Yusaku Maezawa
El multimillonario japonés Yusaku Maezawa, acaba de lanzar la ofensa más miserable que se le pueda hacer a la clase trabajadora: Llevar gente pobre a la Luna, para divertirse y burlarse de ellos, y probablemente con la idea de colonizar el satélite con terrícolas paupérrimos.
El magnate amarillo quiere reunir ocho voluntarios (sin especificar si habrá paga) para acompañarlo en su viaje a la Luna, por la empresa espacial SpaceX (aunque mi sexto sentido me advierte que el honorable millonetas nipón, se va a echar para atrás a la última hora, y los va a dejar embaucados, viéndolos por la tele).
¿Han visto películas y fotografías de los astronautas en la Luna?
Es como el desierto de Cuapiaxtla, Tlaxcala, de noche. No hay casas, ni luz, ni antros. No parece tener mucho ambiente; se ve más aburrido que un conversatorio del Colegio de México. Igual te llevas un six de “chelas”, pero ¿Cuándo se te acabe? No vas a estar regresando al Oxxo cada media hora por “chelas”. La Luna está más lejos de Ciudad Azteca. Por ahí no pasó Dios, y si pasó, pasó de noche. Son muchísimos kilómetros luz. Sin señal de Internet, desconecte total de todo, provocando una mezcla de halzheimer lúcido con nirvana esquizofrénico.
Además, quien se aliste en ese viaje, quedará señalado públicamente como un “lamezuelas”, como un pusilánime sin dignidad, capaz de ir a un lugar lejano y espantoso, con tal de caerle bien a un honorable multimillonario japonés, con el fin de sacarle dinero, ya sea como mecenas, como “jefe”, financiándole un proyecto, o sacándole una noche de desmadre o al menos un plato de sopa.
No hay ninguna razón para ir a la luna, y sí varias contra viajar a la Luna para complacer los placeres morbosos de un honorable millonetas del lejano oriente.
Eso puede incentivar a que un día, un gobernador diga: “¡Aquí está esta lana par que viajen encuerados a Marte! ¡Jijos de su jijurria!” Promover, participar o divulgar viaje de pobres a la Luna, para divertir acaudalados orientales, occidentales u occipitales es políticamente incorrecto, ultra discriminatorio y daña la estratósfera.
¡Al menos que el ricachón ofrezca algo razonable! ¡Una casa! ¡Un negocio! ¡Un terreno! ¡Dinero en efectivo! Ahora que si el multimillonario japonés Yusaku Maezawa desea sexo… Pues se lo dejo en lo que cuesta un tour a Plutón (pero bien trabajadito).