Pedir que no se odie a un candidato significa, entre los fanáticos de Twitter, ser un “perro vendido”.

 

Rechazar, por pragmatismo, apoyar a un candidato que se volvió pragmático, equivale a “traición”.

 

Son antidemocráticos, en mi opinión, los juicios como este: “Si gana EPN habrá conflicto social”.

 

Si gana Peña Nieto, ganó y ya. Esto es lo democrático.

 

Solo habrá conflicto social si, como en 2006, hay fraude electoral. Pero no lo veo en 2012.

 

Apoyé a AMLO mientras se mantuvo convencido de que no todo se vale con tal de ganar una elección.

 

Cuando AMLO decidió que, para ganar, debía acercarse a gente con la que no coincido, me alejé.

 

Cuando AMLO decidió que los cinco años de diferencias con los chuchos podían olvidarse, me aparté.

 

Si se trata de actuar con pragmatismo, me dije, aplicaré mis propios criterios, no los de AMLO.

 

Para mí, ser pragmático es hacer mi trabajo de la mejor manera posible. Y mi trabajo es el periodismo.

 

No estoy cerca de EPN ni del PRI. Pero, como periodista, veo que se abusa con la campaña de odio en su contra.

 

Mi pragmatismo me empuja, nada más, al periodismo más o menos objetivo.

 

Como periodista que quiere ser objetivo, estoy obligado a tratar de presentar las cosas como son.

 

Pero, para los fanáticos del Twitter, presentar las cosas como son representa una  “traición”.

 

Por un proyecto de cambio político dejé el periodismo objetivo y ejercí el periodismo militante.

 

Hoy, alejado de ese proyecto político, dejo el periodismo militante para tratar de ser periodista objetivo.

 

Sigo pensando que AMLO es la mejor opción para llegar a la Presidencia. Votaré por él. Pero nada más.

 

No votaré por Peña Nieto. Pero repruebo las campañas de odio en su contra.

 

Si gana Peña Nieto no será por el fraude electoral, sino por los malos gobiernos del PAN.

 

Me sorprende que la izquierda se lance con todo contra EPN y nada diga de lo malo que ha sido el panismo.

 

AMLO, que se opuso a la alianza izquierda-PAN, en campaña parece coordinado con Vázquez Mota.

 

Ha sido ineficaz, para AMLO y para JVM, dedicarse en exclusiva a golpear a EPN. Deberían entenderlo.

 

Lo que debieron haber hecho AMLO y JVM era atacarse entre ellos para que solo uno compitiera con EPN.

 

Al no cuestionarse entre sí AMLO y JVM dividieron el voto anti PRI y favorecieron a EPN.

 

AMLO, para poder competir seriamente con EPN, debe dejar con toda claridad a JVM en tercer lugar.

 

Y JVM, para poder competir seriamente con EPN, debe dejar con toda claridad a AMLO en tercer lugar.

 

Todavía tienen tiempo AMLO y JVM de modificar sus estrategias.

 

Así veo las cosas. Si esto me convierte en “perro vendido” o en “traidor”, pues qué suerte la mía.