La verdad es que no se vive un ambiente de certidumbre en el sector inmobiliario.

Los grandes desarrolladores y sus inversionistas están muy preocupados por las señales que les llegan desde la Ciudad de México, en tanto que quienes militan en el sector vivienda, están igual de preocupados por esas mismas razones, a las que habrá que agregar las dudas ante los cambios que pueda haber en la operación de la Sociedad Hipotecaria Federal, el destino final de la partida de subsidios en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 y una esperada y prácticamente inevitable alza en las tasas de interés de los créditos hipotecarios.

El caso de la Ciudad de México es preocupante, con ventanillas cerradas para todo trámite relacionado con la construcción y un gobierno que anuncia que se revisarán permisos otorgados y que estos estarán condicionados a consultas vecinales vinculantes.

Para acabar con esa incertidumbre es indispensable actualizar el Plan General de Desarrollo Urbano (PGDU) de la entidad y crear condiciones que permitan que su implementación sea simple, eficiente y transparente... Esto es indispensable y así lo reconoció la nueva jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum.

El punto es que el sector inmobiliario, y en particular quienes invierten en él, viven de certidumbres y ante la menor duda prefieren frenar la marcha y, si no quedara de otra, llevarse su dinero a otros lugares que sí ofrezcan la mentada certidumbre.

No es amenaza... Es realidad.

Y son ya varios los grandes desarrolladores inmobiliarios que están considerando seriamente poner pausa a sus proyectos en la entidad, manteniendo el paso en aquellos que ya están en proceso de construcción, pero mandando al refrigerador aquellos que no han empezado o que apenas estaban en las etapas que corresponden al absurdo montón de trámites que implica un proyecto inmobiliario, en especial cuando se trata de desarrollos de más de 10,000 metros cuadrados de superficie construida y que por ese motivo son considerados como de alto impacto.

Y por supuesto... Ni hablar de comprar nuevos terrenos en tanto no se cuente con ese mítico PGDU que acabe con la incertidumbre...

Y aguas... Porque los grandes desarrolladores inmobiliarios del país están respaldados por inversionistas igual o mucho más grandes... Inversionistas internacionales a los que les da lo mismo poner su lana en el desarrollo de oficinas o en un Fibra en México, que llevársela a mercados que ofrezcan menores riesgos y mayores rentabilidades.

Y es que esas inversiones son la gasolina de un sector inmobiliario que durante los años recientes ha sido un poderosísimo motor de desarrollo de México, que, además de generar cerca de 7% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y generar millones de empleos, entrega la plataforma de activos físicos que permiten elevar calidades de vida y competitividades y eficiencias urbanas.

Más que de acuerdo con Sheinbaum... Urge crear condiciones para que solo se construyan los inmuebles que requiere la ciudad y que estos se hagan dónde y cómo se requiere...

El punto está en que crear estas condiciones es responsabilidad del gobierno y de las instancias legislativas locales, lo que supone una clara ventaja para Sheinbaum, considerando la abrumadora mayoría que tiene su partido en el Congreso capitalino.

Y lo malo de que el sector inmobiliario le ponga el freno a sus inversiones, está en que quienes más van a sufrir son los segmentos de menores ingresos, porque muchos, los que trabajan en el sector, van a perder empleos o ingresos, en tanto que los que no viven de eso, sufrirán las consecuencias del deterioro de la oferta inmobiliaria al ver subir aceleradamente los precios de las viviendas.

Hay que entender que nadie, pero nadie gana frenando al sector inmobiliario.

Nadie gana porque se requieren esos inmuebles y los empleos que generan su producción y operación.

Aguas... Porque hoy el sector inmobiliario está con el pie pegado al clutch... Solo esperando señales que le decidan a meter el acelerador a fondo... O a frenar...

Por supuesto, no se trata de que la nueva jefa de gobierno capitalino tome decisiones en función de la industria inmobiliaria...

Pero es evidente que más allá de lo que este sector quisiera, es imposible entender el proceso de construir un mejor futuro para una de las ciudades más grandes del mundo sin tener como base un extraordinario Proyecto Integral de Ciudad, debidamente respaldado por un poderoso PGDU y todos los instrumentos que este requiere para ser eficiente.

Y claro... A estas alturas del partido sobra decir que esto es particularmente relevante, por ser la Ciudad de México el GRAN laboratorio de innovación urbana del país.

 

Horacio Urbano es presidente fundador de Centro Urbano, think tank especializado en temas inmobiliarios y urbanos

Correo electrónico: hurbano@centrourbano.com

Twitter: @horacio_urbano