Es muy vieja la historia de la corrupción que invadió al sindicato petrolero y ahora se lanzan campanas al vuelo porque el anciano líder petrolero que tanto sirvió al sistema, renunció.

Es como un mal profundo extraído del cuerpo institucional, pero los que formaron ese mal todavía siguen vivos. por ahí.

Es como el huevo de la serpiente anidada en espera de su maduración. Lo estamos viendo a diario en el comportamiento mediático de quienes hace meses lanzaban vítores por todas partes y ahora se lanzan envenenados porque no recibieron lo que querían.

La también vieja historia de que los políticos corruptos roban por seis generaciones, se hizo extensiva -y superó en número- en algunos líderes sindicales.

Y es natural porque el tiempo de predominio de un líder al servicio de la política corrupta, es más largo.

Elba Esther Gordillo se movía a sus anchas desde antes de que Salinas de Gortari la pusiera en 1989, como sustituta de Carlos Jonguitud Barrios en el SNTE y duró en ese predominio más de dos décadas, con los cargos en contra que todos conocemos. Las otras viejas historias al amparo de una revolución convertida en gobierno y más tarde institucionalizada, tiene nombres relevantes sobre la eficacia de los controladores del trabajador con fines políticos.

El caso clásico es Fidel Velázquez al frente de la CTM y la eficacia de su larga carrera en el manejo sindical y su control, que ha derramado mucha tinta.

Los que ahora trascienden las corruptelas de Carlos Romero Deschamps lo sabían también desde hace décadas.

 

Con la descripción que hacían de los dispendios de los políticos, sus líderes y sus familias, estábamos leyendo en realidad entre líneas, las partidas del presupuesto y los apartados secretos. Y los grandes negocios que hacían con el estado a su disposición, los moches, los negocios, las comisiones y la extensión de dádivas para callar a una prensa vendida y a todos los cómplices que giraban en torno.

Lo de la hija del líder petrolero Paulina Romero Durán, se sabía desde hace más de doce años por aquel reportaje publicado por el diario Reforma donde se ampliaba en detalles la forma cómo la descendiente viajaba en yate y paseaba por el mundo, acompañada de sus lindos perros.

Nadie hizo nada, el gobierno de Felipe Calderón que estaba al frente, no investigó ni movió autoridades. Fue una anécdota que divirtió un tiempo y se hizo a un lado. Las grandes fiestas han sido una forma de exhibir cómo se mueve la riqueza de nuestro país en las galas de los políticos y sus líderes al servicio.

Fueron, entre muchos, los casos de las hijas de Elba Esther, la de Romero Deschamps, la muy reciente del abogado del sistema Juan Collado con toda la runfla de invitados entre ellos el cantante español Julio Iglesias. Y la descripción de los vestidos, las joyas, el menú, el anuncio de los viajes, las casa que habitarían los novios, sus carros, etcétera.

Y entre esos estaban algunos de los que se escandalizaron cuando un funcionario de AMLO hizo una boda con aportes ganados en el medio empresarial. La viga en el ojo ajeno.

 

¿Cuál será la defensa de Carlos Romero Deschamps después de 26 años de estar al servicio de cuatro regímenes que terminaron hundiendo a Pemex?

Ahora todos los presuntos culpables se dicen inocentes.

Rosario Robles clama por su inocencia, después de participar en el saqueo de más de 5 mil millones. Las barajas de la ley se mueven en todos los casos en busca de la carta que los libere.

En el caso Robles se sustenta en la dirección mal concebida de una licencia de conducir, como si en sus muchas trampas, los que vivieron a costa del país carecieran de recursos.

Los grandes escritores dieron cuenta de esa situación y uno de ellos es el premio Nobel William Faulkner. Igual que otros autores -como Iván Turgueniev, por ejemplo-, el escritor estadounidense tituló Humo uno de los cuentos en los que incursionó en lo policiaco, ( parte del libro Gambito de Caballo 1949, reproducido en Los policiacos involuntarios, Arte y Literatura La Habana 1981) un cuento largo sobre dos hermanos mellizos cuyo padre fue asesinado ¿Quién lo mató de los dos para quedarse con la rica propiedad? El fiscal de distrito Gavin Stevens, -un hombre tan culto que en sus ratos libres platica con sus amigos sobre las teorías de Einstein-, va delineando en el juicio las causas del crimen y lo descubre por el olor a humo de cigarrillo.

La trampa del asesino es trivial -como la de Robles-, pero pretende, sin mostrarse en evidencia, aparecer distante y dejar caer la culpa en uno de los dos hermanos.

El autor de El sonido y la furia, Santuario, Mosquitos, Luz de agosto, ¡Absalom, Absalom!, entre muchas obras, dispersa la paja echada en el crimen para distraer y por el humo que aún permanece encerrado, señala directamente al verdadero culpable.

Faulkner premio Nobel 1949, murió en 1962, en Misisipi, el estado donde había nacido en 1897. Fue un gran creador, de los grandes escritores universales·.“Uno no se escapa de su pasado”, dice en El Sonido y la furia. Muy parecida a una frase que decía Wilde.

Y eso les pasará a los que ahora, aunque se digan inocentes, su pasado los alcanzará.