El gobierno del presidente López Obrador venía precedido de mucha actividad como presidente electo. A casi un mes de gestión, pasó de la campaña a hacer política. Lejos de toda la palabrería de promesas en campaña, las acciones de López Obrador harán sentido en lo plasmado en el nuevo Paquete Económico y Presupuesto de 2019 (https://bit.ly/2LfvWxH). Hoy el presupuesto austero está evidenciando a muchos sectores “autónomos y libres” ―a conveniencia― con los recortes a éstos mismos.

¿A quiénes “acalambran” los recortes presupuestales?

En días previos, ya se había cimbrado al Poder Judicial con el tema del recorte de sueldos a altos funcionarios. Los miembros del Poder Judicial nunca se habían manifestado ante las innumerables injusticas que hay en el país, pero sí lo hicieron cuando se trató de sueldos y recursos para su beneficio. El resultado fue una “estira y afloje” entre los tres Poderes de la Unión. Pero más allá de sus diferencias, el Poder Judicial también está en campaña y también hace grilla. Habrá elecciones en la Suprema Corte de Justicia en enero próximo, este rasgo explica el motivo de tanto alboroto en las últimas semanas en el Poder Judicial.

Se espera que el presupuesto sea alrededor de 6 por ciento mayor con respecto al del 2018. Habrá que ver cuánto se ejerció en realidad este año que termina contra lo presupuestado para el año entrante. Pero más allá de si será mayor o no, los recortes han movido aguas que antes no se animaban a siquiera mirar.

Los recortes presupuestales habían alcanzado a las universidades públicas, algunos Estados y al llamado ramo 23. El sexenio pasado fue gala de opacidad y corrupción en todos los niveles de gobierno. Ejemplos como Veracruz y Sonora, se sabía que mucho del dinero mal usado por el PRI y PAN, terminaría siendo para las campañas electorales de esos mismos partidos y no para el uso que deberían tener asignado. También vimos cómo se “destapaba” la cloaca de la deuda pública de solo algunos Estados, mañosamente no de todos. Sería interesante revisar la deuda pública de las Entidades más importantes como el Edomex y Jalisco, así como sus municipios.

Era de esperarse que, si el ramo 23 sirve de “bolsa” para Estados y municipios, hoy si levantan la voz estos niveles de gobierno ante el recorte. Este ramo tendrá un recorte de recursos aproximado del 31 por ciento. El gobernador de Jalisco ha manifestado su descontento ante este recorte que afecta a los municipios de su entidad. Enrique Alfaro tendrá que lidiar con la deuda pública de su Estado y municipios que dejaron administraciones pasadas, incluyendo la suya como alcalde de Guadalajara. Pero el gobernador jalisciense se ha visto de gira por todos los medios de comunicación nacionales promoviéndose ―o destapándose como candidato a 2024― con la bandera del “opositor”.

Es de esperarse que la afectación a municipios y Estados por el recorte afecte, sobre todo a la obra pública. Pero también es de esperarse que afecte a muchos gobiernos locales que usaban directa e indirectamente recursos públicos para sus campañas públicas e incluso negocios personales. Para muestra están los exgobernadores Duartes, Borge, Medina, Padrés y muchos más que podrían aparecer en esta lista. El mensaje es “ahora sí pónganse a trabajar con lo justo”, hacer mucho con menos.

Otro gallinero que alborotó el recorte presupuestal fue al de las universidades públicas. Una reducción inicial cerca del 3 por ciento. Aparentemente el gobierno del presidente López Obrador rectificará y corregirá supuestos errores en el presupuesto a universidades públicas. Pero independientemente de si lo hace o no, el gasto de universidades públicas es una cloaca que merecería abrirse.

Algunas universidades públicas cuentan con presupuestos mayores a municipios e incluso que algunos Estados. Algunas de las universidades públicas sirven de comodín político de algunos partidos o incluso de varios. Gastos excesivos que se esconden en nombre de la autonomía y no terminan en los estudiantes o infraestructura. Grupos o corrientes políticas universitarias gozan de privilegios derivados del uso opaco de los recursos que les son asignados. Un recorte presupuestal puede incomodar a las burocracias doradas de las universidades públicas, pero transferido a los estudiantes que serían los más afectados.

Este presupuesto del presidente López Obrador finalmente también está siendo un presupuesto político. Con errores que posiblemente son intencionados para cimbrar los monstruos políticos ocultos en muchos de los organismos públicos. Finalmente considero que el recorte presupuestal es necesario, faltarían argumentos más sólidos de dichos recortes, pero la señal tan esperada hacia los mercados es buena. Este presupuesto lejos de tener buenos y dudosos puntos, mantiene al presidente López Obrador haciendo política como a él le gusta. Los primeros y más ruidosos quejosos ―universidades, Poder Judicial, gobiernos locales― están haciendo que cuestionen el porqué de sus quejas, sobre todo si en su “libertad y autonomía” duerme un opaco y oscuro uso indebido de recursos públicos (no en todos los casos).

PRIAN siguen sin entender que no son oposición.

Los residuos del Pacto por México siguen en el imaginativo de que ahora son oposición. Lo que un día fue un PAN, hoy solo quedan las migajas con un líder desconocido, sin peso y rumbo político. El PAN arrastra lo que fue un cochinero y un aparente fraude electoral en Puebla. Con esa putrefacta moral reciente, sale las ahora migajas del PAN a cuestionar al gobierno actual. El PRI por su parte, nadie sabe cómo siguen existiendo en el radar político. Los tricolores siguen y creen ser oposición después del cochinero que dejaron el sexenio pasado. Y el PRD al parecer no se han dado cuenta que ya murieron políticamente.

PRIAN no entienden que no entienden.

La oposición política en México ya no se da del todo en los Poderes y diferentes niveles de gobierno, se da afuera, en otros agentes políticos y económicos. Si el PRIAN piensa que reciclar la “grilla” tradicional los hace un contrapeso, me parece que están destinados a la desaparición. La cuarta transformación de López Obrador se dará ―si es que se da― en la medida y alcance del presidente, en la cual si están al alcance los residuos de lo que un día fueron partidos políticos.

El PRIAN y la chiquillada deben aprender del fracaso político electoral de su pasado. Ser oposición como gobernantes sería lo más sensato. Pero hemos visto el caso ya citado de Enrique Alfaro, este candidato ―y a veces gobernador― se manifiesta como una supuesta oposición. Lo cual indica que botará el gobierno de Jalisco antes de concluir su mandato. La ciudadanía hoy exige no solo un buen presidente, sino también una buena oposición y no un producto comercial refrito de la política caduca, como el ejemplo de Alfaro.

Otro ejemplo de la necedad del PRIAN es el tema de la gasolina. En el sexenio pasado ellos aprobaron los aumentos al precio de la gasolina derivado de la Reforma Energética, hicieron dependientes a las finanzas públicas con los precios de la gasolina. Ahora esos residuos del PRIAN apuestan al olvido de la sociedad y exigen bajar el precio de la gasolina, mismo que ellos aumentaron. Siguen sin entender que no entienden.

La agenda la sigue marcando y con mucha mayor fuerza López Obrador. El Paquete Económico y Presupuesto de 2019 le dará al tabasqueño material político de sobra para seguir marcando la agenda. Los verdaderos errores que tenga la gestión del presidente requerirán de una crítica real y no de grillas refritas como en el pasado. Al tiempo veremos qué sucede.

 

Twitter: @Canehu