Es un dato ya conocido que para 2030 se estima que la población urbana total en México pasará de 71.6 por ciento a 83.2 por ciento y como hemos mencionado anteriormente, no podemos seguir invirtiendo para privilegiar el uso de vehículos automotores, cuando la gran mayoría de los mexicanos no lo tienen y se desplazan a pie.

Los ciudadanos necesitan banquetas para transitar con seguridad, más ciclovías, contar con un transporte conectado, en el que el adjetivo no sea masivo, si no seguro y efectivo. Distintas instancias, tanto gubernamentales, de la sociedad civil y académicas han manifestado que la prioridad en cuanto a la movilidad urbana sustentable es en este orden: a) Peatones b) Bicicletas e) Transporte Público d) Transporte de carga e) Autos y motos

Por lo que planificar el uso de los recursos públicos que atiendan las necesidades reales a partir de un destino razonable, permitirá dar prioridad a lo que más se necesita, ciudades humanas. Invertir en la movilidad urbana sustentable es invertir también en la seguridad.

En México, derivado de haber incentivado el uso de automotores, sin contar con educación vial e infraestructura para los peatones, ha contribuido a que los accidentes de tránsito sean la primera causa de muerte en niños de 5 a 14 años y la segunda en jóvenes de 15 a 29 años de edad.

Las ciudades y los países que apuestan al transporte motorizado privado, traducen su inversión en mayor congestión vial, que a su vez, provoca la necesidad de incrementar las inversiones en rubros de infraestructura, que en lugar de conectar, solo sirven para soportar la afluencia vehicular en el mejor de los casos.

De ahí que el pasado jueves propusimos desde la tribuna del Senado, un punto de acuerdo para que a partir de la construcción de las políticas públicas y la razonable asignación y posterior ejecución de los recursos, fomentemos el respeto mutuo entre todos los usuarios del espacio público, especialmente, de los más vulnerables, peatones y ciclistas.

La importancia de asignar recursos a través del rubro de infraestructura coadyuvará al mejoramiento de: 1) Intersecciones consideradas como inseguras; 2) Estaciones de transporte público: 3) Infraestructura ciclista e; 4) Infraestructura peatonal.

El Poder Legislativo omitió dotar de presupuesto a esta área durante la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para este 2015.

Y ante ello, la Cámara de Diputados en la LXII Legislatura reconoció que "a pesar de que es un eje estratégico para el desarrollo del país, el PEF no contaba con una asignación para el Programa de Impulso a la Movilidad Urbana Sustentable".

Con respeto a la Cámara de Diputados, el exhorto propuesto está orientado a que en la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2016, se considere aumentar los recursos, que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, deba asignar al "Fondo para el Cambio Climático" a fin de que se promuevan y ejecuten proyectos que con base en el desarrollo de la movilidad sustentable tengan como finalidad la reducción de los gases de efecto invernadero (GEl).

El Reporte Nacional de Movilidad Urbana en México (2014-2015), señala que los congestionamientos viales en las principales arterias que comunican los centros urbanos, conllevan a un deterioro de la calidad del aire y por ende de la salud de la población.

La emisión de GEl es provocado en un 20.4 por ciento por el sector del transporte, de este porcentaje el 16. 2 proviene exclusivamente del subsector automotor, en su mayoría por automóviles particulares.

La Estrategia Nacional del Cambio Climático señala en una de sus líneas de acción que en materia de Movilidad se debe: 1. Promover la evolución hacia sistemas de transporte público, seguro, limpio, bajo en emisiones, accesible y cómodo al fortalecer la interconectividad regional y nacional con la generación de redes multimodales eficientes con el apoyo del gobierno federal, como parte de una política integral de desarrollo urbano y movilidad que reduzca los tiempos y distancias de viaje. 2. Generar incentivos, infraestructura y programas para favorecer el transporte no motorizado, articulado dentro de sistemas integrados de transporte, en el que se dé prioridad al peatón y al ciclista para generar beneficios ambientales y de salud inmediatos.

*@AnaLiliaHerrera

Senadora por el Estado de México y dirigente nacional del Movimiento Territorial.