La semana pasada se aprobó en el Senado una reforma a la ley del Banco de México, iniciativa impulsada por el Senador morenista Ricardo Monreal y que a decir de expertos, implica un serio riesgo a la autonomía del Banco Central, así como de sus reservas, mismas que estarían comprometidas al tener que aceptar recursos que pudieran ser de procedencia ilícita.
Aunque todavía falta que se apruebe en la Cámara de Diputados, donde debido a las voces que se han levantado provenientes del mismo Banco de México, así como de la AMB y de la CNBV, se anticipa que se le harán modificaciones y terminarán por desechar la parte más polémica de la misma, que es la de obligar a Banxico a comprar los dólares que las instituciones privadas le envíen.
Menos mal que parece que habrá reversa, incluso por parte de la misma bancada de Morena en la Cámara Baja; pero llama la atención que en la votación en el Senado, la senadora ex morenista y neo panista Lilly Téllez, votara a favor de dicha reforma; a pesar de que su nueva bancada, la del PAN, votó en contra de la misma.
La hipocresía en política es pan de cada día, ejemplos hay y sobrados, sobre actores que acomodan las circunstancias para favorecer sus intereses personales. Pero en los últimos meses, pocos ejemplos destacan tanto como el de la Senadora Téllez, quien llegó a su escaño montada en la ola de López Obrador, a quien dijo apoyar en tiempos de campaña, pero que ahora desconoce, o bueno, cuando le conviene.
No nos puede venir a decir la senadora sonorense que no sabía de las políticas y acciones que implementaría este gobierno, cuando el lopezobradorismo lleva más de 20 años con su mismo discurso. Estés a favor o en contra de su ideología, todos sabemos que no es algo nuevo, repentino ni creado de la noche a la mañana; por eso es inverosímil que su rompimiento con Morena se deba a una cuestión ideológica, y más bien, seguramente se debe a algún interés o compromiso que sintió que le incumplieron; no por nada su salida del partido en el poder se dio un año antes de las elecciones en su natal Sonora.
La Senadora buscó refugio en el PAN, donde sin chistar le abrieron las puertas, y a los que la semana pasada desconoció al votar a favor la controversial reforma a la Ley del Banco de México. Coincidentemente, una reforma que diversas voces apuntan favorece a Ricardo Salinas Pliego, el banquero mexicano propietario de Tv Azteca, empresa donde Lilly Téllez laboró durante más de 15 años, y la única institución financiera en México a la que Banxico ha señalado de acumular en efectivo más de 10 millones de dólares de enero a septiembre de este año.
Por supuesto que este no es el único caso, la hipocresía en política se ha convertido en práctica cotidiana, tan sólo del partido en el poder podemos destacar a Porfirio Muñoz Ledo, quien ha pasado del PRI al PARM, PAN y Morena; o del Senador veracruzano Ricardo Ahued, ex alcalde y diputado priista ahora morenista, y quien se ha ausentado de las sesiones del Senado donde se votaron la desaparición de los fideicomisos, o ahora la reforma a la Ley Banxico. O de muchos opositores que hoy critican lo que en su momento solapaban o incluso propiciaban.
Pero el caso de la senadora Lilly Téllez destaca, al combinar magistralmente esta hipocresía con un claro oportunismo en aras de ganar notoriedad desde su muy discreto desempeño legislativo.
La misma Lilly que apoyó a que la 4T y su proyecto de nación llegaran al poder, hoy pide auxilio ante lo que ella considera decisiones y acciones que atropellan la vida pública de México. Tal como aquel hombre que asesinó a sus padres y pidió clemencia por el hecho de ser huérfano.
Punto Extra
Este fin de semana, Mario Delgado dirigente nacional de Morena, arremetió contra la alianza PRI-PAN-PRD, por considerarla un pacto entre mafiosos; dos minutos más tarde, levantó la mano a la priista Clara Luz Flores como la candidata de su partido para contender por la gubernatura de Nuevo León, la alcaldesa de Escobedo, quien está casada con el 2 veces alcalde de ese municipio y ex diputado local priista Abel Guerra, superó a los perfiles de militantes en activo que tenía Morena, como lo es Tatiana Clouthier.
De esta forma, por un lado critican a priistas y panistas y por el otro lado abanderan a ex militantes de estos partidos; al tiempo que además, cierran su alianza con el cuestionable Partido Verde.