AMLO. Sin duda. Como el guion del “Renacido” que escenifica Leonardo DiCarpio, vino desde atrás, y tras dos intentos, ganó la presidencia de México, en un ejemplo de tenacidad, ofreciendo la esperanza y el cambio que los mexicanos clamaban a gritos. Su primer mes recuerda “los 10 días que conmovieron al mundo”, de John Reed. Ha abierto múltiples frentes, tomado decisiones controversiales. Manteniendo la esperanza en los más, pero también despertando temores en segmentos importantes de la sociedad mexicana que votaron por él.
PERSONAJE DEL AÑO
LA TRAGEDIA
La muerte, sorpresiva, trágica, de Martha Erika Alonso, gobernadora de Puebla, y de su marido Rafael Moreno Valle, senador panista, por el desplome del helicóptero en que viajaban. Por el antecedente de relaciones ríspidas del otrora poderoso clan que encabezaba el político poblano con el propio AMLO y su gobierno, esta desgracia puso por vez primera contra la pared a la nueva administración, despertando el asedio en las redes sociales y múltiples especulaciones.
EL SACRIFICIO
Como en un ritual azteca, José Antonio Meade, el candidato del PRI a la presidencia de México, vivió algo parecido a un sacrificio político. Los mexicanos actuaron con saña el 1 de julio. Hastiados de la zaga de corrupción e inseguridad del presidente Enrique Peña Nieto, que terminó como el mandatario más impopular de la historia moderna, los votantes literalmente destazaron al legendario partido arrinconándolo al tercer lugar, reduciéndolo a la condición de chiquillería política. Un buen hombre y un pésimo momento partido y mentor.
EL OSO
La nominación corresponde a Jaime Rodríguez Calderón, El “Bronco”, gobernador de Nuevo León. En una aventura fallida de antemano, una Crónica de una Derrota Anunciada, jugó su capital político con una candidatura a la presidencia, pese a la advertencia de sus gobernados neoloneses a quienes dejó colgados de la brocha. Pésimo gobernador, a quien le quedan muy grandes los zapatos que calzaron José Eleuterio González, “Gonzalitos”, Bernardo Reyes, Ignacio Morones Prieto o Alfonso Martínez Domínguez. Cosechó lo que sembró: una desaprobación peor a la que tuvo Peña en NL. Y apestó a la marca independiente, cuyas expectativas él mismo había elevado por las alturas en 2015 al arrebatarle la gubernatura del estado al PRI.
EL RETORNO
Elba Esther Gordillo, la exdirigente magisterial encarcelada por el gobierno de Peña Nieto a principios de esa administración. Como en una trama shakesperiana de juegos de poder, tejida por rumores de apoyos a López Obrador en su campaña presidencial a cambio de un trato favorable de parte de la justicia que la liberó en un fallo controvertido, la Maestra volvió por sus fueros, buscando imponer su fuerza en el sindicato que encabezó.
EL FIASCO
La nominación unánime es para Ricardo Anaya. Su hambre de poder y ambición desmedida por una candidatura presidencial dejó hecho trizas a su partido, dividido, alejado de sus principios, ideario, de la brega por la eternidad y la misión de cosechar almas que encomendó el fundador del PAN Manuel Gómez Morín. En los debates estuvo claro que vencía pero no convencía. Jamás le creyeron. Además se devoró a sí mismo con su zaga de corrupción en negocios inmobiliarios, factura que le cobró el electorado.
EL INDESEABLE
Gerardo Fernández Noroña se lo ganó a pulso. El siguiente tuit lo marcará para siempre:
Miren @RafaMorenoValle era terrible Su mujer, @MarthaErikaA su cómplice. Los combatí por lo que representaban y lamento que hayan perdido la vida en el accidente del día de hoy.
Sus méritos son amplios para esta categoría. Además de falto de respeto a la muerte, bolivariano, admirador de Maduro y Castro, miembro destacado del ala radical de MORENA, que despierta temores y desconfianza entre muchos mexicanos.
LA PIFIA
La cancelación de Texcoco. El manotazo a la clase empresarial para ver quién manda, y hasta la sospecha de corrupción y grandes negocios de los gestores de NAIM en Texcoco, no alcanzan a explicar este error que ya dejó marcada a la administración de López Obrador, le costará a la nación cientos de millones de pesos, y deja muchas preguntas sin respuesta. ¿Por qué decidirlo en una consulta donde participaron menos de 1% de los electores? ¿Por qué tirar a la basura un proyecto de vanguardia que demoró años en planearse y llevaba más del 25% de avanzado? ¿Por qué desecharlo si con una ingeniería ya construida, no le habría costaría un centavo adicional al erario? ¿Por qué rechazar una propuesta de los empresarios de culminarlo sin cargo al gobierno? ¿Por qué recomprar bonos emitidos en poder de extranjeros para financiar este proyecto, con un sobreprecio con cargo al erario? ¿Por qué empañar con esta decisión las expectativas de inversionistas nacionales y foráneos? Y, sobre todo, ¿por qué escoger una opción incierta, como Santa Lucía, sin estudios sólidos, raquítica, frente a la alternativa abortada de NAIM, de un aeropuerto de vanguardia, tipo hub, con múltiples centros de conexiones, a la altura de aeropuertos de Hong Kong o Londres, que habría detonado la demanda de pasajeros extranjeros y generado riqueza para México?
EL ACIERTO
El acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá. Con todo y el halo de desprestigio, gran parte del mérito corresponde a Enrique Peña Nieto y a su negociador Ildefonso Guajardo, aunque no se habría concretado sin el apoyo de último momento de Andrés Manuel López Obrador y el equipo que envió. El trato comercial blinda a México en el principal punto flaco de la 4t: la economía, donde no entienden que no entienden. Más aún, es un teflón contra los exabruptos de Trump y los vaivenes del juego de poder en los Estados Unidos. Fue el mejor acuerdo posible. Y evitó el riesgo de desmantelar enclaves de prosperidad, secuela del acuerdo comercial de 1994, en extensas zonas del país, principalmente de la industria automotriz, en regiones como León, San Luis, Querétaro o Nuevo León, semillero de clases medias y ejemplo de generación de riqueza.
LA NOTICIA DE LOS MEDIOS
El retorno de Carmen Aristegui a la radio mexicana. Tras un despido injusto, que sonó como reprimenda un periodismo crítico, independiente, valeroso frente al poder, cuyo máximo ejemplo fue el reportaje de la Casa Blanca del presidente Peña Nieto, tuvo un retorno a la radio, inesperado, tímido, sin filo, desaprovechando las enormes áreas de oportunidad de brillar retratando los ángulos de controversia de la 4t.