A finales de los 60 y principios de los 70, mi primo Memo era mi héroe; fue la época de mi niñez inocente (0-8 años de edad, Xalapa, Ver., la época de los Reyes Magos y cantar “La Rama”, distinta a mi niñez perversa, con albures y canciones del Grupo Yndio, que comenzó al mudarnos a la Ciudad de México, en 1973).

Le decían Memín porque de Niño se parecía a Memín Pinguin, (popular personaje de historieta). Sería cinco o seis años más grande que yo (quizás menos). Lo admiraba porque sabía hacer muchas cosas, hacia equilibrios con una escoba, tocaba el acordeón, tenía un cajón de bolero pintado con un payaso.

En 1979, en un viaje a Xalapa, mi primo Memo me invitó a una excursión al campo con un grupo de jóvenes hippies cristianos, donde dibujé las caricaturas de todos. Memín tenía el cabello largo, anteojos y usaba pantalones de mezclilla acampanados. Con su sonrisa de hoyuelos y el tono de su piel, se asemejaba más bien a un hindú. Ya tocaba en la guitarra canciones de los Beatles. Había decorado una escuela de inglés pintando Snoopys, a cambio de clases de inglés.

En casa de mi tía Marina, en el callejón del Diamante, inventábamos canciones y las grabábamos en una casetera (recuerdo una de cotorreo que se llamaba “La solución es Portillo”, inspirada en el presidente “Jolopo”.

Años después, supe que su afición a los Beatles la agarró cuando escuchó “Conozca a the Beatles”, de 1964 (año que nací, por si estaban con pendiente) acetato que tenía mi papá, “El Pocho”. Además escuchaba a Elton John, Cat Stevens, Crosby, Stills and Nash, Seals & Craft, América, Bread, Dr. Hook y bandas así (de sus discos, yo grababa canciones melosas para regalarle casets a quienes me gustaban).

En 1978, en Xalapa, me quitó del tocadiscos un acetato color rojo de música disco: “Jump” de The Ring, y me dijo: “¿Por qué oyes esa mamada?” (No entendía su actitud, si también era música en inglés).

En 1979 se vino a vivir con nosotros, para estudiar turismo, y trajo el rock a la casa.

En 1980 mataron a John Lennon; mi primo permaneció un buen rato encerrado en su cuarto, con todos los periódicos regados; salió de la casa con lentes oscuros y su guitarra; más tarde, en un noticiario de la tele, dijo el conductor: “Muestras de dolor en varias partes del mundo: París, Madrid, Ámsterdam… y también en la Ciudad de México, donde varias personas se han reunido en el Parque de Los Venados, para rendirle un homenaje”, y mi primo Memo, en el centro, tocando su guitarra.

Por sus conocimientos beatlómanos se, convirtió en el presidente del Club de los Beatles, en Xalapa, Ver. En Milenio Semanal escribió un reportaje sobe el fraude de “El concierto para Bangladesh”, organizado por George Harrison y Ravi Shankar, en 1971.

En el 2010, en el concierto de Paul McCartney al Foro Sol, compró boletos hasta adelante para los dos conciertos del 27 y 28 de Mayo, y además, compró boletos para estar en el ensayo y prueba de sonido.

Cronista de Xalapa. Se sabía las historias de todos los personajes típicos y siempre me llevaba a lugar para comer: chicharrones tipo Banderilla, garnachas estilo Rinconada, tamales de la huasteca, etc. El 21 de diciembre del 2020, falleció por una bacteria, no por el virus mortal. Tuvo su banda y su programa de radio. Ahora está ensayando con John (sin Yoko, que todavía sigue vivita y encolerizando a Avelina Lésper).

Descanse en Fa.