Que la ahora trasnacional FEMSA aparte de embotellar agua, refrescos y, por cierto, de las mejores cervezas del mundo, también apoye y opere un club de futbol como el de Rayados del Monterrey, a nadie le suena ilógico.
La otrora Cervecería Cuauhtémoc que luego se llamó también Moctezuma por decenios marcó la pauta del crecimiento industrial y social de La Sultana del Norte, nuestra querida Monterrey.
Todos los proyectos culturales y sociales de La Cervecería se volvieron insignias para los regios.
Hace pocos años, cuando se comenzó a hablar de la construcción de un nuevo y moderno estadio para el equipo de futbol Rayados, no faltó quien hablara de la depredación del Parque La Pastora, “último pulmón” de Monterrey, (aunque está en el municipio conurbado de Guadalupe) y a la vera de “el último río vivo” de la metrópoli.
Nadie, en cambio, volteó a ver ni consignó que la depredación de la zona ya tenía años en curso en manos del mismo gobierno estatal, que nunca supo manejar ni proteger un paupérrimo zoológico y de la empresa de entretenimiento Multimedios, con su parque de diversiones Bosque Mágico.
¿Quién tiene más derecho? ¿Un estadio nuevo, moderno, que detonará la zona para bien, social y comercialmente, y con una responsabilidad probada por el prestigio de FEMSA? ¿O un parque supuestamente “temático” de diversiones que se ganó el mote de trágico por los accidentes graves que ahí han sucedido… y cuya manejadora, Multimedios, con la misma razón social que administra el parque ahora mismo construye un proyecto multimillonario de aguas recicladas, herencia del anterior del gobierno?
Y que quede claro que dicha herencia también incluyó un regalito de 15 millones de pesos y unas cinco hectáreas más de esa zona supuestamente protegida.
¿A quién le vamos, a Rayados o a Bosque Mágico?