Ante el embate que se está dando al Poder Judicial, de reducir su independencia y tener a incondicionales del jefe del Poder Ejecutivo en la corte, como la Ministra Yasmín Esquivel Mossa, la esposa de uno de los principales contratistas del Gobierno Federal, José María Rioboó, en los estados las cosas son igual o peor, como sucede en el estado de Jalisco, donde el poder judicial, a diferencia del federal, este está en manos de los integrantes de la “mafia del poder” local.

En Jalisco existe un caso que está llamando fuertemente la atención por el contubernio que hay entre el Poder Judicial del Estado y una de las partes en litigio de la empresa lechera Sello Rojo de la familia González Uyeda que se disputan el control de esta y el hermano político a base de “chicanadas” se ha hecho del control de la empresa.

No es nuevo que en Jalisco suceda esto con el poder judicial, ejemplos hay muchos, como detener el desarrollo de obras de gas natural para los residentes de Guadalajara, Zapopan y toda la zona metropolitana, donde los competidores, los del gas LP utilizando al poder judicial local, detienen las obras, remiten a los trabajadores con el juez calificador y, al final, detienen el progreso de la entidad a pesar de que los temas energéticos, incluyendo el del gas natural es un tema del ámbito federal.

Este mismo modus operandi sucedió en el caso World Trade Center y a la empresa Tequila Centinela, o el caso de la cantante y compositora tapatía Lorena Tassinari, quien sufrió el despojo de un terreno de su propiedad, por causa del dictado ilegal de unas medidas cautelares corruptas de un juez de control, lo que pone a los empresarios y a los particulares en una posición muy vulnerable.

Sin embargo, el más reciente, el protagonizado por Abraham González Uyeda, un personaje del tipo Manuel Espino, que busca y salta de partido en partido para ejercer el abuso de poder a todo lo que da, se trata del ex panista y uno de los herederos de una de las principales empresas lecheras de Jalisco, Sello Rojo, Abraham González Uyeda, quien fue subsecretario de gobernación y que apoyó con todo a Margarita Zavala hasta el día que renunció a la candidatura, entonces se sumó a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y se convirtió en el contacto de Morena con sector privado de Jalisco.

González Uyeda, quien también fuera diputado por el PAN y candidato a la presidencia municipal de Tonalá, al morir su padre en el año 2015 tomó la dirección de la empresa y ya para el 2018 la habría prácticamente quebrado, cuando pretendió de manera fraudulenta pedir un préstamo sin el aval del resto del Consejo de Administración trató de liquidar a los socios, sus hermanos, por lo que lo retiraron de la dirección de la empresa.

Siendo esto un pleito familiar por la herencia y control de una importante empresa jalisciense, el manipuleo y abuso de las influencias políticas se hacen presentes. Al entrar el asunto en litigio los socios minoritarios Abraham Kunio, Masayi y su hermana Hiroko González Uyeda, solicitaron medidas cautelares al Juez Séptimo de lo Mercantil, Juan Pablo González Magaña, quien las otorga con una prisa inaudita, y en sólo dos días suspende a la mayoría de los miembros legítimos del consejo de administración de las empresas Sello Rojo, les quita sus poderes, les prohíbe el acceso y designa como administrador único de todo el grupo al Sr. Rubén Masayi González Uyeda. Asimismo, se fijan fianzas inexplicables, de un millón de pesos para los socios minoritarios (3 hermanos) y de 400 millones de pesos al consejo, (4 hermanos).

Hoy el caso Sello Rojo entró en revisión a la sala 8 del Supremo Tribunal de Justicia, presidida por el Magistrado Roberto Rodríguez quien llegó a su cargo por sus simpatías con el Partido Acción Nacional, en los tiempos en que Abraham tenía el poder que ahora extraña. Por cierto, el Juez Juan Pablo González Magaña, a decir de los hermanos de Abraham, también le debe su puesto como juez al político. Los afectados temen que la relación con Abraham pudiera llegar a influir y que la revisión no se hiciera conforme a derecho. Los reflectores están puestos en la sala 8 del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco.

También se considera que Abraham es muy cercano al actual gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro donde casualmente desde su nueva posición morenista ha tejido grandes relaciones que le han permitido muchos beneficios, como el trasvase de agua de Jalisco a León y la Presa del Zapotillo así como manejar los hilos del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, a través de su hermano Rubén Masayi, quien no sólo se ha declarado a favor de la inundación de los poblados de Temacapulín, Acasijo y Palmarejo para dar agua a León, sino que ha reconocido el apoyo ofrecido por el ejecutivo estatal en la lucha por el control de la empresa familiar.

La pregunta queda en el aire, los jueces fallarán en favor de los intereses de Abraham a cambio de favores políticos dentro del Poder Judicial jalisciense, o bien mantendrán su independencia, cosa que realmente se ve muy difícil.

Sello Rojo, parece la inspiración de Salma Hayek para producir la serie de Netflix es la empresa tequilera “Monarca”. Tendremos que esperar la siguiente temporada de Monarca para saber qué sucede con Sello Rojo.