El resultado de la crisis de gobernabilidad de que viven diferentes Estados ha multiplicado la propagación que expresa el desdén inclinado hacia varios gobiernos que han representado un fracaso; el descrédito abre la puerta a una resistencia pacífica social que ha permeado a través de la imagen y liderazgo de Andrés Manuel López Obrador (Morena). Esa lucha ha permitido acceder al gobierno, pero no como un movimiento burocrático simplista, sino, como el mecanismo institucional que florece en la confianza que canaliza la participación política desde un sentido crítico, reflexivo y humanista. (Algunos lo confunden a modo de la plataforma atractiva para buscar sus intereses)

Es claro que la ola de Morena aparece como la fuerza que viene empujando una adhesión que ha permitido alcanzar nuevos referentes en algunos Estados; finalmente ya ni siquiera me parece sustancial plasmar el desafío que representa retener el gobierno sobre todo en Michoacán y Nuevo León, donde hemos dado elementos exhaustivos del por qué perderán este proceso ya que la cruda debilidad institucional se ha expresado abiertamente como fruto de un individualismo que ha adquirido un papel ya insostenible. La elección del 2021, son comicios prácticamente soldados en varios territorios que están atravesando una pérdida de legitimidad que se ha consolidado en la creciente inestabilidad sociopolítica. Entre ellos incluye los dos anteriores.

El devenir político que coincide es precisamente el de algunos ejercicios que inclinan la balanza y han favorecido el protagonismo de algunas figuras como Tatiana Clouthier en Nuevo León, y Cristóbal Arias Solís en Michoacán; esta concepción se sustenta y depende del crecimiento exponencial que han traído efecto sus gestiones, asimismo, el liderazgo que han sembrado en las posiciones desde el senado y la cámara de diputados, donde han sido sumamente claves para sacar avante el programa estricto de la Cuarta Transformación, el cual hace énfasis el presidente, ante la preocupación y el enorme desafío de revertir el lastre enraizado de la corrupción, el nepotismo y el autoritarismo del viejo sistema político Nacional en gobiernos pasados del PRIAN.

Esa combinación de elementos incide e impacta directamente en la oportunidad política que establece un clima enormemente favorable a que Morena gane la totalidad de Estados donde habrá elecciones intermedias en 2021. Además de basarnos en la percepción social y la animadversión de algunos gobernantes, existe una realidad que parte de un fundamento plasmado en una serie de encuestas que influyen en un grado permanente para que las posibilidades de instalar nuevos gobiernos en la mayoría de Estados, tenga una lógica y una explicación que aporta esta narrativa.

Hay una clara inclinación que promueve esta visión. En Nuevo León, existen las condiciones coyunturales y políticas a que Tatiana Clouthier sea la candidata en los próximos comicios; ella es la figura más competitiva, por consiguiente, debe existir una congruencia por razones obvias, ya que la diputada ha creado una imagen que se identifica sustancialmente con ella. Por tal caso, es valioso erradicar las posibles diferencias y buscar la unidad para el movimiento que encabeza Andrés Manuel. Por estrategia política, deben perfilar a Clouthier, ya que tiene un acercamiento exponencial con la sociedad, ante la falta de gobernabilidad que ha matizado Jaime Rodríguez (Bronco), que ha encajado no solo en una de las peores administraciones de Nuevo León, sino de todo el país. (Un fracaso).

En el caso de Michoacán, hay un apoyo fundamental a la figura de Cristóbal Arias Solís que en resumen, ha venido empujando y articulando diversas acciones desde el senado de la República, lo que le ha permitido tener un asentamiento como el rostro visible y potencialmente más competitivo para ir priorizando una dirección que nos acerque políticamente a la sucesión del 2021. Las expectativas hacia el senador, es un claro ejemplo del arrastre que produjeron sustanciales cambios sociopolíticos por vía de la cámara alta; asimismo, una conexión por el bagaje que ha tenido el legislador en este territorio. Otro elemento que favorece, y sería la piedra angular del proceso, es el ascenso escalado en algunas evaluaciones, sondeos y encuestas que con mayor fuerza, aumentan las posibilidades que han demostrado que la balanza se inclina sobre Arias Solís.

Según consulta Mitofsky en Michoacán, Morena ganaría con casi 28% de las preferencias, seguidos por el PRD con 10%, PRI 9.3 % y hasta el último PAN con 7.6%. Cabe mencionar que Cristóbal Arias Solís es el mejor posicionado entre los suspirantes de Movimiento Regeneración Nacional con una ventaja dominante de 26.2%, seguido por el actual alcalde municipal Raúl Morón con 12.3. Estos datos, naturalmente sustentan el avance que ha tenido el partido del presidente por todo el país. Pero de igual forma, la lógica se orienta a que los grupos y cuadros de Morena y, la sociedad se están agrupando con el Senador de la República.

Morena se perfila a ganar. Es una connotación que era visiblemente descifrada, pues las condiciones sociopolíticas romperían con la hegemonía perredista en Michoacán.