Mi columna intitulada “Biden y AMLO ¿políticos de izquierda” publicada en este espacio de SDP Noticias fue ilustrada con una fotografía tomada en el marco de la reunión del vicepresidente Biden con Andrés Manuel López Obrador en marzo de 2012. El encuentro —el lector recordará tuvo lugar en el hotel Four Seasons de la Ciudad de México.

La gira del entonces vicepresidente estadounidense tuvo como objetivo reunirle con los candidatos a la presidencia de México, a la sazón, López Obrador, Peña y Vázquez Mota. En la reunión con AMLO, el candidato estuvo acompañado por un personaje quien podría eventualmente encabezar la Secretaría de Relaciones Exteriores ante la victoria del demócrata: Héctor Vasconcelos, quien fuese considerado inicialmente, tras el triunfo de López Obrador en 2018, como posible canciller.
La decisión del presidente López Obrador podría derivar de su cercanía con Vasconcelos, de la experiencia de este tras su paso por la Embajada de México en Dinamarca y por la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República. Sin embargo el principal motivo podría encontrarse en aquella reunión de 2012, pues Biden conoció a Vasconcelos, y se especuló en torno a una buena relación surgida entre ambos funcionarios.
Sin embargo, Vasconcelos podría no ser la única baza del presidente, pues Martha Elena Bárcena, actual embajadora de México ante Estados Unidos, es bien reconocida por López Obrador. Sin embargo, esta decisión podría provocar reacciones en la opinión pública pues es pública la relación familiar de la embajadora con Beatriz Gutiérrez Müller. El presidente, en consecuencia, podría ser acusado de nepotismo, en consideración de que ello ocurrió tras ser destinada a encabezar la embajada mexicana en Washington. No obstante, bien vale señalar, se trataría de argumentos infundados pues la embajadora Bárcena ha ocupado previamente destacados cargos en el exterior, lo que le posiciona como una mujer cuyas credenciales diplomáticas son irrefutables.
La resultante salida de Ebrard de la Secretaría de Relaciones Exteriores podría conducirle a la titularidad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en sustitución del actual secretario, Alfonso Durazo Montaño. O, quizá, el hoy canciller podría ir a Gobernación en lugar de Olga Sánchez Cordero, quien parece haber cumplido su ciclo. Al igual que en el caso de Vasconcelos con las relaciones internacionales, a Ebrard no le es ajeno el tema de seguridad tras su experiencia en la Ciudad de México. Y la política interior es su fuerte.
En otro contexto, los movimientos al interior del gobierno federal bien podrían alterar la sucesión morenista de 2024, pues un posible desgaste de Ebrard, en un cargo de mayor exposición política, podría facilitar la avenida para el ascenso del grupo que apoya la candidatura de Claudia Sheinbaum.
Biden a la Casa Blanca, Vasconcelos a la Cancillería y Ebrard a Seguridad o Gobernación … ¿escenario inminente? Al tiempo