Felipe Calderón ha estado en las últimas semanas muy activo políticamente en medios de comunicación y redes sociales. No es para menos, tiene la agenda de crear un nuevo partido político y seguir en la política para fines que solo él sabe. Tanto se decía que López Obrador era un enfermo de poder y hoy en día el expresidente Calderón parece desesperado ―o forzado― por seguir en la escena política.
El intento de seguir en el “mame” de la política se llama “México Libre”. Pero más que un proyecto político serio, pareciera una agenda de intereses que quieren seguir estando “ahí”. La poca convocatoria que tienen los Calderón supone que México Libre será un nuevo y rotundo fracaso. Felipe Calderón tiene grandes fracasos políticos, ya como expresidente su “carrera política” se ha caracterizado por ser un fracaso continuo.
Me parece que al expresidente se le pueden identificar cuatro grandes fracasos políticos. Uno de ellos como presidente de México y otros tres como expresidente. Los que un servidor considera los grandes fracasos políticos de Calderón, los tropiezos que culminaron la carrera política del expresidente, son los siguientes:
1.- La guerra contra el narcotráfico. Después del supuesto fraude electoral, Felipe Calderón buscó legitimarse con una guerra contra el narco. El resultado de esta política fue un incremento de asesinatos y violencia en lo largo y ancho de México. Hoy en día es unos los principales problemas que tiene México, el origen, es el sexenio calderonista.
2.- El regreso del PRI a la presidencia del país en 2012. Gracias a la polarización que generó Calderón en el PAN, dejó la presidencia del país en bandeja de plata para Enrique Peña Nieto. No solo regresó un partido con desprestigio, sino que trajo consigo a la peor casta de grillos a la presidencia, el grupo Atlacomulco. El resultado, el pacto por México, el colapso de la partidocracia y un incremento de la corrupción en las instituciones públicas.
3.- La fragmentación del PAN en 2018. Si en las elecciones para 2012 no lograron destruir al PAN, Felipe Calderón lo logró en 2018. El expresidente quiso imponer su agenda y a su esposa Margarita Zavala, logrando el debilitamiento del partido blanquiazul. El efecto de esta fragmentación es un PAN con liderazgos invisibles, sin peso y con un partido que sigue los pasos del extinto PRD.
4.- La candidatura independiente de Margarita Zavala. La esposa de Felipe Calderón terminó por ser un personaje gris, sin futuro, sin fuerza, con más pena que gloria. Ni siquiera apareció en la boleta electoral. El fracaso de Zavala como candidata independiente es el fracaso de Felipe Calderón. Un proyecto que se abandera en la extrema derecha, un proyecto que ya fue gobierno, que no pasó nada, que dejaron cosas malas y apuestan a la mala memoria de los mexicanos.
Teniendo estos antecedentes, hoy están por concretar un quinto fracaso más, el intento de partido mal llamado México Libre. Felipe Calderón quiere aprovechar la fuerte polarización que hay en el país, la que sólo existe en algunos medios de comunicación y en redes sociales con bots y memes. El expresidente Calderón debe estar muy animado por los halagos que le hacen sus bots y algunos medios afines.
Pareciera que Calderón no se ha percatado de que su carrera política terminó hace mucho, al menos cuando concluyó su sexenio. La paupérrima oposición que hay actualmente en el país genera que cualquier personaje pueda enfundarse como opositor. Hasta un personaje muerto políticamente y que busca reciclarse, como Felipe Calderón, por ejemplo.
Tal vez sea normal que Calderón no sepa que su carrera política terminó hace tiempo, dada su naturaleza artificial. El expresidente es un personaje virtual, es decir, cualquiera pudo estar en su lugar, en ocasiones da la impresión de que es un personaje inventado. Apareció de la nada en el sexenio de Vicente Fox ―o lo aparecieron―. Se impuso como candidato del PAN ―o lo impusieron―, se impuso como presidente de México ―o lo impusieron―. Calderón no tiene un sustento social de masas, ni de bases políticas cuando estuvo en el PAN ―y si las hubo las destruyó―, por eso ha fracaso en los proyectos que ha intentado liderar. Siempre lo han puesto, no sabe andar solo.
El fracaso de México Libre está a la vista. Basta con mirar los reflectores con el escándalo de la Policía Federal, las marchas fallidas de la derecha y el tener apoyo de personajes con pésima reputación. Es decir, no levanta, tienen que arroparse de otros eventos para darse a notar. En ocasiones da la impresión de que México Libre no son más que patadas de ahogado, una organización desesperada, el último estirón de algo.
Vamos a ver el desenlace de este experimento de los Calderón, un proyecto de baja convocatoria, un proyecto que le preceden fracasos políticos, un proyecto que tendrá que liderar Calderón y que tendrá que enfrentar los fragmentos que dejaron los fracasos anteriores del expresidente.