Voy a recordar a los jóvenes universitarios que protestan los 10 mandamientos contra el fanatismo.

 

Ese decálogo es obra de Bertrand Russell, un filósofo todavía popular entre los universitarios.

 

“No estés absolutamente seguro de nada”, primer mandamiento de Russell.

 

Probablemente se equivocan los jóvenes si están seguros de que los del PRI son más corruptos que los políticos de otros partidos.

 

Harán los jóvenes bien si dejan de estar seguros de que el movimiento que han iniciado no está politizado.

 

Se pasan de ingenuos los jóvenes si están seguros de que no le están haciendo el trabajo sucio a los enemigos del PRI.

 

Y, está claro, los jóvenes no entienden al votante mexicano si están seguros de que nadie, absolutamente nadie votará por el PRI.

 

“Nunca intentes oponerte al raciocino, pues seguramente lo conseguirás”. Tercer mandamiento de Russell.

 

Los jóvenes que protestan han llegado tan rápidamente a “verdades irrefutables” que no pueden ser producto de la razón.

 

“Peña Nieto es lo peor para México” se parece en exceso a “López Obrador, un peligro para México”.

 

Hay mil razones para concluir que el PRI, cuando gobernó, lo hizo muy mal. Pero hay mil razones para concluir lo contrario.

 

Hay mil razones para culpar al PRI del atraso. Pero hay mil razones para culpar al PAN del atraso.

 

Hay mil razones para pensar que México necesita un gobierno de izquierda. Hay mil razones para pensar que no es así.

 

Sobra evidencia para decir que la izquierda se ha nutrido de lo peor del priismo. Sobra evidencia para decir lo opuesto.

 

Se puede probar que a Josefina Vázquez Mota la rodean algunos de los mejores mexicanos, como Mario Laborín.

 

Se puede probar que a JVM la rodean los peores mexicanos, como Roberto Gil Zuarth.

 

Se puede probar que a Enrique Peña Nieto lo rodean los mejores mexicanos, como Luis Videgaray.

 

Se puede probar que a EPN lo rodean los peores mexicanos, como Carlos Romero Deschamps.

 

Se puede probar que a Andrés Manuel López Obrador lo rodean los mejores mexicanos, como Juan Ramón de la Fuente.

 

Se puede probar que a AMLO lo rodean los peores mexicanos, como Manuel Bartlett.

 

Se puede probar que el PRI es un partido de rateros.

 

Se puede probar que el PAN es un partido de rateros.

 

Se puede probar que los de izquierda son partidos de rateros.

 

Es evidente la influencia la Carlos Salinas de Gortari en el PRI de Peña Nieto.

 

Es demostrable la influencia de Salinas en el PAN, ya que los gabinetes económicos de Fox y Calderón han sido salinistas.

 

Es fuerte la influencia de Salinas en la izquierda. Ebrard y Camacho fueron salinistas prominentes. El PT nació gracias a Salinas.

 

Conviene, pues, analizar el segundo mandamiento de Russell: “No creas conveniente actuar ocultando pruebas, pues las pruebas terminan por salir a la luz”.

 

Cuarto mandamiento de Russell: “Cuando encuentres oposición, aunque provenga de tu esposo o de tus hijos, trata de superarla por medio de la razón y no de la autoridad, pues una victoria que dependa de la autoridad es irreal e ilusoria”.

 

La fuerza del movimiento de los jóvenes surge de que lo elogian personas con autoridad moral, como Sicilia, Bichir, etc.

 

Para que una protesta tenga razón no es suficiente con que la ponderen personas prestigiadas.

 

Quinto mandamiento de Russell: “No respetes la autoridad de los demás, pues siempre se encuentran autoridades enfrentadas”.

 

Cada argumento a favor de la protesta juvenil puede, y debe, ser enfrentado con argumentos en contra.

 

Sexto mandamiento de Russell: “No utilices la fuerza para suprimir las ideas que crees perniciosas, pues si lo haces, ellas te suprimirán a ti”.

 

Los jóvenes que protestan han hecho de la ofensa una especialidad.

 

Los jóvenes a Peña Nieto lo han insultado inclusive llamándolo “asesino”.

 

Los jóvenes insultan a cada persona que encuentra defectos a su movimiento.

 

Séptimo mandamiento de Russell: “No temas ser extravagante en tus ideas, pues todas la ideas ahora aceptadas fueron en su día extravagantes”.

 

Nada hay más extravagante que oponerse a una moda, como la de la protesta juvenil.

 

Si hay jóvenes o viejos contra esa protesta, y los habrá y no serán pocos, no deben tener miedo a expresarse.

 

Octavo mandamiento de Russell: “Disfruta más con la discrepancia inteligente que con la conformidad pasiva, pues si valoras la inteligencia como debieras, aquélla significa un acuerdo más profundo que esta”.

 

No veo a los jóvenes que protestan tolerantes con quienes están en desacuerdo con su movimiento.

 

Noveno mandamiento de Russell: “Muéstrate escrupuloso en la verdad, aunque la verdad sea incómoda, pues más incómoda es cuando tratas de ocultarla”.

 

Repito una pregunta: ¿En qué se basan los jóvenes para decir que el pueblo desprecia a Peña Nieto? Las encuestas dicen otra cosa.

 

Décimo mandamiento de Russell: “No sientas envidia de la felicidad de los que viven en el paraíso de los necios, pues sólo un necio pensará que eso es la felicidad”.

 

El paraíso de los necios es la unanimidad, aquella de 1994 de “todos somos Marcos”, la actual de “todos somos 132”.

 

No solo se vale estar en contra, sino que es necesario estarlo.

 

En contra del PRI, sí. Pero también en contra del PAN y del PRD.

 

Y se vale estar en contra de los jóvenes del movimiento 132.

 

Nadie tiene la verdad absoluta. Ni los jóvenes que protestan la tienen ni los políticos ni ninguna persona.

 

Todos tenemos siempre algo de razón.

 

Todos estamos siempre de alguna manera equivocados.

 

La base del diálogo es reconocer en el rival buenas intenciones.

 

No pueden los jóvenes aspirar al diálogo si parten de una “verdad” dogmática: que el candidato Peña Nieto representa el mal absoluto.

 

Digamos no al fanatismo para rechazar el odio que, si no lo paramos a tiempo, nos meterá en serios problemas a todos.