La lucha magisterial se justifica porque está de por medio el futuro de México. En esa lucha ha echado mano de los derechos  laborales, de manifestación, de expresión, a organizarse, entre otros.  En el camino, sin embargo, se han dado muchas situaciones diferentes a aquel fin: la utilización  de parte del poder, de  grandes núcleos con fines políticos con aliados de los mandos sindicales charros, el uso de los enormes recursos que producen las cuotas, la venta de plazas, el apoderamiento del dinero público de los salarios presupuestados,  las cuestiones internas de dar puestos y comisiones a allegados, justificar ausencias, licenciar por determinado tiempo, comisionar a plazas de tipo político, y muchas cosas más.

La existencia de un sindicato tan copioso como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE),  ha creado todo tipo de historias, sospechas y situaciones en  muchos casos comprobados.  Tratándose de maestros, eso se ve no solo con el magisterio que tiene en sus manos la educación primaria y secundaria de los niños, sino también en las esferas académicas, lo que ha producido las largas permanencias de líderes, el manejo presupuestal muchas veces sin dar informes, los favoritismos, etcétera.

LA CNTE DEBE SABER : NO ESTÁ ANTE PEÑA NIETO NI ANTE SU GOLPEADOR  NUÑO

La prometida derogación de la reforma educativa  que con tintes más bien laborales diseñó EPN a un costo elevadísimo y la  nueva reforma que ha presentado AMLO ya aprobada en comisiones, son las dos causas de la movilización de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), un  ramal del SNTE que tiene funciones propias presuntamente diferentes a su sindicato  al que  está allegada por cuestiones jurídicas y laborales.

Pero sus  dirigencias al parecer no tienen muy claro el  momento histórico que vivimos,  ni la aprobación que se juega si en este camino tortuoso, no se maneja la situación políticamente.

Es justo que los maestros conozcan el documento de AMLO y den sus puntos de vista; ellos lo van a aplicar.

Es justo que defiendan las normales rurales y es justo que pidan conocer el destino de las plazas que  también  han usufructuado en muchos sentidos.

Pero olvidan que este es otro gobierno. El propio AMLO ya dio órdenes para que se dejen a salvo todos los derechos magisteriales, pero ha sido claro también, tratándose  de las plazas y de presupuestos; eso le corresponde al estado.

Nada de compraventa de los contratos laborales como se ha estilado.

La  actitud de parte de la CNTE ha sido violenta: ha impedido el funcionamiento de uno de los poderes del estado, ha secuestrado a legisladores y trabajadores y ha  bloqueado avenidas en un  afán que ni siquiera podía justificarse cuando luchaba contra el represor Aurelio Nuño, ex secretario de la SEP y contra su mandante EPN.

SI LA CNTE QUIERE  NUEVA REFORMA , ¿PARA QUE CONTROLAR PLAZAS Y DINERO?

La lucha en todos los  niveles tiene una serie de salidas y  no es necesario utilizar la violencia. El uso de vías federales de tren, cuando el problema era estatal como sucedió en Michoacán por ejemplo, implicaba un mensaje, una expresión violenta por la forma como fue hecha. Muchos, miles que hemos apoyado y apoyamos a la CNTE en su lucha , estamos desconcertados.

Su protagonismo no puede distraer de otras importantes tareas del cambio. El acoso  no es la forma de buscar soluciones.

El acoso (Bruguera, Libro Amigo,1979), novela de Alejo Carpentier, presenta muchas de las variantes  de lo que es acosar. Novela escrita en Venezuela en 1956, se desarrolla no obstante en la natal Cuba del escritor (1904-1980) y tiene como sustrato la  música de Beethoven, con la sinfonía número 3, la Heroica.

Breve la obra, pero muy compleja, va llevando por extraordinarios vericuetos para seguir la huella de un hombre acosado; un estudiante de arquitectura, que inmerso en una lucha política violenta, termina traicionando a sus compañeros.

Todo el transcurrir es perfecto como señalan algunos de sus críticos, quienes relacionan la música de  Beethoven, con  todos los sonidos y los ritmos que se expresan en la novela,  para convertirla toda, en una sinfonía.

En su huida, el joven  cuyo nombre nunca se menciona termina llegando a un teatro donde está programada la sinfonía La Heroica. Como puede, se esconde tras los telones y así espera mientras transcurren los tres movimientos de la obra, para tratar de salir envuelto en la multitud. No contaba con dos acosadores que estaban esperando en la última fila del teatro.