Falleció el cineasta mexicano Jaime Humberto Hermosillo, admirable por dos grandes méritos: 1. Realizó obras maestras, como “El Cumpleaños del perro” (1974), “La pasión según Berenice” (1975) “María de mi corazón” (1979), “La Tarea” (1990), “eXXXorcismos” (2002), etc., y 2. Su ejemplar e imparable voluntad para seguir filmando (aún con bajísimos presupuestos).

Director de culto. Contestatario. Gay. Experimental. Un “Terminator” estilo Jean Luc Godard.

 

El CUEC

Jaime Humberto Hermosillo estudió en la misma escuela que yo, en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (ahora Escuela Nacional de Artes Cinematográficas) de la UNAM, y en 1964 realizó en la escuela “Homesick” (1964) y “S.S. Glencaim” (1969), donde ya muestra un espíritu crítico radical contra la moral tradicional mexicana.

Perteneció a la primera generación del CUEC, de la que no solo salieron sus posteriores maestros, sino colados como el escritor José Agustín y el músico Nacho Méndez. Fue de los primeros estudiantes en entrar a la industria Cinematográfica (supongo que por su férrea voluntad de filmar).

“La verdadera vocación de Magdalena”

A finales de 1971 escribió y dirigió su primer largometraje (que se estrenó en cines a finales de 1972): “La Verdadera Vocación de Magdalena”, que no solo es mi película favorita de todas las que hizo, sino también una de mis favoritas del cine mexicano.

Aunque no suele incluirse entre sus obras maestras, esta comedia a gogó hace una crítica social hacia la hipocresía “fifí”, hoy más vigente que nunca. Ahí les va mi sinopsis:

(Advertencia: el siguiente párrafo es spoiler)

Angélica María es una secretaria que vive con su mamá (Carmen Montejo) quien la cacha en la cama con el cantante del grupo de rock tapatío “La Revolución de Emiliano Zapata”, por ello, la mamá los obliga a casarse.

Un pretendiente priísta y farol de Angélica María, se confabula entonces con la señora para separar a su hija del rockero y casarse con ella.

Inolvidables las escenas de Angélica María triunfando en el afamado Festival de Avándaro (aunque en la vida real ella jamás estuvo allí), y de Carmen Montejo, echándole cubetadas de agua a los cables de la guitarra eléctrica del yerno incómodo, para electrocutarlo.

 

“María de mi corazón”

En 1979 Jaime Humberto Hermosillo consiguió el financiamiento de la Universidad Veracruzana para filmar ésta película en 16 milímetros, con las actuaciones de María Rojo y Héctor Bonilla; y con la colaboración de Gabriel García Márquez en el guion.

Extraña cinta que transita de comedia romántica costumbrista a un thriller psicológico aterrador, que se volvió de culto, no solo por la trama, sino por el formato.

El formato de 16 milímetros impedía que se pasara en cines comerciales (donde se proyectan películas en 35 milímetros), obligándola a circular en el circuito del cineclub y posteriormente en video.

Apenas el año pasado se estrenó por televisión, el 15 de Agosto de 2019, por el Canal 22 (que dirige otro egresado del CUEC: Armando Casas), del canal, les recomiendo buscar en YouTube el programa “Me Canso Ganso” de esa fecha, conducido por Fernando Rivera Calderón, con María Rojo y Héctor Bonilla como invitados, donde se habló largamente de la película.

 

Minimalismo

En 1989 Jaime Humberto Hermosillo realizó “Intimidades en un cuarto de baño”, con Álvaro Guerrero, María Rojo, Emilio Echavarría, Martha Navarro y Gabriela Roel.

La triste historia de una pareja que vive en casa de sus padres, se cuenta desde el punto de vista del espejo del baño. No movimientos de cámara, no cambio de encuadre, cinco actores, una sola locación, punto; minimalismo al mejor estilo Warhol.

Siguiendo la austeridad visual del director catalán Ventura Pons, filmó después “la Tarea” (1990) y “La Tarea prohibida” (1992), donde las películas se observan desde el punto de vista de una cámara de video, en tiempo real.

Por principios estéticos y con el fin de filmar a como dé lugar (aunque sea a muy bajo costo), Jaime Humberto Hermosillo abandona al celuloide y se muda al video de alta definición: “eXXXorcismos” (2002), “inFielicidad” (2015), “Un buen sabor de boca” (2017) y muchas otras, se grabaron en video de alta definición.

Esto, por supuesto, también repercute en la factura y pone en riesgo la credibilidad (pero ¿cómo discutir sobre la credibilidad con un director que, de la nada, mete un número musical en una película realista, como en “Amor Libre”, de 1978?)

 

“Terminator”

En junio del año pasado, vi “Un buen sabor de boca” (divertida comedia gay, donde un sexoservidor termina involucrado en la producción de una película), en la Cineteca Nacional, con la grata compañía de los actores Raúl Adalid (que hizo en ella el papel de director de cine) y Josejuan Meraz (que protagonizó “eXXXorcismos”, sobre dónde pueden llegar los sentimientos de culpa en una relación gay).

Al terminar, tomamos un café, donde platicamos sobre Jaime Humberto Hermosillo, su obra, anécdotas (incluso como líder del sector cinematográfico), pero sobre todo, no dejamos de admirar su manera ejemplar de conseguir recursos, aunque sean muy escasos, para seguir filmando.

Ahora que falleció, reviso su filmografía y observo que todavía filmó en 2018 “Crimen por Omisión”. Ya la veré.

Al final de la película “Terminator” (James Cameron, 1984), el cyber asesino interpretado por Arnold Schwarzenegger,, después de una batalla espectacular, es reducido a pedazos de chatarra esparcidas por el suelo, cuando la mano del terco robot, todavía tiene fuerzas para agarrar el tobillo del héroe y torcerlo, igual que la mano de un voluntarioso director de cine, aferrada al modo video de un teléfono celular.