El otro día, mi hija Mayita me dijo: “En Internet buscas noticias del doctor Gatell y todas dicen pestes de él, ¿qué hizo de malo?” Le expliqué que no hizo nada malo, que cumple profesionalmente su papel como encargado de la pandemia, pero que varios empresarios y políticos de derecha, le pagan a ciertos “periodistas” para atacar al doctor Hugo López Gatell, sin importarles la pandemia, pues lo que en realidad buscan es pegarle al presidente, quien nombró al doctor Gatell.

Entonces me preguntó: “¿Y qué hizo de malo el presidente?”, le dije que no hizo nada malo, solo que obligó a esas personas adineradas a pagar impuestos y les quitó los mecanismos para enriquecerse por medios ilícitos.

Mi hijita me hizo ver que el “Peje” sí debió haber hecho algo malo, pues desde que entró a la presidencia, mi situación económica se vino abajo.

Le expliqué que la cosa es más compleja: Cuando nos corrieron de Milenio, el presidente había anunciado que retiraría publicidad del gobierno en los medios de comunicación (advertencia que cumplió), y que eso dio pie a los despidos en varios medios, pero que esa partida muchas veces no era para darle difusión a mensajes gubernamentales, sino para pagarle a personas que se hacen pasar por periodistas, pero que cobraban para alabar a los gobernantes de antes y atacar a sus enemigos (muchos de los cuales aún cobran ese dinero, llamado coloquialmente “chayote”, actualmente proporcionado por millonarios de derecha, para golpear a López-Gatell y al presidente). Aunque me afectó gravemente, retirar esa publicidad sirvió para combatir la corrupción.

El área de Cultura, donde pude haber conseguido una chamba, también tuvo fuertes recortes, pues mucho vividor (amigo y cómplice de los gobernantes anteriores) eran beneficiados con becas y puestos de aviadores, lo mismo que pasó en el INE (donde también robaban). Aunque el “Peje” procedió como Pancho Villa (aplicando su famoso “mátenlos y después virigüen”, llevándose entre las patas a justos con pecadores), la intención es la misma: combatir la corrupción, algo que a la larga nos va a beneficiar a todos, pues ya se había creado un fortalecido grupo de ladrones poderosos que parecían invencibles, principales responsables de todos los problemas que nos aquejan, incluyendo los relacionados con el sector salud, que heredó los resultados de la corrupción.

Antes de la pandemia, las campañas mediáticas contra el presidente se sostenían en un punto débil de México: la inseguridad (sus aspectos más notorios y dramáticos: los feminicidios y el narcotráfico; en muchos casos, relacionados con los mismos grupos delictivos), que siempre ha existido, pero los “periodistas” y medios “chayoteros” no le hacían propaganda como ahora, minimizando u ocultando información. Pero la delincuencia organizada (lo mismo que varios empresarios) obtenían jugosas ganancias gracias a que eran cómplices del gobierno (como lo muestra la detención de García Luna), por lo que no sorprende que sean aliados en su guerra contra la 4T.

Le señalé a Mayita que uno de los mayores logros del presidente contra la corrupción, es el combate al huachicol, donde estaban mezclados políticos, empresarios y hampones; pues en la compra/venta de combustible robado lo mismo había dirigentes petroleros que narcotraficantes; de Lozoya al “Marro”, pasando por todo un aparato del que incluso salía dinero para sostener a los dos grandes partidos de derecha en México: el PRI y el PAN.

Ahora Lozoya y el “Marro” están detenidos, lo cual no brinda una esperanza en Morena, que si continúa por el camino de la restauración de justicia, conseguirá gobernar el próximo sexenio.

Además del doctor Hugo López-Gatell, otra funcionaria que se ha visto atacada por los “chayoteros” es la Secretaria del Trabajo: Luisa María Alcalde Luján.

Para que la 4T consolide victoria, es indispensable que la justicia abarque todas las áreas donde se reclama, incluyendo la laboral, que aún muestra deficiencias en nuestro país, donde aún se practica la renuncia forzada.

En México se le dice coloquialmente “marro” al tacaño, reflejado en muchos de nuestros empresarios, quienes, a pesar de hartarse de dinero, no quieren desprenderse del más mínimo centavo, evadiendo impuestos y robándole a sus trabajadores.

En agosto del 2018, el empresario Francisco Darío González Albuerne (“Panchito” González), propietario de Milenio Diario, nos obligó a más de 200 trabajadores a firmar renuncias (despidos que, en menor cantidad, continuaron hasta los recientes días de coronavirus). Esto me hizo publicar mi Manifiesto contra el Negocio de los Despidos, en SDPNoticias (que pueden buscar y difundir por Internet).

El 1° de Agosto del 2020, “Panchito” González publicó en su cuenta de twitter (@panchogzz), una gráfica animada, con datos de la compañía consultora de marketing comScore, donde se aprecia cómo aumentó su audiencia de enero a junio, hasta ocupar el primer lugar, con las siguientes palabras: “He dedicado la mayor parte de mi carrera profesional a #M1lenio, éxitos y fracasos me han acompañado en estos 13 años de aventura. Con mucho gusto les comparto que #M1lenio es el portal de noticias más leído de México. #EstamosListos”.

Qué bueno que Milenio triunfa y tiene ganancias, pues así no tendrá pretextos a la hora que tenga que retribuirnos los finiquitos robados, más salarios caídos, cuando la Secretaría del Trabajo y la Junta de Conciliación y Arbitraje de la CdMx, hagan válida la demanda que hicimos.

Publicar esa gráfica justo el mismo mes que cometió una injusticia, me recordó el Tisha B’Av (9 de Av, en el calendario judío, que cayó el pasado 16 de julio), la fecha más triste de la cultura hebrea, pues en ella ocurrió la destrucción del primer Templo de Jerusalén (por órdenes de Nabucodonosor II, 586 A.C.), la destrucción del segundo Templo (ordenada por Tito Flavio Vaspasiano, año 70), la expulsión de los judíos de Inglaterra (por órdenes del rey Eduardo I, 1290), la expulsión de los judíos de Francia (ordenada por Felipe IV, 1306), su expulsión de España (ordenada por la pareja real conformada por el rey Fernando y la reina Isabel, 1492), la primera Guerra Mundial (1914), la inauguración del campo de concentración de Treblinka, por órdenes de Adolfo Hitler (1942) y el atentado terrorista a la sede de la Asociación Mutua Israelita Argentina (Buenos Aires, 1994).

“Panchito” González escogió agosto para publicar su gráfica, un mes negro para quienes despidió y robó, con el mismo cinismo con que los conquistadores españoles edificaron iglesias católicas sobre las ruinas de las pirámides destruidas; probablemente, con la misma sonrisa burlona de Emilio Lozoya Austin y el “Marro”, cuando se paseaban por el mundo, sintiéndose intocables; probablemente confiado en que puede pisotear los derechos de los trabajadores, corrompiendo jueces y abogados para salirse impunemente con la suya. No es tan fácil, la 4T no nos va a desamparar. El ambiente jurídico se está iluminando.

Me llena de regocijo saber que algún día le diré a mi hijita que se acabó el reino de los corruptos, porque Andrés Manuel López Obrador hizo realidad lo que parecía imposible.