I.- “Bajo reserva” de El Universal comenta el escándalo de los anónimos contra Televisa:
Dice la columna política más importante del diario de Juan Francisco Ealy Ortiz que la televisora de Emilio Azcárraga está “bajo el fuego de anónimos”.
Hace referencia “Bajo reserva” al hecho, difundido en el diario estadounidense The Wall Street Journal, de que en abril se emitieron correos electrónicos con denuncias contra directivos de la televisora por presuntos actos de corrupción.
Los mensajes, dice El Universal, llegaron a directivos de Televisa e inclusive a las autoridades.
Pero, al parecer, Televisa no ha hecho nada malo: una firma independiente de Nueva York ha estado investigando y no ha encontrado ninguna irregularidad.
Según El Universal, tales denuncias anónimas son comunes en Estados Unidos, pero es la primera vez que se dan en suelo mexicano.
La columna política del periódico de Ealy Ortiz se pregunta quién desde Estados Unidos está detrás de los ataques a Televisa y qué persigue.
II.- El Financiero detalla el anónimo: Televisa esconde en el Estadio Azteca dinero en efectivo de gobiernos y partidos políticos
El diario especializado en finanzas y negocios de Manuel Arroyo cita al WSJ en estos términos:
√ “Una carta anónima enviada al consejo de Univisión y presuntamente también al Departamento de Estado de EU acusa a Televisa de un supuesto fraude multimillonario por la venta de infomerciales a gobiernos y partidos”.
√ La carta “de un remitente anónimo derivó en una investigación al interior de Grupo Televisa sobre un supuesto fraude por mil millones de dólares”.
√ La misiva “denuncia que el dinero en cuestión provino de la venta de ‘infomerciales’ a gobiernos estatales, al gobierno federal y a partidos políticos”.
√ El dinero, según el anónimo, llegó “en efectivo y en valijas al Estadio Azteca”, donde se registró “como ingresos correspondientes al cobro por eventos especiales celebrados en el recinto”.
III.- “Trascendió”, de Milenio: acusan a De Angotia pero no hay nada irregular
La columna política redactada por los directivos del diario de Francisco González aporta un dato más: los anónimos en particular atacan al vicepresidente ejecutivo de Televisa, Alfonso de Angoitia.
Pero, afirma “Trascendió”, el anónimo desde Estados Unidos “se percibe como un ataque para manchar la reputación de una empresa mexicana exitosa”.
Afortunadamente, según la columna de Milenio, “Televisa ‘tomó el toro por los cuernos’ y nombró un auditor independiente que no ha encontrado ningún indicio de irregularidad”.
La columna dice que “la prensa especializada de Estados Unidos no se compra denuncias que, según señala el WSJ, están plagadas de falsedades y hasta de errores ortográficos”.
Milenio, por lo demás, apunta que consejeros independientes de Televisa, como Enrique Krauze, “salieron a defender la gestión del equipo de Emilio Azcárraga y la actuación de una de las pocas empresas mexicanas que cotizan en los mercados internacionales”.
III.- Ni “Trascendió” de Milenio ni El Financiero ni el WSJ responden la pregunta de “Bajo Reserva” de El Universal
La pregunta importante es la de la columna de El Universal: ¿Quién desde Estados Unidos está detrás de los ataques a Televisa y qué persigue?
Cuando parecía que nadie daría una respuesta, llega Joaquín López-Dóriga y con un simple “patrocinadora” da una pista acerca de cuáles son sus sospechas y, tal vez, las de Televisa.
IV.- ¿Acusa López-Dóriga a María Asunción Aramburuzabala de estar detrás de anónimo?
En su columna de Milenio, Joaquín López-Dóriga empieza citando a su otro yo, el filósofo Florestán: “Hacen de una acusación, una sentencia”.
Después el todavía principal periodista de Televisa dice:
√ “El libelo siempre busca dañar a partir de hechos falsos, por eso no tiene rostro, aunque sí huellas”.
√ En el anónimo de 15 páginas se “hacen una serie de acusaciones contra Alfonso de Angoitia que rebasan la ficción y que el mismo diario desecha cuando hablan de mil millones de dólares en una caja fuerte que se escondieron en el estadio Azteca y que de ahí se pasaron, en efectivo, a sus cuentas bancarias”.
√ “La ofensiva es contra Televisa, una más, otra que no será la última”.
√ “Sé que un despacho de abogados en Nueva York hizo la investigación a petición de Emilio Azcárraga y sé, también, que han desechado lo que han leído y revisado en bancos y otras instancias”.
√ “El anónimo incluye datos personales de Alfonso, datos que dan una línea para descubrir al patrocinador, o patrocinadora, y a los operadores de esta ofensiva que tienen como común denominador el rencor a esta casa y sus antecedentes en la misma”.
√ “En ambos casos la punta del hilo que lleva a esa madeja es visible. No se puede hacer una ofensiva de este tamaño sin dejar la huella”.
Es claro que Joaquín al hablar de la posible “patrocinadora” se refiere a la señora Aramburuzabala, una mujer honorable que ha acusado al periodista de haberla chantajeado.
V.- ¿O podría haber otra “patrocinadora” con los tamaños que se necesitan para una ofensiva de ese tamaño contra Televisa?
Si López-Dóriga hubiera dicho que hay huellas de los patrocinadores del anónimo –así, en masculino: patrocinadores– se podría pensar en al menos 10 mexicanos poderosos y con suficiente dinero como para lograr que una simple carta, supuestamente falsa, se convierta en un escándalo mediático en la prensa de Estados Unidos.
Pero al feminizar su acusación –la patrocinadora que dejó su rastro– Joaquín López-Dóriga, que suele escribir como vocero de Televisa, parece haberle puesto nombre a la acusada: María Asunción Aramburuzabala.
¿O hay en México otra mujer con los tamaños y “el rencor a esta casa (Televisa) y sus antecedentes en la misma"?
¿Rencor a Televisa o pleito legal con el propio López-Dóriga?
La señora Aramburuzabala, recordémoslo, estuvo en Televisa. Seguro tuvo trato con De Angoitia. Pero ello no es suficiente para hablar de "rencor".
¿Ella es la “patrocinadora” de la que habla López-Dóriga?
Joaquín podría estar cayendo en la difamación.