La sabiduría popular afirma que no se debe juzgar al libro por su portada, ni al contenido por el título. No es éste el caso. El presente instructivo, está hecho para los huevones. Si, huevones dije.

Los flojos son otra cosa. Un flojo es un huevón que no quiere pensar. Un huevón que se precie de serlo, buscará la forma más efectiva, inteligente e ingeniosa de sacar el trabajo lo mejor posible en tiempo récord, porque eso significa tiempo libre para holgazanear. Es simple.

Esta notable observación proviene de la profesora Suzanne Cane y Olvera, de nacionalidad extranjera, quien se impactó al comprobar que un huevón (no hay traducción textual en inglés) es un ser brillante que demuestra su creatividad e inteligencia al buscar atajos para descansar.

Y es que a diferencia de lo que afirma el diccionario Porrúa, un huevón no es solamente “un flojo para en trabajo”, a contraluz también es un talento natural del ser humano. La cuestión se reduce, según Olvera, a cómo sobrevivir –con éxito- siendo huevón.

A través del instructivo  de amena y ágil lectura , el cuasi folletito desarrolla veintisiete verdades de la vida. Lo cual, a todos nos queda claro, es un número muy elevado para que un huevón se acuerde de todas.

A continuación muestro algunas de las verdades que todo flojo inteligente (huevón, se dice) deberá aprender para seguir huevoneando y a la vez, decir que triunfó en la vida.

1.- Suzanne no le llama procrastinación, pero es el término correcto que define la tendencia –a veces enfermiza- a ir posponiendo el trabajo. Ningún huevón que se precie de serlo, se martiriza con esta cuestión. Él sabe que el flojo (el huevón estúpido) y el verdadero estúpido, trabajan doble. Siempre.

2.- Lo barato sale caro. Lo bueno cuesta. Estas verdades esenciales conllevan otras que son igualmente valiosas para los huevones: Hay que hacer las cosas bien la primera vez, dice Olvera, para no trabajar doble.

3.- La rueda: Ya la inventaron, huevón.

4.- “La organización es un término administrativo que se usa para referirse a la prohibición de reinventar la rueda varias veces” dice Suzanne

5.- No hay premios por trabajar demasiado, sino por trabajar BIEN. Aprende esto.

“No son los procesos los que ganan los premios, sino los resultados. En tu oficina no te van a felicitar porque te quedaste trabajando hasta las dos de la mañana, especialmente si fue por un trabajo que no requería tanto tiempo. Es más probable que te vean como un idiota. Acuérdate que lo que cuenta son los resultados. Si puedes llegar a los mismos resultados en la mitad del tiempo, ¡qué bueno!”

6.- La profesora Olvera realizó un descubrimiento que podría revolucionar la forma en la que los maestros de todo el mundo ven a sus alumnos: “Si la hueva creativa no va más lejos que la brillantez, por lo menos llega más rápido”. Eso es todo.

7.-  A veces, trabajar demasiado es hasta castigado.

Recuerda que los premios en esta vida se dan por resultados, no por esfuerzos inútiles. ¡Y que bueno! Será difícil ser huevón y, a la vez, dedicarse a esfuerzos inútiles” dice Olvera

8.- Muchos ganan más trabajando para otros, que por su propia cuenta

9.- Las “ganancias” no valen más que los “sueldos”

10.- En una relación, los hombres hacen menos esfuerzo que las mujeres.

Amén.

¿Usted qué opina, estimado lector?