El comediante Sergio Alejandro Verduzco Rubiera mejor conocido como Platanito, hizo un chiste que no tiene justificación alguna; carente de sensibilidad por el tema de los deudos de la Guardería ABC, donde 49 niños y niñas murieron y poco más de 76 resultaron heridos; y todos ellos entre cinco meses y cinco años de edad.
No, no existe justificación para hacer un chiste de una tragedia, propia o ajena. Pero tampoco existe una razón para quienes presenciaron la monstruosa mención; su antipatía se convierte en complice al suscribir con sus risas (y lo siguen haciendo) a un juego de palabras que alude a un caso donde ninguna responsabilidad fue fincada y ningún funcionario público sancionado o inhabilitado. Y donde además, se ha hecho gala de burlarse de un ejercicio ciudadano público, como lo fue el juicio ciudadano al entregarle a Daniel Karam "Premio al Mérito Nacional" a través el Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Y el caso de platanito no es el único. En el ideario colectivo existe una tendencia a discriminar y desestimar situaciones dolosas que en una sociedad abierta, plural, respetuosa a la diversidad no tienen cabida:
"!!Llega un Indito a Una Zapateria wue: Oiga Siñor Mi da Unos ZapatOs Canada-Dry... !Pero Si Esos Son Refrescos!...!Pus Por Eso Los Quiero!!"
Si usted no ve la discriminación expuesta en este caso, le sugiero convertirse en amigo de Carlos Marín.
Carlos Marín publicó el día de hoy, en "El Asalto a la Razón" un texto titulado "Una patraña que de algo sirvio" sobre la situación que se ha desencadenado a partir de la divulgación de un video donde se afirma el presunto suicidio de raramuris en la Sierra Tarahumara.
Carlos Marín al intentar ironizar sobre el tema de la hambruna de los raramuris en la Sierra Tarahumara lo califica de patraña más agrega un tema que nos debe incomodar tanto como el caso de la Guardería ABC.
"Superó de calle a otra célebre invención: la de la viejita de la Zongolica dizque violada tumultuariamente y asesinada por soldados."
El caso Zongolica, forma parte de las investigaciones truncas de este sexenio y donde autoridades señalaron que la señora Ernestina Ascencio, de 73 años de edad, había muerto de una gastritis.
La anciana, originaria de la congregación Tetlazinga, municipio de Soledad Atzopam, fue encontrada por sus familiares tirada en una ladera de un monte a donde había llevado a sus animalitos a pastar y afirmó ”Los soldados se me echaron encima”.
Sin embargo, las autoridades sostuvieron hasta el olvido del caso, que murió de gastritis. Ella fue exhumada y las autoridades ratificaron su afirmación de muerte natural, ante el estupor y cuestionamiento de forenses que practicaron la primera autopsia, de la comunidad y de organizaciones de derechos humanos.
Libertad de expresión... claro ¿y la responsabilidad que se tiene al encabezar un medio? o bien ¿ser parte de un panel de análisis de un medio masivo como lo es televisa? o pero aún ¿ser referente para los aspirantes a periodismo?
Ignorar esto, resulta una gran payasada.
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Se agradece la precisión sobre el lugar donde fue encontrada Ernestina Ascencio.