Me causa risa y sorpresa la nueva disposición de la CdMx, sobre la “Ley Seca” que se impondrá los fines de semana, con el fin de limitar las fiestas y reuniones propagadoras del letal coronavirus, ya que a simple vista resalta inútil, sobre todo, tomando en cuenta la experiencia de cerrar plantas cerveceras hace unos meses, por considerarse una industria no esencial, que lo único que propició fue la venta ilegal y una escandalosa subida de precios del producto, además de impulsar un mayor consumo de “chelas” en la población.
A mí me podrán chorear de política, futbol y física cuántica, pero no sobre “el chupe”, ya que soy miembro de Alcohólicos Anónimos y tengo más de treinta años de actividad alcohólica, así que tengo bases para hablar de la psicología del borracho.
Para empezar (y esto se demostró durante la “Ley Seca” norteamericana, que propició la venta de clandestina donde prosperaron los gangsters, así como ahora los narcotrafricantes), cualquier cosa que se prohíba incita su consumo. Cuando las tienditas se desabastecieron de cervezas, floreció el “mercado negro”, y aquellos comercios que tenían el producto lo vendían al triple (pues probablemente si hubo una distribución secreta en algunos depósitos).
Ahora bien, la “Ley Seca” no aplica en restaurantes. Cuando viajé a Petra, Jordania, no había venta alcohol en ningún comercio (como en todos los países predominantemente musulmanes), pero había un restaurante, uno solo, que no solo tenía permiso para vender alcohol, sino que lo podías adquirir para llevar, y en otros restaurantes lo podías introducir. No sé si los propietarios de aquel restaurante tenían algún tipo de relación corrupta con las autoridades, pero eran los ganones, con un montón de turistas compradores. No hace falta demasiado ingenio para saber de dónde podría salir “el chupe” para el reven en México.
La pandemia ha maltratado económicamente a todos, sería muy ingenuo pensar que varias tienditas se apegarán a la prohibición, seguramente se las van a arreglar para vender alcohol (yo mismo compré cervezas en una vinata el fin de semana, no para mí, pues yo ya no bebo).
Luego está la tontería de la prohibición los fines de semana, ¡que no se dan cuenta de que estamos en época de preposadas y que el reventón puede surgir cualquier día de la semana! Para terminarla de arruinar, en un Oxxo me dijeron que la venta se restringía un fin de semana sí, y otro no. A ver, a ver, ¿las estadísticas que presenta el Dr.Gatell muestran acaso que el virus tiende a propagarse más fuerte quincenalmente? Esa disposición solo podría aplaudirla mi maestro y amigo Salvador Dalí, el gran surrealista.
Yo aún no veo la relación entre consumo de alcohol y propagación del covid-19, pero si se toma en consideración que la “Ley Seca” es para evitar fiestas que atenten contra la sana distancia, les diré: entonces prohíban también la venta de tabaco, pues mi experiencia dicta que mucha gente no se va del reven hasta que no se acaban los cigarros; y prohibir que suene música, lo cual, sólo podría lograrse con apagones, y aún así, con una guitarra acústica, unas maracas y unos bongós se puede armar el desmadre.
Yo creo que aún se pueden tener mejores ideas para combatir el covid-19. Ésta, me parece francamente demagógica, inútil y moralista.