Después de aquel “viernes negro” como han etiquetado al incidente entre el candidato de las televisoras Enrique Peña Nieto y la comunidad de la Universidad Iberoamericana, jamás los medios tradicionales se imaginaron que los jóvenes de clase media alta, y clase alta, salieran a manifestarse en contra del candidato del régimen oligárquico. Después de aquel evento de protesta, se repetía una y otra vez en el recuento de los daños que todo fue un suceso aislado, sin que ello afectara la imagen del priista, y mucho menos, que dicho acontecimiento, iba a incidir en las preferencias electorales.

Pues gracias a que estos medios tan manipuladores que omitieron y difundieron una campaña de un suceso aislado, surgió inmediatamente la indignación por parte de la comunidad estudiantil, con el video ya tan popular “Yo soy 131”, en alusión a la respuesta al candidato priista, de que no fueron personas ajenas a la universidad los que se manifestaron en contra de Peña Nieto, como muchos medios nos lo quisieron hacer ver.

Se decía en sitios electrónicos alternos, que la mencionada marcha anti-Peña era una movilización surgida de la sociedad, pero de la que, la derecha representada por Acción Nacional, había tomado raja para colgarse de esta movilización y jalar agua hacia su candidata Josefina Vázquez Mota.

La realidad ha sido otra, y ha rebasado los pronósticos que se esperaba de la histórica marcha anti-Peña, a pesar que el partido de derecha hizo intentos por colgarse, la sociedad bien informada, una vez hizo caso omiso ante la tentación del partido conservador y de los partidos progresistas.

Histórico ha sido esta expresión emanado de la misma sociedad, y aun mayor, pues recordemos que así como en Egipto y en países árabes, las revoluciones sociales surgieron gracias a las redes sociales como Facebook y Twitter. Lo relevante de hace seis años, es que la clase media alta, y clase alta, hoy están impulsando este descontento hacia sus voceros del régimen caduco. Y en contraste, gracias a ésta desigualdad social, las clases mejor acomodadas del país se han dado cuenta por medio de Twitter –en mayor medida- cómo han sido también manipuladas y manejas por un grupo que ha controlado durante más de tres décadas el poder en nuestro país. Ya ni qué decir de Televisa, una empresa que descaradamente desde Emilio Azcárraga Milmo el “Tigre”, se decía abiertamente impulsor y aliado del Partido Revolucionario Institucional.

De mi ausencia al activismo social.

Hace seis años comenzaba a salir del cascarón universitario, siendo un joven idealista e impulsor de las causas justas. Movido por mis ideales me sumé a un proyecto alternativo de nación en la figura de su líder Andrés Manuel López Obrador. Así como hace seis años apoyaba un proyecto diferente al neoliberalismo, hoy lo sigo apoyando desde una trinchera diferente. Hoy los jóvenes de las universidades del país se han manifestado en contra de lo que hace seis años luché y debatí acaloradamente con profesores y compañeros de diferentes universidades, y que gracias a mis ideologías, se me marginó y, en algunos casos, perjudicar académicamente.

Ahora que e incursionado en la actividad productiva, veo las circunstancias desde dos ópticas. Fajarme en mi título profesional e ir caminando como un profesional exitoso apático de lo que acontece a mi alrededor, o seguir siendo ese joven idealista, pero aprovechando su posición para emprender proyectos que generen un beneficio a mi sociedad, aunque ello, implique debatir y defender mis ideales liberales, pero sin llegar a marginarme de la sociedad.

No sé si este 1 de Julio vaya a ver una alternancia real en el gobierno. Volver a caer en la ingenuidad de aquel chaval de hace seis años, me produciría más frustración, y me dejaría en desventaja de nueva cuenta en un circulo de competitividad profesional.

Son otros tiempos y otras circunstancias las que hoy me atañen, sin que ello, tire mis ideales a la prostitución profesional que orilla el capitalismo. Pues desde mi trinchera seguiré luchando y trabajando para construir a un país y un mundo más equilibrado.

 

El Apunte

Ojala que en este 2012 las clases más privilegiadas se sumen a las clases trabajadoras, y juntas, recompongamos el error colectivo de hace seis años.