1. Hoy Reforma, en su portada...
Con cierto retraso periodístico, ese diario informa que la de César Yáñez —el colaborador del nuevo gobierno más cercano al presidente López Obrador— y la empresaria Dulce María Silva fue “una boda muy fifí”.
En su columna Templo Mayor, el mismo periódico dice:
(i) Que “será recordada como la boda más fifí de la Cuarta Transformación de México, pues los novios no escatimaron para celebrar su amor”.
(ii) Que se casaron “en la Capilla del Rosario, una joya del barroco mexicano recubierta de láminas de oro de 24 kilates y que, para esta celebración, fue adornada con más de 9 mil rosas blancas”.
(iii) Que la fiesta para “500 invitados estuvo a cargo del wedding planner Jalil Dib y fue amenizada, ni más ni menos, que por Los Ángeles Azules y Matute, cuyos honorarios corresponden a los de la élite de grupos que llenan el Auditorio Nacional”.
(iv) Que los 500 invitados comieron langosta, escamoles y filete.
(v) Y que , en le boda fifí, AMLO “se olvidó por un rato del discurso de la austeridad republicana”.
2. En Milenio, Jairo Calixto Albarrán...
Jairo dice en su columna que contra la prensa fifí el equipo de Andrés Manuel aplicó una estrategia clásica: “Para fifís, fifí y medio”. Y es que:
(i) “No se vale, cómo es posible que para seguirle alterando los nervios a los fifís se organice una boda fifí”.
(ii) “Eso sí que fue un golpe bajo”.
(iii) “En vez de organizar una pachanga estilo Los Olvidados para quedar bien con sus críticos que esperan que viva como indigente debajo de un puente, lo mejor que se le ocurrió a César Yáñez, brazo derecho de AMLOVE, fue armarse un bodorrio por todo lo alto nada más para hacer que sus críticos se pararan de pestañas y se pusieran a despotricar echando espuma por la boca”.
3. En SDP Noticias, Ricardo Pedraza afirma, con toda razón, que “no hay boda que no sea fifí”. Y reflexiona:
(i) “Es tanta la ilusión de las parejas por casarse que muchos tiran la casa por la ventana”, lo que parece fue el caso de la tan mencionada boda de César y Dulce María.
(ii) “Las bodas son eventos privados y pueden ser celebrados como los novios quieran. No se le puede aplicar el sello de austeridad republicana a cualquier acto en donde estén involucrados los colaboradores de AMLO”. Totalmente, de acuerdo, si la boda la pagaron los novios, muy su gusto y su dinero.
4. Monero Hernández
En La Jornada, el monero Hernández, dibuja a la paraje y hace explicar a César Yáñez el por qué la boda fifí al finalizar septiembre: “Había que aprovechar antes de que el. De diciembre empiece la austeridad republicana”. Es decir, para el artista de izquierda José Hernández, el gasto de la boda —sin duda elevado— es criticable por lo menos por lo que el discurso del presidente López Obrador de que los funcionarios públicos deben vivir en la “honrada medianía” que exigía Benito Juárez a sus colaboradores.
5. Camacho
José Luis Camacho en un artículo de SDP Noticias descalifica con fuerza e injustamente, en mi opinión, a la boda fifí... ¡y a todo lo que hace la izquierda mexicana!
6. Las redes sociales
Definitivamente en internet la mayor parte de las personas no fueron amables con la boda, de plano no.
{username} (@ANDROMACO64) October 1, 2018
{username} (@IdelfonsoCabra) September 30, 2018
7. ¿Los invitados?
Entre los invitados a la boda que merecieron fotos en los medios de comunicación están los colaboradores de Andrés Manuel que no son de izquierda:
(i) El jefe de la oficina de AMLO, Alfonso Romo, empresario muy rico que claramente estaba en su elemento. Las fiestas fifís son y han sido lo suyo. Es el fifí del equipo, sin duda.
(ii) El senador Ricardo Monreal, cuya cultura priista es más que evidente.
(iii) Manuel Velasco, el gobernador/senador de Chiapas que es como Romo, aunque más por razones políticas que empresariales, una persona de poder económico.
(iv) Cuitláhuac García, gobernador electo de Veracruz, que quiso hacerse el chistoso presumiendo su smoking fifí en Facebook. Este no es priista ni tiene fortuna, pero tampoco es un ideólogo de izquierda.
8. ¿Y la izquierda?
(i) No apareció, o no en las fotos, la jefa de gobierno electa de la CDMX Claudia Sheinbaum, mujer de verdadera izquierda, formada en la izquierda, con ideales y principios de izquierda; ella hasta lecciones teoricas de izquierda podría dar.
(ii) Tampoco se vio a Jesús Ramírez, periodista que ha sido siempre un militante de la izquierda más idealista y apasionada de México.
(iii) Pedro Miguel, de La Jornada, izquierdista de gran cultura, muy cercano a Morena.
(iv) Rafael El Fisgón Barajas, monero de La Jornada, reconocido ideólogo de izquierda, más que identificado con el movimiento de López Obrador.
(v) Un largo etcétera de personalidades de la izquierda mexicana con quienes César Yáñez ha tenido relaciones inclusive de amistad durante años.
9. Hipótesis sobre la poca izquierda en la boda o al menos en las fotos fifís
La izquierda no fue a la boda fifí o se cuidó de no aparecer en las fotografías para que contribuir a que siga en pie el discurso de la austeridad republicana y de la “honrada medianía” de Andrés Manuel. El presidente electo debe estar muy agradecido con esa izquierda congruente que no se deja atrapar ni siquiera en celebraciones de gente tan querida como el señor Yáñez.
10. Andrés Manuel en la boda
No podía el presidente electo de México no acompañar al hombre que más lo ha acompañado y apoyado durante tantos años de dura lucha. Así de sencillo. Seguramente estaba feliz de ver feliz a César, pero también estoy seguro de que pensó que la fiesta pudo ser, si no más austera, menos fifí. En cualquier caso, no era su evento, y no tenía Andrés por qué criticar a uno de sus mejores amigos, del que además le consta su honradez.
11. La prensa fifí que hizo posible la boda fifí
(i) La novia estuvo en la cárcel en Puebla, injustamente. El ex gobernador Rafael Moreno Valle la quiso despojar de unos terrenos valiosos.
(ii) La injusticia se solucionó porque César Yáñez fue muy solidario con Dulce María, porque no dejó de apoyarla, porque movió todo lo que pudo mover para que a ella se le liberara, pero también porque la prensa fifí, especialmente Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, tomó el caso de la empresaria casi como una misión de rescate y denunció día tras día la arbitrariedad. El amor triunfó gracias a la prensa fifí.
12. ¿Quién pagó la boda? Ella, por supuesto, no él
Si la tierra es de quien la trabaja, la boda la paga el o la que tiene dinero. En este caso, que no es inusual, la persona con recursos —honestos, obtenidos en el sector empresarial— es la novia. César no ha hecho un patrimonio porque decidió vivir con el mínimo para estar al lado de un líder social que ha peleado tanto contra el sistema. En el camino se enamoró de una emprendedora, ni hablar: así pasa a veces. Ella quiso financiar la mejor boda que soñó y lo hizo. Bien hecho. Muy su dinero, es decir, no tiene nada de criticable. Sin complejos, pero no muy convencido seguramente César Yáñez aceptó que en la fiesta hubiera langosta, se pagaran miles de flores y tocaran los costosos Ángeles Azules para no desgastarse antes del matrimonio, como decía López Portillo, en discusiones estériles ¡con su futura esposa! Por el machismo tan arraigado en nuestra sociedad es totalmente aceptable que en una pareja el novio cargue con los gastos y, ni hablar, mucho menos sencillo de entender que sea ella la que pague. Pero pues la segunda opción no tiene nada de malo. En este caso, el novio es modesto no por falta de talento o por poco trabajador: lo es porque creyó en un proyecto de cambio político que ha costado más de lo que ha beneficiado a todos los que en el mismo han participado.