Como ya es noticia, la reforma laboral ha sido aprobada una vez más en la Cámara de Diputados, esto claro, con las observaciones que el Senado presentó en cuanto a  democracia y transparencia sindical, lo cual significaría que la reforma fue aprobada casi íntegramente dejando fuera sólo a algunos cuantos artículos o modificando otros.

Este paso tan importante, bueno o malo según las perspectiva, fue posible gracias a la ayuda de todos los partidos, pues no hay que quitar méritos a ninguno, todos fueron responsables y todos aportaron su granito de arena para que este proyecto se aprobara, y más que eso, se aprobara en términos de lo que el Ejecutivo presentaba.

Lo anterior lo digo sustentándome en que de no ser porque el  PRI y el PAN decidieron trabajar juntos para que saliera adelante la iniciativa en la Cámara de Diputados no hubiese habido mucho que hacer, porque la iniciativa era preferente mas no obligatoria de aprobar, así que ese primer paso fue fundamental en este proceso, aunque cabe señalar que la democracia y transparencia  sindical quedó fuera del proyecto.

Una vez que el proyecto de la Cámara de Diputados llegó al Senado fue a encontrarse con un PAN dispuesto a lo que sea con tal de sacar adelante la reforma en términos de lo establecido por el Ejecutivo, el primer paso no sería difícil, aprobar sin problemas en lo general la reforma, pero lo difícil sería hacer cambiar de opinión al PRI sobre el asunto de transparencia sindical, por lo que el PRD y MC, viendo ya no lo perdido sino lo encontrado, se sentaron a platicar con el PAN y lograron regresar a revisión 8 artículos de democracia y transparencia sindical.

¿Cuál fue la lógica del PRD y MC para aliarse con el partido del qué emanó el Presidente que presentó la reforma a la que se oponían? como lo dije antes, ya no vieron lo perdido sino lo encontrado, estos eran conscientes de que con el PAN y el PRI aliados sería muy difícil evitar la reforma, por tanto optaron por defender una de los cosas en las que sí estaban de acuerdo, que fue la democracia y transparencia sindical, lo cual a mi parecer es más aportación de ellos a la causa que del mismo PAN, pues pudiendo abstenerte de votar o votar en contra de todo lo que significa esta reforma optaron por esta decisión.

Una vez devuelto el proyecto en la cámara de diputados y a pesar de los pronósticos negativos, el PRI en una actitud madura y responsable, analizó junto con los demás partidos  los artículos reservados dando paso así a la aprobación de 4 de estos y pequeñas correcciones a dos más, lo cual significó entonces la aprobación de la reforma una vez más en la cámara baja.

Como podemos observar entonces, hubo dos alianzas que permitieron que la reforma del ejecutivo saliera adelante, la primera del ya tan famoso “PRIAN” y la segunda del no tan famoso, pero más visible y evidente “PANRD”, siendo la primera quien permite las aprobaciones en lo general y la segunda quien permitió no dejar  fuera tema alguno en la reforma.

Es así como llegamos a este punto, donde con seguridad puedo decir que lo más difícil ya pasó y que las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo son, virtualmente hablando, un hecho, así que no neguemos el trabajo de los grupos parlamentarios y aceptemos que todos trabajaron y defendieron sus posturas en medida de sus posibilidades, pues hasta los que más se opusieron aportaron algo.