A reserva de que el Senado de la República ratifique el nombramiento de Esteban Moctezuma Barragán, el secretario de Educación Pública será el próximo embajador de México en los Estados Unidos. La Comisión de Exteriores dará eventualmente su beneplácito. El presidente López Obrador, en este sentido, no tendrá oposición alguna en su decisión de enviar al expriista a Washington, pues históricamente la cámara alta suele conceder al jefe del Ejecutivo carta blanca en la conducción de las relaciones internacionales, en respeto al espíritu de la letra del artículo 89 constitucional.
La salida de Moctezuma de la SEP abre un nuevo episodio de especulaciones en torno a su sucesor. Según ha trascendido, el presidente López Obrador baraja posibilidades como Luciano Concheiro, actual subsecretario de Educación Superior, o algún personaje más atrevido como Delfina Gómez, ex candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México; Juan Ramón de la Fuente, representante de México ante Naciones Unidas; Ruben Rocha, senador y presidente de la Comisión de Educación y, finalmente, Héctor Vasconcelos, senador y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.
En este contexto, tras la abrogación de la reforma educativa y la eliminación del Servicio Profesional Docente (corazón mismo de la reforma de 2013 que regulaba el ingreso, permanencia y promoción de los maestros en educación básica y media superior) el gobierno federal se reconcilió con los grupos del SNTE que rechazaban la evaluación docente y que se oponían beligerantemente a que las plazas docentes fuesen objeto de concurso. De igual manera, las principales voces de la CNTE en Oaxaca fueron complacidas tras la vuelta al antiguo régimen de control de la política educativa del estado a los líderes sindicales.
Frente a este retroceso en materia educativa, y ante el posicionamiento inequívoco del presidente López Obrador, el próximo secretario de Educación no tendrá que hacer frente a la oposición magisterial. Por el contrario, podrá navegar libremente y podrá limitarse al cumplimiento de la nueva normativa plasmada en las leyes. En otras palabras, a diferencia de la labor que fue un día encomendada a Emilio Chuayffet y Aurelio Nuño (quienes se enzarzaron en una brutal batalla política, jurídica y mediática contra los intereses del poder fáctico representado por el SNTE) el próximo secretario morenista deberá ceñirse a presentar un rostro amable y cooperativo, tanto frente al presidente como al magisterio.
La elección de Concheiro o del senador Rocha podría conllevar la conclusión de la reforma en materia de educación superior; una reforma que muchos cuestionan derivado de las futuras incapacidades del Estado mexicano para garantizar una educación terciaria de calidad que sirva a los jóvenes mexicanos. En este mismo espacio de SDP Noticias, he expresado que el proyecto del presidente López Obrador en la materia no conducirá al aseguramiento de la calidad en educación superior, pues su proyecto universitario dista enormemente de ser viable en términos de su cobertura y de su contenido educativo. ¿Cómo pensar en la universalización de la educación superior en un país cuando aún no somos capaces de garantizar la calidad en la educación básica, y frente a los lamentables resultados de nuestros jóvenes en pruebas de resultados de logro como PISA? Sin respuesta.
Por su parte, la elección de Héctor Vasconcelos representaría la opción más conciliadora. Sin embargo, su nombramiento quizá levantaría cuestionamientos en torno a la experiencia del senador en materia educativa, y sus potenciales competencias frente a la gestión de la secretaría de Estado más grande —al menos en términos presupuestales— de la administración pública federal. En todo caso, la designación del hijo del gran José Vasconcelos provocaría el entusiasmo de más de uno.
Finalmente, si el presidente se decanta por Juan Ramón de la Fuente, el embajador tendría que dejar su cargo en Nueva York para encargarse de una cartera educativa que podría no encajar, a estas alturas, en los deseos del exrector. De igual manera, el gobierno de México perdería una valiosa carta diplomática en el exterior, pues hemos de reconocer la labor de De la Fuente al frente de la delegación, y en concreto, tras el logro alcanzado con el aseguramiento de la membresía no permanente de nuestro país en el Consejo de Seguridad. El despacho de José Vasconcelos en República Argentina espera nuevo inquilino.