Prometeo

El desarrollo económico de un país, de una región o estado, de una ciudad o pequeña población, se puede entender como el proceso donde los ciudadanos se integran para impulsar las oportunidades como personas o como empresarios o bien como grupos sociales que tienen la capacidad para atraer recursos privados y públicos que buscando el bien común desarrollan las actividades económicas en su entorno.

Ahora bien, los agentes involucrados para ello, son el gobierno, los empresarios, las organizaciones sindicales y ahora también los medios de comunicación (tradicionales y medios digitales, incluidos redes sociales). Involucran el capital humano, financiero y político para impulsar los proyectos que mejoren e impulsen la calidad de vida (Salud, Educación y Estado de Derecho), incrementen la eficiencia económica y el impulso de los recursos económicos de los municipios y estados del país.

México, es un país de 129 millones de habitantes (2020), 32 entidades y 2457 municipios. Es el décimo más poblado del mundo, el décimo tercer territorio más grande del mundo, el tercer país en el continente con mayores litorales por su conexión al pacifico, atlántico y caribe. El principal destino turístico de América Latina y en 2020 con todo y pandemia el tercero más visitado del mundo. La décima cuarta economía del mundo y conforma el Tratado comercial (TMEC) más importante económicamente del mundo.

La participación ciudadana activa, es un factor de modernización que es parte fundamental del cambio, que, como elementos esenciales de eficacia, descentraliza decisiones, genera competencia sana y equilibrada. Es decir, los ciudadanos ejercen sus derechos constitucionales y los ejercitan democráticamente. Los derechos deben ejercerse por los ciudadanos. No hacerlo significa ceder ante supuestos liderazgos que no buscan el bien común, sino su bien particular y de grupos afines a sus intereses. El desarrollo económico se activa con medios eficaces, políticas adecuadas, sistemas de participación ciudadana, financiamiento público y privados equilibrados, proyectos de investigación, desarrollo de nuevos productos y servicios, la mejora de los mismos, Ello obliga a un gobierno abierto y participativo.

Sin embargo, México a pesar de nuestras grandes ventajas, hemos generado pasividad ciudadana ante las graves fallas de las diferentes administraciones y de sus equipos de gabinete, varios de ellos preparados en universidades de prestigio nacional e internacional en especial, pero que terminan decepcionando con sus hechos, así como el abuso e impunidad en que empresarios beneficiados del gobierno en turno, adicional a ello funcionarios ineptos ( nunca faltan), pero destacan corruptos y abusivos de primer nivel y otros niveles, así como los brillantes líderes sindicales sempiternos ( que viven como verdaderos magnates, representando a millones de sindicalizados públicos y privados que los sostienen por décadas a menos que entren en desgracia con el gobierno en turno), con la complacencia de autoridades judiciales, que se ven inmersas en corrupción y conflictos de interés. 

Estas fallas prevalecen por la riqueza del país y sus canales de distribución etiquetadas a los sectores y grupos de interés centrales y regionales en turno. Ello ha generado información confidencial sin acceso público por años. Lo cual es premiado con bonos, jubilaciones excesivas para exfuncionarios, bloqueo a reportes por contratación de deuda o rescates estatales o de obra pública, así como conceciones a líderes sindicales del sector público y privado, manteniendo sus altos privilegios y jubilaciones o pensiones muy favorables y con amplia ventaja al trabajador del sector privado. Ello genera mexicanos de primera y de segunda, contraviniendo la igualdad constitucional.

Somos el penúltimo lugar del G20.

En el ranking de transparencia Internacional ocupa el lugar 124 en percepción de corrupción de 180 países, de 37 países que integran la OCDE somos el último lugar, así como el penúltimo lugar del G20.

Desde luego que esos pésimos resultados, tienen su origen más negativo décadas atrás y que ha permeado al resto de la sociedad, por lo que el comportamiento del consumismo superficial como sinónimo de éxito, la actitud de hedonismo (placer inmediato sin grandes esfuerzos) ha permeado a una parte de la sociedad y por otra parte ha incrementado la diferencia y rezago de las regiones en el país. 

De acuerdo al último reporte de CONEVAL (2020) de los 32 estados, solo cuatro entidades tienen un muy bajo rezago social; Ciudad de México, Nuevo León Coahuila y Aguascalientes. Sin embargo, cinco entidades con muy alto rezago social; Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla. Así que tenemos a 23 entidades en nivel medio y bajo. El mayor desarrollo se ubica en las zonas metropolitanas y en contraste hay estados que tienen poblaciones miserables y rezagadas, provocando migración y creando nuevas zonas marginadas metropolitanas.

La participación ciudadana en las elecciones del 6 de junio es fundamental.

Por lo tanto, el poder económico está concentrado al igual que el poder político, ese escenario a pesar de buenas intenciones del gobierno en turno, no ha logrado permear a las diferentes capas económica, por lo que el PIB percápita está en la posición 104 global, a pesar de ser la décima economía global. La participación ciudadana en las elecciones del 6 de junio es fundamental, son 93 millones de ciudadanos que podrán votar, sin embargo, el protagonismo de personajes políticos polémicos, el radicalismo de movimientos sociales de dudoso origen o el oportunismo político son elementos que afectan las elecciones, debe ser el ciudadano libre el que decida, su voto vale igual y debe hacerlo valer. Estamos a un mes de las elecciones y hay que participar razonadamente.

Hay mucho por mejorar en información, la recientes reformas en Hidrocarburos, Outsourcing, Judicial, Eléctrica incluso la de datos biométricos para telefonía. Son parte de la discusión en medios, pero que lamentablemente se polariza sin dar razones de una y otra parte. Generando con ello más pasión que razón en el ciudadano. Es por ello que el poder de la comunicación y en redes sociales se vuelve un factor relevante para generar debate de altura con razones y no de pasiones.

El objetivo es el bien común

El poder económico y político siguen alineados, financieramente representan recursos económicamente que son relevantes y necesarios, el tema es su distribución, que sea más equitativa de manera honesta y justa para todos y no es una utopía idealista. El poder económico y el poder político, deben tener como objetivo el bien común.

Mario Sandoval Chávez

PROMETEO (previsión/prospección)

CEO FISAN SOFOM ENR

Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios.

Ex Presidente Nacional AMFE

corporativo@fisan.com.mx