"Tal pareciera entonces que el poder del que gozan los políticos es teórico o imaginario y esa es su gran queja."
"...todo poder para ser tal debe ser fáctico."
Cuando alguien trata de explicarse ¿Qué es algo? a veces sentimos aversión por averiguarlo dentro de un libro de texto, lo sentimos alejado de la realidad, incluso no falta a quien le gustaría desprenderse del lenguaje para explicarse que es ése algo.
¿De dónde proviene ésa sensación? Yo lo atribuyo a dos factores que no tienen sustento científico ni intentan tenerlo, son simples conclusiones internas que por supuesto no intentan ser verdades, ni descubrir una verdad. Es una simple impresión descifrada por experiencia no sometida a análisis rigurosos ni pruebas, sino simples intuiciones basada en expresiones ajenas y propias, puede ser considerado un intento de descubrir lo que tratamos de decir en realidad cuando expresamos ésa aversión o desprendimiento.
El primer factor es cierto desprecio a las "verdades", "verdades" que intuimos tienen un plan perverso sobre nosotros, que desean ser inmutables y provienen de humanos ajenos a nosotros (quizá simple desconfianza en nuestro entorno e inseguridad en nuestra personalidad).
El segundo es cierta inclinación a creer que nosotros lo podemos todo, que no necesitamos de nadie para entender lo que algo es, necesitamos simplemente vivirlo.
Ambos factores, aunque criticables, tienen sustento y validez relativa. Por ejemplo: Es cierto que muchas veces lo que viene en libros de texto son "verdades" (pretenden ser verdades-dogma) que debemos aprender como un mandamiento, pero no es así siempre y en todo caso "la lucha no se esquiva, se enfrenta y el método es su adjetivo calificativo". Tambien es cierto que nosotros lo podemos todo, pero tampoco desprendiéndonos de la historia, de lo aprendido, ni del entorno, pues entonces seriamos ermitaños sin páramo o desierto. Ambos factores tienen en común ser parte de una misma tradición, una cultura, que influye, nos programa (pero no es inmutable ni todos están de acuerdo con ella). Nosotros mismos somos sus artífices y sus destructores.
Lo anterior es una justificación a mi insistencia en hacer un análisis lingüistico antes que "mágico" o de "naturaleza" parecida. No es un intento por descubrir cosas nuevas o viejas como si anduvieran sueltas en el aire y nosotros sólo tuvieramos que atraparlas (con redes para justificar errores). Tampoco es un análisis infalible, trata de ser una mera expresión de ideas que pueden ser refutadas incluso de forma sencilla con una simple variación de perspectiva o proyección.
En el "DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA - Vigésima segunda edición" la palabra "poder" tiene los siguientes significados:
poder 1.
(Del lat. *potēre, formado según potes, etc.).
1. tr. Tener expedita la facultad o potencia de hacer algo.
2. tr. Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo. U. m. con neg.
3. tr. coloq. Tener más fuerza que alguien, vencerle luchando cuerpo a cuerpo. Puedo A Roberto.
4. intr. Ser más fuerte que alguien, ser capaz de vencerle. En la discusión me puede. U. t. en sent. fig. Me pueden sus impertinencias.
5. intr. Ser contingente o posible que suceda algo.
MORF. U. solo en 3.ª pers. Puede que llueva mañana.
poder 2.
1. m. Dominio, imperio, facultad y jurisdicción que alguien tiene para mandar o ejecutar algo.
2. m. Gobierno de un país.
3. m. Acto o instrumento en que consta la facultad que alguien da a otra persona para que en lugar suyo y representándole pueda ejecutar algo. U. m. en pl.
4. m. Posesión actual o tenencia de algo. Los autos están en poder del relator
5. m. Fuerza, vigor, capacidad, posibilidad, poderío.
6. m. Suprema potestad rectora y coactiva del Estado.
Para nosotros resultan útiles las definiciones marcadas con los números 1 y 2 para el caso de poder 1; y 1, 2 y 6 para poder en sentido 2.
La polisemia es evidente y por lo tanto las confusiones semánticas deben ser igual. En todas esas definiciones parece haber un "¿como?" y "¿de donde?". por ejemplo: facultad ¿como se ejerce? y ¿de donde proviene?, lo mismo para potestad, potencia, gobierno y facilidad. Las definiciones son tan imprecisas como la expresión misma.
Últimamente en algunos discursos de políticos se puede llegar a escuchar frases como "debemos evitar los poderes fácticos" o "los poderes fácticos en ocasiones superan el marco legal" la mayoría de esos discursos se presentan como un argumento contra el "control" o influencia que algunos empresarios ejercen dentro de la política.
Pero ¿a que se refieren con poderes fácticos?
La palabra fáctico tiene las siguientes acepciones conforme al mismo diccionario antes mencionado: fáctico, ca. (Del lat. factum, hecho). 1. adj. Perteneciente o relativo a hechos. 2. adj. Fundamentado en hechos o limitado a ellos, en oposición a teórico o imaginario.
Tratando de identificar un sentido lógico podriamos decir que, a contrario sensu, existen también "poderes imaginarios o teóricos". Tal pareciera entonces que el poder del que gozan los políticos es teórico o imaginario y esa es su gran queja. Esta conclusión por supuesto que es absurda e igual de absurdo es pensar que eso es lo que tratan de decir los políticos. Creo que en realidad lo que quieren expresar es que su poder tiene fundamento legal y los demás poderes tienen un origen distinto.
Sin embargo, este error de apreciación puede llevarnos, como sociedad o ciudadanos, a concepciones erróneas acerca del poder. El poder no es una facultad que tenga un origen mágico. Por supuesto que tiene fundamento legal pero su aceptación y la sensación de su existencia se basa en nosotros como ciudadanos y sociedad. Ningún poder sería tal si todos lo desconociéramos, si no tuviera fuerza sobre los hechos que realizamos y, en este último sentido, todo poder para ser tal debe ser fáctico.
Por lo tanto podemos concluir que el "poder" en el entorno cívico, políitico y democrático es la facultad que como sociedad permitimos desarrollen los órganos o instituciones del Estado para proveernos de beneficiones comunes, como paz, justicia, bienestar, empleo, educación, cultura, seguridad, etc. que tiene un sustento legal para poder tener control sobre él pero que originalmente se basa en la sociedad. Nuestra Constitución Política asi lo reconoce en el artículo 39 al referirse a la soberanía del estado Mexicano.
Esto quiere decir que no necesariamente el poder debe tener sustento legal, sino que además debe legitimarse, por una parte, mediante el consenso ciudadano.
Si bien es cierto que el control del poder para alcanzar mayor eficacia se ejerce desde el Estado mismo, ello no implica que no se pueda reclamar por otros medios. Y si ahora contamos con mayores herramientas como redes sociales o, en general, con comunciación via internet ¿que esperamos para fortalecer el poder del ciudadano?
Democratizar puede convertirse en ciudadanizar el poder si así lo queremos, pero no olvidemos que todo poder creado debe equilibrarse bajo la premisa de su control.