El presidente saliente de Coparmex es un irresponsable. Gustavo de Hoyos termina su período el 31 de diciembre. Ya hay un sustituto. Pero se ve que no se aguanta las ganas de dañar al sector privado y avanzar en sus objetivos políticos personales al costo que sea. Quiere ser presidente de la República y ya no tendrá plataforma ni organización. Eso le preocupa enormemente.

Y para avanzar en sus fines políticos, De Hoyos ya se consiguió dos acompañantes, Enoch Castellanos, presidente de Canacintra y Bosco de la Vega, presidente saliente del Consejo Nacional Agropecuario.

Hoy publican los tres un comunicado pésimamente redactado. Es penoso que el señor presidente de Coparmex no sepa escribir. Desconocen la firma de las organizaciones del sector privado, los líderes obreros y el gobierno para seguir negociando sobre la iniciativa en torno a la subcontratación. Pero vayamos a los hechos.

En realidad, las tres organizaciones que están en minoría, se opusieron a un acuerdo que firmaron la mayoría de las organizaciones empresariales, el sector obrero y el gobierno para lograr más tiempo en el análisis de una situación delicada.

Parecería que el señor Gustavo de Hoyos apoya a las factureras y a las empresas que utilizan las prácticas abusivas e ilegales de subcontratación.

Lo que todo mundo quiere es proteger los empleos y los ingresos de las familias. El señor De Hoyos, no.

Hasta donde yo sé, la iniciativa elimina la posibilidad de la subcontratación de personal (outsourcing - insourcing) que es cuando una persona física o moral proporciona, o pone a disposición, trabajadores propios en beneficio de otra conservando la figura de patrón. Con la reforma, ahora se permitiría la subcontratación de servicios especializados o ejecución de obras especializadas. Se permitirían únicamente cuando no formen parte del objeto social, ni de la actividad económica preponderante del beneficiario (la limitante en su caso debería sólo estar relacionada únicamente con la actividad preponderante, y permitida para trabajos temporales).

Ahora el contratista deberá estar en un registro de la Secretaría del Trabajo en un padrón público nacional (con afirmativa ficta de 20 días). Debe formalizarse mediante contrato escrito.Las partes sujetas al contrato serán responsables solidarios.

Además, parecería que el señor de Hoyos no entiende que cuando se trate de contratos de servicios u obras especializadas, y no de subcontratación, no se requerirá que las empresas que prestan servicios, o realizan obras, cumplan con el requisito de estar registradas.

Los que conocemos la naturaleza de los negocios aunque no seamos grandes empresarios, sabemos que la eliminación del “insourcing” exige establecer un tope al PTU. Y eso está pendiente. Para eso convocó el presidente AMLO a todos los líderes obreros esta mañana. Y eso requiere tiempo. Se tiene que negociar también la entrada en vigor de las nuevas reglas en los artículos transitorios, para que no dañen la situación fiscal de las empresas.

El señor Gustavo de Hoyos no entiende que siguen la negociaciones. No hay acuerdos todavía. Pero para lo que sí es bueno es para querer mostrar fracturas donde no las hay. El sector privado, en su mayoría, sigue unido y trabajando. Ningún líder empresarial busca candidatura, como sí lo hace De Hoyos de manera irresponsable.

Por cierto, si fuera candidato en 2024, perdería. Entonces no lo será. Los partidos de oposición no van a suicidarse con semejante pelmazo.