¿En juego la joya de la corona?

Comenzó la campaña en Nuevo León y una cascada de acusaciones y guerra sucia desnuda las mentiras de la clase política de aquel estado. Es obvio que Clara Luz a pesar de haber ganado legítimamente la elección interna luego que no había elementos ni objeción que refutaron que era el perfil que contaba con mayor popularidad e imagen de conocimiento en Morena, se impuso. De eso no hay duda. Pero, desde que se dirigió a las bases morenistas surgió una enorme barrera que condenó su designación por su pasado priista durante años.

Sin embargo, eso fue solo la punta del iceberg. Al preguntar si ubicaba en persona a Raniere, que actualmente está cumpliendo una condena en Estados Unidos luego de haber sido encontrado culpable de un abanico de delitos de tráfico sexual y otras agravantes que, evidentemente, constituyen un flagelo que no se ha podido desterrar, la candidata de Morena mintió. Dijo que no lo conocía; no obstante, por todos los medios de comunicación se difundió un video en el que departe una amena plática con el líder de la secta NXIVM.

Vaya sorpresa. Resulta que, su afirmación fue ficticia; no solo conoció a Raniere, sino que durante 20 minutos se veía muy sonriente. También mostró ante la opinión pública que, los principios de Morena, son una versión de mercadotecnia cuando se trata de ganar votantes. Y esto, no solo porque quebró la confianza que incluso el mismo mandatario le ofreció, sino, sepultó la esperanza de que el partido guinda conquistará Nuevo León: uno de los principales objetivos y quizá la joya de la corona del presidente por el territorio empresarias que significa la sultana del Norte.

Con este precedente, comprometió la elección, sino es que, desde ahorita, ya podemos afirmar que la perdió antes de tiempo. Arrecia la guerra y se metió en ella en un intercambio de spots y con sus contrincantes; de hecho, sus propias declaraciones no retracta el hecho, pero si lo justifican.

Dijo que fue sorprendida, claro, prefirió bajar el nivel de tensión asegurando que se trató de un curso de superación personal. Eso no lo podemos asegurar, pero, lo más grave de ello, es que mintió. El punto de interés es que en la política hay detalles que te hacen perder una elección o, cuando menos, desinflarse en un momento clave del ejercicio. Traen saldos negativos como fue el caso; el costo será altísimo.

La elección en Nuevo León está muy cerrada

Y es que, Clara Luz, estaba de lleno en la pelea. La elección en Nuevo León está muy cerrada; se polarizó en tercios; pero este acto vino como un balde de agua fría para el cuarto de guerra de la candidata. Ahora, deberá cambiar la estrategia, no sin antes, cargar con el estigma de la mentira que es uno de los elementos más repudiados por el partido que la postuló. Sobre ese hecho, también, tendrá que arrastrar la entrevista a priori que levantó polémica. Mientras tanto, cometió un error, quizá muy grave.

El golpe duro se verá reflejado en los estudios de opinión pública. Es obvio que sus rivales atizaron el fuego por allí; eso puede ser una piedra en el zapato para Clara Luz y su principal talón de Aquiles. Difícilmente se sacudirá del escándalo.

Y lo más inquietante de todo esto, es que apenas comienza el proceso. Esto le ocurrió en un momento inmejorable en que supera de acuerdo con casas encuestadoras, aunque fuese por mínima la ventaja a sus principales rivales del PAN y PRI. Aun así, el impacto del video da créditos para la derrota. Han pasado dos semanas de campaña y le asentaron quizá el Nocaut antes de que finalice la pelea por Nuevo León.

La guerra sucia no funciona

Así es la política. La guerra sucia no funciona tanto en estos momentos donde se desnuda en las redes sociales la mentira, sin embargo, esto que pasó, es un elemento infalible de los actores intelectuales que filtraron el video para desinflar la ventaja de la alcaldesa con licencia. Aunque falta mucha cuerda en la campaña, podemos anticipar que, ni Clara Luz encajó en Morena, ni ganará el proceso que pareció abrir la puerta.