Le envío esta nota con carácter urgente luego de recibir varias protestas de ciudadanos pobres que viven al día, honestos trabajadores leales luchando por salir adelante que para su desgracia hoy sufren algunos la pérdida de su ingreso, de su derecho a trabajar para producir su sustento. Se trata de un pueblo pequeño aquí en el occidente costero mexicano cuya principal avocación económica es la industria turística y la urgencia de esta nota se trata de los inexplicables aumentos en los recibos de luz que recién recibieron y no hay con qué pagar. Sería gran idea condonarles a quienes pagan menos en sus recibos, o sea a los más necesitados, un mes de pago de luz. Algo hay que hacer, porque no se entiende qué sucedió, la gente está preocupada, desesperada.

 Es posible que esto se esté repitiendo a través del territorio, lo ignoro, pero es necesario verificar que deje de suceder, por ello me animo a escribirle a usted directamente cuando leo ayer la noticia en la que el gobernador de Yucatán le pide ahora en su primera gira luego de la cuarentena, que por favor revise usted en lo personal los recibos de luz en aquel estado. Él tampoco parece entender por qué el cobro de la electricidad para los yucatecos es el más alto del país. Eso dijo en su discurso. De inmediato pensé, pero si la tarifa de la CFE en nuestra región del océano pacífico donde se encuentra una de las mayores infraestructuras turísticas del país es ya demasiado alta, no puede ser que en Yucatán lo sea aún más. Usted ha asegurado que no aumentaría la luz, solamente según inflación, lo que México ha logrado detener con su buena administración, ¿por qué está incrementando entonces CFE los cobros? ¿A qué se debe? Lo saludo con cariño y cuídese mucho, porque México lo necesita.