¿Hace bien el compañero presidente y camarada AMLO en vender caro su amor a Joe Biden? Quizá sí.

Fuerte polémica se ha desatado por la negativa del presidente López Obrador de reconocer el triunfo electoral de Joe Biden, en un momento que posiblemente, marcará la relación con el nuevo gobierno.

La excusa

AMLO invoca una larga y loable tradición diplomática basada con un profundo nacionalismo y respeto hacia los asuntos internos del país. Los principios básicos de la política exterior iniciaron en la época del expresidente Venustiano Carranza y respondían al contexto de las naciones que impactaron el desarrollo y las relaciones internacionales de México.

La tesis de Carranza en materia de relaciones internacionales tenía como eje el respeto a la soberanía de los pueblos y la no intervención, así como el acatamiento a su soberanía, leyes, instituciones y formas de gobierno. Este principio surgió en tiempo de guerras, de intervenciones y de cambios comerciales profundos.

Compromisos con Trump

Sin embargo, aunque haga alusión a esos principios, el dilema del compañero presidente es si efectivamente defiende la soberanía nacional, como en su momento lo hizo Carranza; si es por respeto al proceso interno de un país o, si sólo se trata de defender los compromisos que adquirió de forma personal con Donald Trump.

Una de las peores decisiones de AMLO fue dar el mayor entreguismo al gobierno de Trump. Sólo se recuerda, en los últimos tiempos, a tres presidentes de México que incluso fungían como informantes de la CIA y que por cierto son los héroes de AMLO, Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, así lo documentan las memorias escritas por el periodista Jefferson Morley y tituladas Nuestro hombre en México: Winston Scott y la historia oculta de la CIA.

Para empezar, desde su postura de no intervención, Andrés asume el mismo discurso que el secretario de Estado, Mike Pompeo en estos momentos. Justifica que no puede pronunciarse porque aún se siguen contando los votos y no hay nada oficial; curiosamente, es la misma posición del secretario de Estado quien señala que habrá "una transición suave" hacia un segundo mandato de Donald Trump. Pompeo remarcó que se siguen "contando los votos" y se espera que se complete el proceso.

Saben que perdió su jefe

El proceso en los Estados Unidos difícilmente tendrá un cambio súbito como lo pretende Trump. El actual presidente de Estados Unidos, día con día pierde respaldo para iniciar una protesta en contra de los resultados electorales, empezando por su propio partido, el Republicano, que ya dio por sentado el triunfo de Biden.

Por otra parte, Biden ya ha mantenido conversaciones con líderes mundiales, pero Andrés prefiere aliarse con los mandatarios de Rusia -Putin (patrón de Trump), DPRK -Kim, Iran -Rouhan y Brasil -Bolsonaro a no felicitarlo.

¿Qué es lo que realmente defiende AMLO?

Mucho se habla de que Trump apoyó para que se diera el triunfo de Bolsonaro y de AMLO, dos personajes por decir lo menos, muy similares a Trump en expresión, cristianismo e ideales políticos.

Trump encontró en AMLO a un personaje dócil que le permitió imponer una serie de políticas en temas de migración, energía, seguridad y comercio que, aunque implicaban probables principios contrarios al interés nacional, fueron aceptadas a cambio del apoyo de Trump.

Como nunca, un presidente de México manifestó su inclinación absoluta a un mandatario estadounidense. AMLO asegura que es su amigo, que lo respeta, que lo apoya, en fin, México en la administración de Trump, se convirtió casi en una estrella más de la bandera estadounidense, hasta Puerto Rico lo envidió.

Lo que criticaba de Peña, lo aceptó

A AMLO ni siquiera le importó que en la campaña de 2016 Trump se lanzó contra los mexicanos, que los calificó de "violadores" yamenazó con la construcción de un muro (que ya se edifica en algunas partes de la frontera compartida) y que ya en el gobierno de AMLO,incluso propuso imponer aranceles a artículos mexicanos, razón por la que México tuvo que aceptar "de facto" ser un "tercer país seguro" y frenar la migración centroamericana.

Cuando AMLO ganó la presidencia, recibió la visita Rick Perry, secretario del Departamento de Energía de los Estados Unidos con un mensaje de Trump para que se realizara la contra reforma energética en el país. Hasta ese momento, México había avanzado de manera importante en el proceso de transición energética y pasar a energías renovables, sin embargo, la estrategia de Trump era apoyar al petróleo y a las empresas petroleras y salir del Pacto de París. Casualmente AMLO asumió el mismo discurso que Trump y la dependencia de México en energía empezó a crecer. Por cierto, para ambos mandatarios, el cambio climático es una mentira.

Ahora AMLO se envuelve en la bandera del nacionalismo y el respeto a la soberanía al fijar posición frente a Biden, exigiendo respeto a los acuerdos que adquirió con Trump aun cuando, al parecer, son compromisos inconfesables con los intereses más oscuros del mandatario y sus aliados de la mafia del poder estadounidense.

¿Hace bien en vender caro su amor? O de lo contrario, ¿cómo sostendrá todo lo que le cedió a Trump?