El escándalo de los #PanamaPapers, la mayor investigación periodística jamás publicada según el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) no pudo llegar en mejor o peor momento para el PRI, cuyas posibilidades de quedarse con Los Pinos en el 2018 cada vez parecían más lejanas. 

Por un lado, se añade a la larga lista de escándalos que han sacudido a los miembros de ese partido durante esta administración. La Casa Blanca del presidente Peña Nieto, las casas de Videgaray y Osorio Chong, la "salpicada" política de la tragedia de Ayotzinapa, el escándalo relacionado con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el Chapo, entre muchos otros. 

Sin embargo, el hecho de que ninguno de los 'peces grandes' del tricolor haya sido señalado directamente como propietarios de empresas 'offshore' en paraísos fiscales, también representa una oportunidad para el partido gobernante de recuperar un poco de su capital político rumbo al 2018, y es eso justamente lo que, aunque sea oficialmente, parecen querer hacer. Claro, que lo oficial no es, casi nunca, lo cierto. 

Aquí es donde entra una figura clave del "nuevo PRI" que tanto ha dejado qué desear: Luis Videgaray. El secretario de Hacienda y Crédito Público es uno de los aspirantes a suceder a Peña Nieto, aunque no tenemos muy claro en qué lado de la balanza se para el funcionario. Llegó a su secretaría con un currículum impecable, mismo que se ha ido manchado con el paso de los años, poniendo en duda que él sea el elegido por el PRI para ser el candidato dentro de dos años. Entre otras cosas, destaca lo polémico de su Reforma Hacendaria, la caída del peso frente al dólar (de la que lo culpa la opinión pública, aunque entran en juego muchos otros factores macroeconómicos), y los recortes presupuestarios que el Gobierno Federal se vio obligado a hacer en enero del 2015 derivado de la caída en los precios del petróleo. 

Ahora, a Videgaray le cae una grandiosa oportunidad de consolidarse. Como el último encargado de la administración tributaria en el país, es el indicado para dirigir la investigación en contra de los mexicanos que, según la información publicada por periodista de todo el mundo, han movido millones de dólares en empresas offshore para evitar el pago de impuestos. Todo esto lo destaca Federico Arreola, director de SDP Noticias, en su columna publicada este lunes. 

Aristegui Noticias y la revista Proceso destacan a uno de los varios señalados: Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa, uno de los principales contratistas del Gobierno mexicano; Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca; Francisco Javier Rodríguez Borgio, dueño de Big Bola Casinos y Grupo Gasolinero Mexicano; entre varios otros. 

El conflicto que surge para Videgaray es que el 'pez gordo' del escándalo, Hinojosa, es amigo del Presidente y por consiguiente, probablemente suyo también. Entonces, el funcionario se enfrenta a una decisión de "tomar el toro por los cuernos" de una vez por todas y ganar de nuevo el apoyo de la ciudadanía, o hacer "de la vista gorda" tras los Panama Papers y sólo dirigir una pseudo-investogación que no lleve a ningún lado. Este último escenario equivaldría al suicidio político de Videgaray, dejando en claro que beneficia a sus amigos ante las leyes, aún con la evidencia tan contundente que representó el 'leak'. 

Es cosa de esperar.

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