Yo sí, me emocioné, pero es porque soy del pasado. Me pregunto si existen personas que aun conservan sus pepsilindros. Soy de esas que desde primaria hasta hoy, le llaman a cualquier cilindro ?pepsilindro?, mucho tiempo después caí en cuenta que sólo se llamaban así por la empresa que los distribuía.

También me pregunto ¿Dónde estará Cuauhtémoc Blanco? él es quien debería estar dándole duro y tupido a esta campaña noventera de  ?Pecsilindros? y NO metido en la política. Pero como diría (en paz descanse) Mamá Goya ?esa... es otra historia?.

¿Por qué regresaron?

Algunos mencionan que los pepsilindros están de vuelta para hacernos recordar viejos tiempos, pegarnos en donde más nos duele a los mexicanos? en los sentimientos nostálgicos que embargan el alma.

Otros opinan que regresaron como una simple estrategia de la refresquera para poder vender su producto, rechazado por muchos. Aquí podemos darnos cuenta que la mercadotecnia es taaaan poderosa que hace que las personas beban algo tan sinsabor como la Pepsi (a cambio de un codiciado pepsilindo). En fin, el chiste es sacarle jugo a la situación. 

Aunque admito que me dio nostalgia el regreso de los pepsilindros, también admito que NO compraría uno a estas alturas de la vida. A continuación mis motivos:

Se salía todo, se chorreaba el contenido pues, era cosa de meterlos en la mochila y todos los libros y libretas empapados por la fuga. Después ahí tenías a tu mamá regañándote por el ?desmadrito? que ocasionó, no tú, tu pepsilindro.

Al día siguiente por mucho que lavaras el pepsilindro, seguía oliendo a la bebida del día anterior. Lo peor del mundo era echar agua natural, pues parecía que tomabas pis. (pipí meados, orina, orín, etc).

Si los dejabas en la mochila ¡UN SÓLO DÍA! y no se lo dabas a tu madre para que lo lavara, se hacía negro, se pudría, le salía hongo. Y obviamentee  también? te tocaba regaño por dejar que tu pepsilindro se pudriese. Peor tantito si te ponían a lavarlo a ti, era muy difícil, sobre todo por las onditas flexibles que tenían los popotes.

Ardía Troya si se te llegaba a perder el pepsilindro en la escuela, y más si era el de Piolín, Silvestre o Porky.

¡Qué buenas épocas! ¿no?

Claro, fue toda una revolución, juntar tus cuarenta y tantas corcholatas para obtener un pepsilindro, escuchar tu cassette en el walkman, jugar a la comidita y ver Alf.

Pero estamos en el 2015, las cosas han cambiado bastante, ya quiero ver que lleven sus pepsilindros al gym o cuando anden corriendo, o  que sus hijos quieran llevar un pepsilindro a la escuela, porque además son estorbosos como ellos solos.

[Pensamiento chairo]

Los pepsilindros son una cortina de humo por parte del gobierno de Peña Nieto, para olvidar los problemas del país y recordar que caaaaasi todo era mejor en el pasado.