Tres importantes diarios mexicanos, de la misma empresa editorial –Grupo Reforma, sin duda el más influyente en México– en sus columnas políticas institucionales decidieron defender a la aerolínea Interjet.

En Templo Mayor (del periódico Reforma), Cúpula (de Mural) y M.A. Kiavelo (El Norte) sus editores publicaron lo siguiente:

1.- “¡Mayday, mayday! Ahora sí la credibilidad de la Procuraduría Federal del Consumidor se fue en picada y, de paso, le dio un rayón al nombre de Interjet.

2.- “Resulta que al estilo de los recall automotrices, la aeronáutica rusa Sukhoi emitió una alerta para someter a revisión los aviones SuperJet 100, por un posible riesgo en su estructura. La aerolínea mexicana tiene una veintena de estas aeronaves, por lo que decidió hacer el chequeo debido”.

3.- “Esto provocó que varios vuelos de Interjet se vieran demorados o, de plano, cancelados. Y ahí fue donde quiso pararse el cuello la Profeco, pero terminó saliéndose de la pista. La dependencia que encabeza Ernesto Nemer, sin razón alguna, aseguró que todo era consecuencia de la caída de un avión militar ruso en el Mar Negro.

4.- “La cosa está en que la Profeco confundió la magnesia con la gimnasia y a los Sukhoi con los Tupolev, pues de esta marca era la aeronave en la que murieron 92 personas. Es decir, el siniestro ruso no tuvo nada que ver con Interjet. Pero, pos' ya qué”.

Está bien, los aviones rusos de Interjet no son de la marca del avión ruso que se cayó en el Mar Negro.

Pero de que tales aviones son rusos, lo son con todas las consecuencias de desprestigio y desconfianza para el consumidor que tal origen genere.

Ni hablar, el hecho es que Interjet invirtió en aviones rusos Sukhoi en vez de hacerlo en los más confiables Boeing (de Estados Unidos), Airbus (la sede de esta compañía está en Francia) y hasta Embraer (de Brasil).

¿Ustedes confían en las aeronaves rusas? Yo tampoco.

Hablo por mí –ejerzo el más elemental derecho del consumidor–y creo que también por muchos otros mexicanos.

Así las cosas, si puedo, procuraré nunca viajar por Interjet, que antes de su actual crisis se caracterizaba por sus excesivos retrasos.

Pienso que a Interjet lo barato terminará por salirle muy caro. Seguramente adquirió aviones rusos porque costaban menos y generaban menores gastos de operación que las aeronaves estadounidenses, brasileñas y francesas.

No lo deseo ningún mal a Interjet, claro que no. Pero no voy a confiar en esta aerolínea si insiste en ofrecer vuelos en aviones rusos.

Ni modo, seguiré sufriendo el mal servicio de Aeroméxico porque, al menos, no ha adquirido aviones que están muy cerca de ser marca Patito.

¿Sería capaz Interjet de convencernos de que sus aviones rusos, que ahora están parados, son tan buenos como los más confiables del mercado?

Ojalá lo haga. Ojalá. Pero lo veo tan difícil: en los aviones rusos no debe confiar ni Putin. Así que lo más sencillo, pero más costoso, será que Interjet compre nuevos aviones.