Y sí: en plena crisis petróleo-financiera y sanitaria, la peor legislatura, los peores diputados que hemos tenido en la era democrática de México, los de MORENA, sesionaron sin oposición.

Hoy nos queda claro que son la continuidad del más siniestro de los priismos. Estos diputados, serviles, entreguistas y pusilánimes, pretenden reelegirse sin separarse el cargo para seguir fungiendo de tapete al presidente. Para nada nos han servido estos diputados que ni por sus rebuznos se distinguen.

Únicamente le han funcionado de apoyo al presidencialismo selvático. Así es. Qué pena de legisladores, calaña de la peor, entusiastas del autoritarismo, han mostrado que no tienen vocación republicana y que desprecian a la democracia.

Sin los partidos Acción Nacional, del Revolucionario Institucional ni de la Revolución Democrática, el partido Movimiento Regeneración Nacional—propiedad del presidente de la República—, y sus satélites adeptos, aprobaron ayer reformas para que actuales diputados y senadores puedan hacer campaña y permanecer en sus cargos hasta el año 2030. Hágame usted el favor.

Y si bien es cierto que fue en 2014, durante el gobierno anterior, cuando se reformó de manera constitucional la reelección legislativa; no obstante, en esta ocasión lo que lograron fue que se aprobara que legisladores puedan realizar actos proselitistas y promover su imagen estando en funciones, lo que definitivamente merma y desequilibra la contienda electoral.

Todo esto sucedió en el marco de una pandemia de coronavirus (COVID-19), problemática que tiene a los simpatizantes del gobierno sin cuidado. Diputados y Senadores de MORENA han sido reiterativos en el sentido de mostrarse indiferentes a la crisis de salubridad.

Entre las medidas preventivas que ha recomendado la Organización Mundial de la Salud es evitar conglomeraciones en espacios cerrados. Imaginen a cientos de diputados morenistas, analfabetas funcionales y roñosos, en el recinto legislativo, a puerta cerrada. No se me ocurre peor foco de infección en este país.

Pero bien decía Marco Rascón esta mañana: la buena, es que MORENA se desplomará; la mala: es que nos caerá encima.