El 21 de agosto de 2001, el gobierno de Tabasco instituyó el Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo, en homenaje a un hombre que hizo de su profesión un apostolado.

Pagés Llergo fue uno de los grandes periodistas mexicanos del siglo XX. Y lo fue no sólo por haber sido corresponsal de guerra y uno de los pocos periodistas latinoamericanos que entrevistó a los líderes más importantes del orbe, sino porque ejerció su trabajo apegado a los principios universales del hombre. La defensa de la verdad, la justicia y la libertad fue la tinta que nutrió su línea editorial en los diferentes periódicos y revistas que fundó y dirigió.

Actualmente la Fundación José Pagés Llergo es presidida por la periodista Beatriz Pagés, la institución responsable de organizar y entregar el premio, cuyo prestigio y aceptación ha crecido entre el gremio periodístico y la sociedad en general.

El Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo nació para reconocer una profesión siempre amenazada por la arrogancia de los poderes políticos y económicos, aunque también ¿por qué no?, por una práctica periodística que se mercantiliza y ha dejado de reconocerse en la fuente original de sus compromisos humanos.

El evento tuvo una gran convocatoria, además de la anfitriona, la periodista Beatriz Pagés, director de la revista Siempre! se dieron cita el secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos; la secretaria de Gobierno de la Ciudad de México, Patricia Mercado; el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa; el presidente del Consejo de Administración del Grupo Empresarial Ángeles, Olegario Vázquez Raña; la antropóloga, Marta Lamas; el abogado y exlegislador, Diego Fernández de Cevallos, entre otras personalidades.

Entre los galardonados sobresale Saúl Sánchez Lemus de Televisa, por reportaje; el columnista de El Universal, Héctor de Mauleón, por sus textos sobre las bandas delincuenciales que operan en La Condesa,  Leonardo Curzio, por conducción de noticias.

También, por su lucha en defensa de los derechos de la mujer, se reconoció a la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Margarita Luna Ramos; por la campaña contra la obesidad y la diabetes, a la exsecretaria de Salud, Mercedes Juan; y por asuntos culturales al secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa.

En esta ocasión Beatriz Pagés destacó en la ceremonia que los premios entregados fueron pensados como una respuesta, una llamada de atención, a lo que actualmente sucede en todo el territorio nacional.

“Lo que hoy sucede en México tiene que ver con un secuestro, con el secuestro de la razón, de la democracia y de los derechos humanos por quienes consideran ser los dueños de la verdad, de la ley y la moral pública”.

“Paradójicamente, quienes más demócratas dicen ser son, a todas luces, los más autoritarios, son quienes asaltan escuelas, bloquean autopistas y vandalizan ciudades para impedir que los niños más pobres de México reciban clases”, puntualizó.

“Hoy dedicamos el Premio José Pagés Llergo a las otras víctimas, a las Fuerzas Armadas, al Ejército mexicano a esos soldados, a esos hombres y mujeres, a esos jóvenes procedentes de los estratos más pobres del país que salen a las calles y a las comunidades, que penetran sierras y cañadas para enfrentar al crimen organizado y cuyo honor y valor es devorado, incluso después de muertos, por la mezquinad”, expuso.