Nunca en la vida había habido un campeón mundial de peso completo de origen mexicano. Andrés el Destroyer Ruiz lo consiguió, salta ala vista su físico, porque es poco ortodoxo, no porque esté mal, lo que pasa es que en estas épocas somos muy “shalalalistas” y decirle gordo a alguien o gordito es discriminatorio, sin embargo la costumbre de ver boxeadores con cuerpos atléticos, poderosos, que se ve que trabajaron fuerte en el gimnasio, es lo que hace resaltar a Andy Ruiz, las apuestas las tenía en contra por una cantidad máxima a uno.
Regularmente gordo o gordito es reflejo de una persona lenta para atacar y más lenta para defenderse, pero Andy Ruiz fue la excepción de la regla, en la pelea se vio bastante rápido y sobre todo poderoso, Rocky Balboa dijo que era el Rocky Balboa latinoamericano, difiero mucho de eso, Rocky Balboa fue un personaje de películas, ficticio, no real y Andy Ruiz es de verdad.
Pero la principal desventaja de Andy Ruiz no fue lo gordito, la principal desventaja que eludió y es digno de admirarse fue la estatura, en el boxeo, es uno de los factores más importantes, porque quien tiene esa ventaja mantiene a raya a su oponente con rectos al rostro o jabs, haciéndole imposible al de menor estatura entrar a dañar al alto. La estatura de Antonhy Joshua es de 198 cms. y la de Andy Ruiz 188 cms, diez centímetros de diferencia, el alcance de Antonhy Joshua es de 208 cms. El alcance de Andy Ruiz es de 188 cms. Si sumamos la diferencia del alcance y altura nos resulta que Anthony Joshua tenía una ventaja de 40 cms., que Andy Ruiz supo eludir.
La historia de Andy Ruiz se parece a la de Rocky porque pidió la pelea por Instagram, bueno Rocky no le dieron la pelea por Instagram, no existía Instagram, pero no estaba en la lista de posibles peleadores por el campeonato, resulta que el peleador en turno dio positivo en la prueba de antidoping, el norteamericano Jarell Miller; el segundo en turno era el cubano Luis Ortiz, pero no aceptó la contienda, fue cuando Andy Ruiz pidió la oportunidad ofreciendo ser más aguerrido que los dos boxeadores en turno y que le ganaría la pelea. Evidentemente al ver su imagen se rieron de él, con la pena, pero cualquiera lo hubiese hecho, lo que no vieron es que tenía un récord de solo una derrota en 32 peleas y que 22 de esas victorias las había ganado por nocaut. Claro que Antonhy Joshua confió en su poderío ya que él había ganado en sus 22 peleas 21 por nocaut.
Le aceptaron que fuera el retador de la pelea de campeonato con un mes previo a la fecha programada, si bien Anthony Joshua confiaba en su espectacular preparación física, así como en su poderío con los puños, Andy confiaba en su osadía y en sus puños. Más que un Rocky Balboa, Ruiz se presentó como un Tyson con poco estilo, pero mucha efectividad, además de contar con una fuerte resistencia. El Destroyer fue mandado a la lona con una combinación de golpes que culminan con un izquierdazo que lo cimbró, después de levantarse Ruiz recibió una buena andanada de golpes que aguantó, en el intercambio logró conectar un derechazo y un izquierdazo de efecto semi retardado, para acomodarle otros tres golpes al campeón y mandarlo a la lona, Joshua se levantó para volver a ser sometido en el intercambio de golpes, para volver a caer a la lona, siendo salvado por la campana, eso fue en el tercer asalto. Ruiz ganó la pelea en el séptimo round.
La pelea no fue una casualidad, fue aguerrida de parte de los dos boxeadores, pero haber contrarrestado la estatura de Anthony fue la principal virtud del Destroyer Ruiz, no sé si decirle felicidades al gordito o felicidades al chaparrito con 188 centímetros de estatura, mejor la dejamos en felicidades al Tyson mexicano.
Don Julio, hablemos del Destroyer Ruiz