta de la señora Gutiérrez, se inscribe indirectamente, pero con mucha fuerza, en el deslinde de AMLO con Bonino y Creel.

Yo conozco muy cercanamente a la familia de la señora y tiene respeto y ascendencia en ellos.  Además, he escuchado testimonios de intelectuales que respeto en  que se refieren a la señora Beatriz Gutiérrez como una gente de bien, inteligente y patriota.

Muy distinta, por muchísimo, a Martha Sahagún, Elba Esther Gordillo o Margarita Zavala¬Hildebrando.

Esa es mi versión del numerito de La Charola de Las Lomas.