No es ningún secreto que cualquier acto cuestionable llevado a cabo por algún simpatizante o militante de Morena, en el pasado o en el presente, es y será atribuido a AMLO; ya sea de un diputado, coordinador político, etc., aunque sean fechorías a título personal, fuera de control del dirigente.
Es por eso que AMLO ya debe ir dejando la presidencia de Morena y dedicarse a su precampaña, antes de perfilar más candidaturas o como les llaman “coordinadores estatales”, de lo contrario TODO será culpa de AMLO, y así evitarían que cada nombre incómodo, o cómodo, sea -so pretexto- pedrada tras pedrada y objeto de ataques al presidenciable puntero en las encuestas.
MIEMBROS INCOMODOS
Hoy en día veo en redes sociales muchos cuestionamientos a Morena al ser apoyados por personajes como Manuel Bartlett, Miguel Angel Barbosa, Eva Cadena, quien fuera expulsada del partido, etc. De inicio cabe mencionarse que ninguno de estos es parte del equipo de trabajo de Andrés Manuel, solo están o estuvieron en Morena. Y como en todos los partidos, hay gente buena y gente mala, aunque el peje siga estando limpio. No imagino que a los demás presidenciables del PRI o PAN se les atribuyan todos los actos de políticos y miembros de su partido, como si tuvieran pura gente venerable en sus filas, ya los hubieran destruido.
Hago la siguiente analogía para explicar lo anterior:
Sin duda que estaría fuera de contexto querer culpar a Ricardo Anaya, presidenciable-dirigente nacional del PAN, por cada acto de corrupción panista del presente y del pasado; por ejemplo, el caso del exgobernador de Sinaloa, Guillermo Padrés, detenido por defraudación fiscal y lavado de dinero, o por el caso del diputado local del PAN en San Luis Potosí, Enrique Flores Flores, el cual fue balconeado en un video pidiendo dinero en Junio de este año (dos meses después de lo de Eva Cadena), que por cierto nadie se enteró de esa noticia, a diferencia del caso de Eva Cadena. ¿Por qué nadie cuestionó a Ricardo Anaya o a Moreno Valle? Nadie lo hizo porque sería una crítica fuera de contexto, mientras que a Morena sí se le mide con otra vara, tal fue el caso de Eva Cadena, del cual Parametría reveloó que el 54 por ciento del país se enteró de este caso, destacando que la mayoría nunca supo que la diputada devolvió el dinero, ni que Morena denunció a Eva Cadena ante la fiscalía del estado, tampoco que Andrés Manuel López Obrador jamás tuvo acceso a esos recursos.
El otro caso trascendente fue el de José Luis Abarca, que por una foto en campaña se llegó al exceso de buscar inculpar a AMLO del caso Ayotzinapa, y de paso distraer la responsabilidad del estado. ADMITIR LA CORRUPCIÓN
Sin duda, la corrupción es y estará presente en todos los partidos, y Morena no es y no será la excepción, por lo que considero que AMLO debe precisar su actuar ante la corrupción no como un acto de fe, sino por la aplicación de la ley a quien la incumpla. Porque el actuar de cada quien depende solo de la persona, y eso no se puede controlar, por lo que en vez de decir “eliminaremos la corrupción”, mejor decir “combatiremos la corrupción”, porque sería imposible erradicarla, y esa imprecisión abre críticas a que se promete lo imposible.
Mi criterio es el siguiente:
“Es evidente que un gobernante no puede erradicar toda-corrupción, pero sí garantizar su reacción, de colaboración con la procuración de justicia y rechazo a la impunidad, a fin de adoctrinar lecciones ejemplares que escarmienten a potenciales actos delictivos”.
Ya que si por el contrario se busca permear la impunidad protegiendo al susodicho(a), no solo se cae en un error, sino que se deja un precedente del “aquí no pasa nada”. ¿Cuál es el antecedente de AMLO en ese sentido? Lo resumo en un momento del debate presidencial del 2012, cuando EPN cuestiona al peje por el caso de Ponce y Bejarano, este le responde: “Fíjese cómo es este mundo. Ponce, secretario de Finanzas, en el tiempo que fui jefe de Gobierno, está en la cárcel, lleva ocho años. Bejarano también fue a la cárcel. Y usted que fue Secretario de Administración de Montiel está aquí, de manera inexplicable o explicable.” Quiere decir que Andrés Manuel no metió las manos para salvar de la cárcel a sus allegados, poniendo por encima de la amistad el imperio de la ley.
EL CASO DEL PT
En el caso del dirigente del Partido del Trabajo, Alberto Anaya, la situación se torna complicada, ya que sin duda alguna está siendo víctima de un ataque político por su alianza con Morena, sin embargo, también hay “indicios” de que no se manejaron de manera transparente los recursos recibidos para los CENDIS en el estado de Nuevo León. El problema aquí es que cuando se trata de un ataque político “en el actual reino de la impunidad y la injusticia”, no importa si se llevó o no se llevó a cabo un manejo adecuado, si el gobierno quiere, se las arreglará para inculparles.
“PUROS SANTOS” EN MORENA
De los 3 mil 326 cargos de elección popular que se elegirán en el 2018, Morena casi será exigido a elegir “puros santos” como candidatos u operadores políticos, por lo anteriormente mencionado, aunque otros partidos tengan en sus filas a los mayores barbajanes del país, zorros, zopilotes, operadores colmilludos y candidatos que jalan mucho dinero para comprar el voto. De lo contrario, como hemos dicho, se cuestionará a cada candidato controvertido, polemizando sus debilidades y atribuyéndolas directamente a la candidatura presidenciable de Lopez Obrador, y vaya que exageran. A continuación, doy mi crítica un artículo de Rivelino Rueda y una columna de Juan E. Pardinas:
En el artículo de @RivelinoRueda El Financiero: “Ligados con el narco, chavistas y expresos, en el equipo de AMLO” (13 Nov. 2017), con ese desmedido título, el articulista expone una lista de 9 excandidatos de Morena y 9 coordinadores de organización, entre ellos Marcelo Ebrard y Delfina Gómez “cuestionables todos, según”, donde la constante en la descripción de cada uno(a) es la palabra “presuntos”, presuntos-esto, y presuntos-lo otro, sin comprobación. Y solo tres de los mencionados caen en lo señalado en el encabezado del artículo, para lo cual hago las siguientes precisiones:
1. El título dice “ligados con el narco” (en plural) cuando solo se cita un caso, Miguel Angel Navarro, excandidato de Morena en Nayarit, que dice “fue acusado” (mas no comprobado) de tener vínculos con quien fuera el fiscal general de Nayarit, Edgar Veytia, detenido en Estados Unidos por cargos de narcotráfico.
2. El título dice “chavistas” (en plural) cuando solo se cita un caso, Héctor Díaz Polanco, Presidente de Honestidad y Justicia de Morena, quien planteó la posibilidad de integrarse con los países de América Latina, como Venezuela -dijo- en la revolución bolivariana. Posteriormente el mismo aclara que “no podemos y no queremos ser Venezuela”, mientras que Morena se deslindó tajantemente de alguna postura oficial sobre Venezuela, a través de su presidente en la CDMX, Martí Batres.
3. El título dice “expresos” (en plural) cuando solo se cita un caso, Jose Francisco Gallardo, ex General del Ejército y Dr. en Administración Pública, quien, si es expreso, pero ex-preso político, injustamente enjuiciado según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por proponer un Ombudsman militar en los tiempos de represión de Carlos Salinas de Gortari.
LA COLUMNA QUE HIZO ENOJAR A AMLO
Dentro de esta euforia, el analista político @JEPardinas, despotrica contra AMLO en su columna “El camión del cascajo” Periódico Reforma (06 Nov. 2017), misma que provocó reacción del tabasqueño llamando al autor deshonesto y achichincle del salinista Claudio X. González.
Pardinas critica duramente que Félix Salgado Macedonio haya sido nombrado coordinador de Morena en Guerrero, para lo cual coincido que Salgado es un tipo bastante ridículo, y que se presta a la crítica, sin embargo, no podemos asegurar que sea una persona deshonesta o malvada, no tiene ese antecedente legal.
En su crítica, el columnista también reprueba que Manuel Bartlett y el examigo de Fox, Lino Korrodi ahora apoyen a López Obrador, les llamó “vestigios defectuosos del sistema político mexicano”. Y que gracias a ellos, AMLO es el “piloto del camión del cascajo”, declaración desmedida que ofende a todo el morenaje, militantes, legisladores, empresarios y ciudadanos que se han unido al proyecto, no por la propuesta económica, política o social de su proyecto sino por tres personas que no le parecen, augurando que debido a ellos, si AMLO gana la presidencia serían “dulces pesadillas”.
No defiendo sino más bien explico el porqué Manuel Bartlett ha sido aceptado por la izquierda, nada menos que por su incorporación a la defensa del petróleo como senador, cuando el movimiento progresista evitó que se aprobara la Reforma Energética en tiempos de Felipe Calderón; Por el lado de Lino Korrodi, es un empresario que como muchos, apoyan a distintos partidos, en el pasado apoyó activamente a Fox y ahora lo hace a López Obrador.
Finalmente, Juan Ernesto Pardinas escribe una romántica frase que es muy cierta, pero que no aplica en este caso ya que ni Bartlett, Lino o Félix Salgado, aunque apoyan a Morena, son parte del equipo de trabajo de AMLO:
“Hay muchas maneras de medir las cualidades de un líder, pero uno de los mejores métodos es evaluar el carácter y el perfil de las personas con las que se rodea. Al elegir a un Presidente, no sólo se elige a una persona, sino a un equipo.”
En enero de este año, Obrador presentó a su “equipo de trabajo” inicial, compuesto por Alfonso Romo, Claudia Sheinbaum, Adrián Rodríguez, Miguel Torruco, Laura Esquivel, Esteban Moctezuma, entre otros. Y será en diciembre cuando dé a conocer los nombres de quienes conformarían su gabinete de ganar la presidencia, como lo hizo en el 2012. Le pregunto a Pardinas ¿esos también son cascajo? ¿O le faltó rigor en investigar quiénes son los cercanos que conforman el equipo de trabajo de Lopez Obrador?
Mi pregunta es, si a AMLO, lo mandó al cascajo porque tres miembros de su movimiento, de entre miles, no son muy buenos para él, entonces que podríamos esperar del Frente (FCM), donde sus tres líderes han tenido serios cuestionamientos de corrupción, y no hablamos de allegados, ni de cercanos, o parte de su equipo de trabajo, sino de ellos mismos.
1. No cuestiona que el dirigente de Movimiento Ciudadano, partido miembro del FCM, estuvo en la cárcel por delito de peculado, mismo del cual nunca demostró su inocencia, él, Dante Delgado, no algún simpatizante de MC.
2. Tampoco le inmuta que la dirigente del otrora partido del FCM, el PRD, fue objeto de un escándalo por poseer un departamento de un millón de dólares en Miami, no manifestado en su declaración 3de3, iniciativa que el mismo Pardinas impulsa. Según se reveló, este departamento es propiedad de una empresa fachada propiedad de ella, Alejandra Barrales, no algún simpatizante del PRD.
3. Menos aún objeta que el mismo Ricardo Anaya, también dirigente nacional del PAN, futuro candidato a la presidencia de la República, actualmente tenga señalamientos sin concluir, es decir no desmentidos jurídicamente, por crecimiento exponencial de su fortuna familiar debido a influencias indebidas, de él, Ricardo Anaya, no algún simpatizante del PAN.
La parcialidad de Pardinas queda de manifiesto cuando toma partida en sus preferencias políticas a favor del PAN y su Frente Ciudadano por México (FCM), ¿no puede hacerlo? Claro que si, está en su derecho, solo que no espere mucha credibilidad a una “ética imparcial”, ese es el costo. Sobre todo, porque es director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), un centro de investigación apartidista que está cobrando gran importancia en la participación ciudadana, pero se ve muy mal que su director sea un incondicional panista, no le viene bien al instituto, cae en conflicto, menos cuando hace columnas con el hígado para despotricar a sus rivales.