30 de abril de 2024 | 06:15 a.m.
Opinión de Manuel Díaz

    Incerditumbre

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    El presidente de la República y el Congreso de la Unión, están a punto de iniciar uno de los retos más importantes y trascendentales para la nación, la ratificación del T-MEC y todo lo que ello implica.

    El Tratado, más allá de las ventajas y beneficios que pueda generar para el país en materias arancelaria y comerciales, también implica obligaciones en diversos temas, como la forma de hacer comercio con los países integrantes del acuerdo y con el resto del mundo.

    La ratificación obliga a comprometerse en temas de política energética y laboral, entre otros, así como la adhesión a sistemas jurídicos internacionales que impactarán en temas trascendentales de la política nacional que, de aplicarse conforme a lo negociado, generarán certidumbre tanto a inversionistas nacionales y extranjeros como a los países aliados, principalmente a Estados Unidos y Canadá y de ahí al resto del mundo.  

    Las mañaneras del país imaginario 

    El reto es, tal y como lo describe el Dr. Héctor Aguilar Camín en su artículo del pasado lunes 22 de abril donde expuso la disonancia entre el discurso de las mañaneras y la realidad: “Hay un país de los hechos y el país de las conferencias mañaneras del presidente López Obrador. Son realidades aparte”.

    Afirmó: “Hay una gran disonancia pública en esto: lo que sucede en el discurso del presidente es cada vez menos parecido a lo que sucede en la vida del país”.

    “Hay esa distancia creciente lo mismo en la economía, que en la violencia, que en la eficacia del gobierno”.

    Es innegable que esta descripción de lo que hoy sucede en el país y en el estilo de gobernar, genera mucha incertidumbre, en lo económico, en lo político y en la seguridad, se trata de la realidad confrontada con el mundo feliz del presidente.

    D A T O S 

    Las cifras de inseguridad fueron rebatidas ampliamente con datos duros por el periodista Jorge Ramos, los datos sobre la creación de empleos del IMSS, los datos sobre inversión nacional y extranjera, los datos sobre crecimiento y Banco de México, FMI, Citi y otras, los datos sobre la evaluación de la economía mexicana y las calificadoras, el haber jurado cumplir y respetar la Constitución y el Memorándum para desaparecer la reforma educativa.

    Ante esto, la disociación con la realidad que presenta todos los días la mañanera puede poner en grave riesgo la viabilidad económica y comercial de México, a este aspecto, habría que sumar la amenaza de la misma disociación que genera a diario desde twitter el mandatario estadounidense, Donald Trump.

    En la realidad, las intensas negociaciones, entre los tres países integrantes del T-MEC, México, Estados Unidos y Canadá, e incluso, en el caso de México, a pesar de los dichos diarios del presidente en sus mañaneras, fueron iniciadas por la administración anterior y con ellas se alcanzaron los acuerdos que hoy los presidentes de México y Estados Unidos tendrán que respaldar y llegar a la aprobación de este acuerdo, ya que de ello depende en gran medida la estabilidad económica de ambas naciones y por supuesto la reelección de Trump en el 2020 y la consolidación de AMLO y Morena en el 2021.

    Reformas necesarias 

    Uno de los puntos más destacados en esta recta final, antes de que el Acuerdo sea ratificado por los Congresos de los tres países, es el debate de la reforma laboral y la política migratoria de México, esta última como un arma de negociación que ha impuesto el mandatario estadounidense, Donald Trump, no tanto para México, sino para sus oponentes los demócratas.

    El dilema entre la mañanera y la realidad será un verdadero reto para el presidente López Obrador, el dejar el discurso ofensivo y retador contra sus adversarios, para promover la ratificación del T-MEC y comprometerse plenamente al respeto de los acuerdos, como única forma de generar certidumbre a inversionistas, países aliados y a gran parte de la sociedad mexicana que hayan votado o no por él.

    Esto tiene que ver con temas de alta prioridad que limitarán en mucho el discurso del presidente de la República, ya que al ser ratificado el T-MEC por el Congreso, hay capítulos que estarán más vigilados en su operación, como son el laboral o el energético ya que implican el respeto al Estado de Derecho, para proteger las inversiones extranjeras en el país, así como la participación de órganos autónomos que vigilen y den certidumbre a la implementación del T-MEC.  

    El T-MEC de contrapeso 

    Al final, de alcanzarse los objetivos planteados en el T-MEC con su ratificación, se convertirá en uno de los principales contrapesos que tendrá el Poder Ejecutivo en México, y con ello generará la certidumbre y respaldo que el mandatario mexicano requiere para gobernar. 

    Aunque el T-MEC no necesariamente convertiría en una catástrofe al comercio trilateral si no se concreta, la incertidumbre y la desconfianza rondarán aún más su mandato y ahí sí se cumplirían las profecías del declive de la nación, y bueno, no sería culpa de las políticas neoliberales, sino de la falta de aplicación del Estado de Derecho.