Es complicado vivir en un lugar donde las soluciones médicas no abundan y las que hay son de altísimo valor.
Un ejemplo muy claro es la industria de la medicina que ayuda contra el dolor. Los opiáceos son medicamentos que se elaboran con opio o contienen opio. Entre los más comunes tenemos a la codeína, la heroína y la morfina. Estos medicamentos, imitan la actividad de las endorfinas, sustancias naturales que produce el cuerpo para controlar el dolor. Estas se consiguen únicamente con una receta médica de un especialista, por lo general algólogos pues estos medicamentos requieren un cuidado especial al ser altamente adictivos.
Es conocido por toda la industria médica que el uso de opioides causa adicción y que, aunque estos están pensados como una solución temporal, muchos de estos se usan para controlar el dolor de enfermedades crónico-degenerativas como la artritis en todas sus denominaciones o cuando ataca el cáncer. Es gran auxiliar en el tratamiento de dolor, pero el problema de la adicción y el costo hacen que estas medicinas no sean las más viables para el tratamiento prolongado de las enfermedades crónicas.
El costo de tabletas de oxicodona de 10 mg con 30 unidades, ronda por los 1,000 pesos. Si el doctor se las receta 3 veces al día son alrededor de 3,000 pesos al mes, 36,000 pesos al año. Además de esto, el costo de la adicción y del aumento de dosis pues muchos de estos medicamentos dejan de ser efectivos y se tiene que subir la dosis para obtener el mismo efecto.
El papel de los opioides es esencial en el manejo de dolor severo, pero necesita ser recetado y manejado cuidadosamente para minimizar los riesgos de abuso y mal uso.
Muchos oímos la palabra “marihuano” como un despectivo de una persona que decía incoherencias, andaba fachoso y no era confiable. Marihuano era lo que le seguía a borracho, pero con menos clase. Seguramente nuestras abuelas, a las que les tocó vivir tiempos revolucionarios vieron a esos marihuanos y de ahí la denominación. El Cannabis o la marihuana es una hierba llena de tabúes. Y para muchos es complicadísimo entender la diferencia entre la marihuana medicinal y la recreativa.
La ciencia avanza con investigaciones concretas sobre el uso y aplicación de la hierba y sus compuestos en tratamientos donde otros medicamentos no tienen cabida. Según los datos de la investigación hecha por científicos de la Universidad de Michigan, publicada en Health Affairs , el 62.2% de los portadores de una licencia para usar cannabis medicinal sufren de condiciones de dolor crónico. Los usuarios de cannabis buscan opciones más seguras derivadas de los problemas de adicción conocidos por usar opioides.
El autor de la investigación, Kevin Boehnke, comenta que el CBD (cannabis sin el alucinógeno) tiene evidencia médica como antiinflamatorio y auxiliar contra el dolor, cosas necesarias para los que sufren dolor crónico. El CBD a diferencia del THC (el alucinógeno) no tiene los riesgos que regularmente se asocian con el cannabis como la intoxicación y la discapacidad en los usuarios.
MamáCultiva
MamáCultiva es una ONG de origen chileno que agrupa madres de niños con epilepsia refractaria, cáncer y otras enfermedades que no tienen mejora con la medicina tradicional. Han encontrado en el cannabis una solución terapéutica a estas enfermedades. Buscan ayudar a las familias a través de talleres para el manejo de esta planta con autocultivo y cultivos comunitarios. En otras palabras, estas mamás generan su propio medicamento a falta de soluciones a costo adecuado por parte de las farmacéuticas y de permisos de gobierno para la venta de medicamentos con el componente cannabis.
Estas mamás cultivan algo que está en el limbo de la ilegalidad pues se supone que el año pasado hay una ley que permite la producción y venta del cannabis con fines medicinales. Pero, no existe el “instructivo” de cómo hacerlo. Es decir, es legal el cannabis, pero es ilegal pues todavía no se determinan las maneras de comercializarlo. Y así se lleva más de un año atorado.
En esta ONG han planteado casos para que se solucione de una vez por todas esta controversia del cannabis. Hay niños que la necesitan y los procedimientos gubernamentales están tardándose mucho y más tratándose de casos donde los niños necesitan soluciones.
Hoy en la mañana en el noticiero de Paola Rojas, estuvo la abogada Luisa Conesa, activista y defensora de Carlos, hijo de Margarita Garfias. Garfias logró ganar un amparo para su hijo para el uso de cannabis medicinal por parte de la Suprema Corte de Justicia para que la Secretaría de Salud emita un reglamento para el uso del cannabis medicinal. Este amparo no solo será personal sino extensivo a todos los usuarios de cannabis medicinal.
Dice Conesa que el medicamento aprobado por la Copefris para el tratamiento de la enfermedad de Carlos costaba 6 mil pesos mensuales contra 2 mil pesos anuales del tratamiento basado en cannabis. Gran diferencia de gasto.
Luisa Conesa, también comentó en la entrevista que el proceso de 180 días hábiles para entregar un reglamento del Cannabis medicinal comenzará cuando la suprema corte termine su tramitología y pueda enviar este mandato a la Secretaría de Salud.
Sería algo bueno que la Secretaría de Salud no esperara a que llegara la orden para empezar a trabajar sobre el reglamento y que este estuviera listo sin que tuvieran que pasar los 180 días de plazo.
En un gobierno tan cercano a la gente y con una solución accesible para los problemas de salud de muchas personas, el tener este reglamento lo antes posible le daría la oportunidad de tener una mejor vida a muchas personas. El uso del cannabis medicinal es una realidad en muchos otros países, es momento que lo sea también para los mexicanos.